Tal y como sucede con otros aparatos eléctricos del hogar, tu toma de corriente Schuko, un enchufe de los de toda la vida, puede servir para cargar tu coche eléctrico. Sin embargo, ¿es una opción eficiente y segura?

Cargar el coche eléctrico en Schuko

Schuko es el nombre que se da al enchufe doméstico, el más común que tienes en casa. Tu ordenador, tu lavadora o tu lavavajillas utilizan uno. Con él puedes hacer una carga lenta de hasta 10 A (amperios). Por tanto, puede ser útil si tienes un garaje privado y vas a estar recargándolo toda la noche.

Además, otro hándicap de este método de carga es el tiempo que se necesita para cargarlo. Algunos coches son más eficientes a la hora de almacenar energía, lo que significa que se necesitará menos tiempo para cargarlos completamente. En general, se estima que un coche eléctrico medio puede tardar entre 6 y 8 horas en cargarse completamente con un enchufe doméstico. Aun así, algunos modelos pueden llegar a necesitar hasta 12 horas para tener sus baterías al máximo.

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Sin embargo, aunque exista la posibilidad y se vendan accesorios para facilitar la conexión del Schuko al Tipo 2 europeo, no es lo más recomendable y deberíamos reservarlo para alguna recarga ocasional, utilizando las electrolineras como la norma. El motivo es que el vehículo eléctrico requiere una elevada potencia durante un largo periodo de tiempo para poder cargarse y esto puede suponer riesgos para la instalación eléctrica.

En ese caso, se ha de utilizar el cable previsto para este tipo de recarga, generalmente entregado con el vehículo. Este cable permite limitar la potencia de recarga para evitar un sobrecalentamiento de la instalación eléctrica. Esto se traduce en una potencia de en torno a 2,3 kW (10 A), por lo que el vehículo recargará una media de 10 kilómetros por hora. Sin embargo, no todas las instalaciones eléctricas están preparadas para entregar 10 amperios durante un largo periodo de tiempo, y como indicamos anteriormente, el uso inadecuado de las tomas de corriente puede deteriorar la instalación eléctrica.

¿Y un punto de recarga?

La alternativa, para casas unifamiliares o recarga en garajes comunitarios aplicando la normativa vigente es colocar un wallbox o punto de recarga.

Una toma reforzada o un punto de recarga proporcionarán una mayor seguridad, ya que estas soluciones incluyen protecciones adicionales. La velocidad de recarga varía en función de la potencia del cargador al que se conecte el vehículo, cuanto mayor sea la potencia, menor es el tiempo de carga.

Además, la colocación de un wallbox tiene todas estas ventajas:

  1. Podemos programar el tiempo de carga, lo que nos permite aprovechar al máximo los horarios valle y supervalle ahorrando en nuestra factura de luz.
  2. Los enchufes Schuko solo permiten modo de carga 1, lo que significa que no pueden comunicarse con el vehículo. Los puntos de recarga cuentan con modo de carga 3, esto permite al vehículo y al cargador comunicarse y de este modo conseguimos regular la intensidad de carga en tiempo real al consumo de nuestro hogar y evitamos el salto del contador de telegestión por exceso de consumo.
  3. Podemos limitar la intensidad de carga a nuestro gusto y necesidades, algo que no podemos realizar con un enchufe.
  4. El tiempo de carga lógicamente se reduce al poder cargar con mayor intensidad.

Si invertimos en un vehículo eléctrico unos 30.000 o 40.000 euros (o incluso más), qué menos que invirtamos un 5% de su valor en protegerlo correctamente.

 

Fuente: adslzone