El alcohol es uno de los factores de riesgo más frecuentemente implicados en los accidentes de tráfico. El alcohol está presente entre el 30% y 50% de los accidentes mortales. Son muchas las muertes que se pueden evitar si todos hacemos un consumo responsable del alcohol y nunca conducimos bajo sus efectos, así que vamos a explorar un poco más cuáles son las cantidades que son consideradas líneas rojas y acarrean sanción.

Copas necesarias para dar positivo

En los controles de carretera se mide la alcoholemia del conductor; es decir, la cantidad de alcohol que hay en su sangre. Esto se hace a través de aire espirado, cuya equivalencia con el alcohol en sangre está científicamente probada.

La DGT publicó una guía que nos puede servir como referencia para conocer cuándo nos podemos estar pasando de la raya (aunque reiteramos que la mejor forma de conducción segura es cero alcohol). Esta tiene en cuenta la diferencia de sexo del bebedor, aunque no es el único factor diferencial y por eso solamente nos serviría de una estimación sobre la cantidad necesaria para dar positivo.

Las bebidas espirituosas seleccionadas son: absenta (50º de alcohol), ginebra (37,5º), vino (13,5º) y cerveza (5,5º) en cantidades de vasos de 100 ml. Así, según los cálculos de la DGT, solamente un vaso de vino o cerveza podrían estar por debajo del umbral de la alcoholemia. En el caso del vino, la tasa de alcoholemia que daríamos sería de 0,22 y 0,26 (alcohol en sangre para hombre y mujer, respectivamente).

La cerveza, con una graduación menor, también es una bebida en el que un vaso de 100 ml no debería dar positivo, con cifras de 0,09 y 0,10 (alcohol en sangre para hombre y mujer, respectivamente). Eso sí, hay que tener en cuenta que las cervezas las solemos beber al menos en botellín, cuya cantidad es de 200 ml. Esto haría doblar las cantidades anteriores a 0,18 y 0,20, siendo 0,30 gr/l la tasa permitida para los conductores generales.

Factores que dependen en la alcoholemia

La alcoholemia depende de la cantidad de alcohol puro que se haya ingerido y el volumen de bebida alcohólica ingerida, del peso y el sexo del bebedor. Es por ello que estos datos anteriores solamente pueden servir como referencia, pero nunca como algo 100% fiable.

Los diferentes factores y como influyen en la alcoholemia son los siguientes:

  • Cantidad de alcohol bebida: El primer dato es el más evidente. Cuanto más alcohol se consuma, mayor será la tasa de alcoholemia. Sin embargo, también hay que tener en cuenta el % de alcohol de cada bebida, también llamada graduación. Tomar tres cervezas tendrá menos alcohol que una copa (con graduación 40º).
  • Peso del conductor: A igualdad del resto de factores, una persona de mayor peso tarda más en emborracharse. Tiene más sangre en tu cuerpo, por lo que la misma cantidad de alcohol se diluye mejor y generalmente también tendrá un hígado de mayor tamaño para procesar la misma cantidad de alcohol más rápidamente.
  • Sexo del conductor: Además de por diferencias metabólicas, mismos factores que el peso: los hombres al ser de mayor tamaño que las mujeres más sangre y su hígado es mayor, por lo que tardan más en emborracharse.
  • Hora del día: Depende de los ritmos biológicos de cada persona. Como norma general, por la noche se metaboliza más despacio el alcohol.
  • Tiempo desde que finaliza la ingesta: Aproximadamente a los 30-90 minutos después de haber bebido se alcanza la tasa máxima de alcoholemia. Generalmente se metaboliza 0,12g/l cada hora que pasa.
  • Rapidez con la que se bebe: Si se bebe despacio el alcohol se va metabolizando y eliminando y los efectos no son tan marcados. Beber deprisa hace que nos emborrachemos más deprisa.
  • Estómago vacío o lleno: Con el estómago vacío el alcohol pasa más rápido a la sangre.
  • Edad del conductor: Las personas menores de 18 años y los mayores de 65 son más sensibles a los efectos del alcohol.
  • Circunstancias personales: Circunstancias como la fatiga, el estrés, el estado de ánimo etcétera influyen en cómo afecta el alcohol a cada individuo.

 

Fuente: adslzone