Los que envían mensajes

Utilizar el móvil mientras estás al volante es tan peligroso como conducir bajo los efectos del alcohol. Así lo indican las estadísticas. Y no es para menos, puesto que si tienes la mirada puesta en la pantalla del smartphone, no estarás prestando atención a lo que ocurre en la carretera. Además, enviar mensajes de texto o usar aplicaciones de mensajería, requiere que se ponga mucha atención en todo el proceso, mucho más que la propia mirada.

Los accidentes causados por el uso del móvil ocupan un 30% del total según datos de la DGT, mientras que otras estadísticas indican que los riesgos de sufrir una colisión se multiplican por 20 cuando se está cometiendo este riesgo. Por ello, si mientras estás en un semáforo parado o en otro momento ves a un conductor usando el teléfono y enviando mensajes, ten mucho cuidado después. Además, incluso una pequeña colisión que acabe solo en un susto, pero en la que tengas que pleitear con el conductor temerario, se puede convertir en un dolor de cabeza. Para los abogados es muy complicado demostrar que el otro conductor estaba enviando mensajes salvo que encuentren imágenes de cámaras de seguridad, lo cual no siempre ocurre.

Quienes beben alcohol

Conducir bajo la influencia del alcohol es un gran riesgo tanto para el conductor como para las demás personas que están en la carretera e incluso los peatones. Las estadísticas también son terroríficas: casi el 50% de los conductores que fallecen en accidentes en España tienen alcohol en su sangre.

Hay que entender que el consumo de alcohol impide tener un buen juicio de lo que está ocurriendo en la carretera y también reduce la capacidad de conducción, lo que significa que es mucho más difícil evitar situaciones de peligro. Hay distintos comportamientos que puedes detectar en un conductor que esté borracho, como que frene de imprevisto en varias ocasiones, que no lleve las luces encendidas de noche, que se salga de la carretera o que el coche no mantenga la estabilidad. Si detectas uno, ponte en contacto con las autoridades de inmediato. Es muy posible que con tu colaboración evites algún accidente.

Los amantes de la velocidad

Conducir rápidamente es un placer que le gusta a multitud de personas. Pero todo tiene sus límites. Nunca hay que olvidar que superar los niveles de velocidad establecidos puede llevar a que se produzcan graves accidentes. Cuando se conduce muy rápido, el conductor se expone a perder el control del volante y a llegar a no tener la capacidad para plantar cara a una situación difícil que se podría haber evitado.

Por desgracia, los conductores que abusan de la velocidad se encuentran entre los más habituales que se pueden encontrar en la carretera. Hay quienes lo hacen justificando que sus vidas son muy estresantes o que lo hacen en carreteras donde aparentemente no hay otros vehículos. Pero lo cierto es que no hay ninguna excusa. Si se superan los niveles de velocidad permitidos se abre un amplio abanico de posibilidades a que se produzca un accidente.

Los que se arriman

Es muy probable que conozcas a alguien que tenga esta mala costumbre. Son los conductores que suelen pegarse demasiado al coche que tienen delante de ellos. Les gusta hacerlo por motivos poco concretos y no se dan cuenta de que están exponiéndose a que se produzcan distintas situaciones complicadas. Por ejemplo, los golpes por detrás pueden activar los airbag, producir daños en el parachoques o generar colisiones que pueden derivar en aparatosos accidentes. La realidad es que miles de accidentes producidos en la carretera han ocurrido debido a esta forma de conducir.

Bajo la normativa, hay que dejar un espacio de 100 metros entre un coche y otro y garantizar que se respeta en intervalos de cuatro segundos. Si te has encontrado con uno de estos conductores, ten paciencia e intenta solucionarlo sin arriesgarte a una colisión.

Aquellos que conducen lentamente

Conducir rápido es un peligro, pero hacerlo de manera lenta también lo es. Aparentemente nadie pensaría que un conductor que lleva su coche con poca velocidad es un problema, pero lo cierto es que sí lo es. Piensa que, conducir a baja velocidad puede significar que el conductor está distraído y que por ello no quiere ir demasiado rápido. Podría estar en el móvil o incluso no encontrarse demasiado despierto.

Algunas personas que están siguiendo las señales del GPS o no saben crear la mejor ruta en Google Maps conducen a baja velocidad, pero no se dan cuenta de que pueden exponerse a sufrir colisiones. Por ello también tendrás que tener cuidado con ello y recordar siempre conducir dentro de un nivel de velocidad razonable.

Otros conductores a evitar

Hay muchos tipos adicionales de conductor que pueden ser peligrosos si te encuentras con ellos. Los que conducen de manera agresiva o que no dudan en lanzar improperios a las primeras de cambio, los conductores que tienen sus coches poco cuidados y que quizá usen ruedas en mal estado, o aquellos que se saltan claramente las normas de algunas señales. Son varios de los ejemplos de los que hay que tener cuidado para no sufrir ningún tipo de accidente en la carretera. Y si te has sentido identificado con alguno de los ejemplos… ¡Tenlo en cuenta para ponerle remedio!

 

Fuente: adslzone