Dos senadores estadounidenses, Edward J. Markey y Richard Blumenthal, han enviado a Elon Musk una notificación que seguramente le habrá hecho poca gracia. El director ejecutivo de Tesla Inc, tendrá que explicar el intercambio de imágenes confidenciales grabadas por las cámaras de sus vehículos y compartida por parte de la plantilla.

Los hechos fueron conocidos mediante un informe publicado por Reuters en el que se cita a 9 empleados y ex empleados de la firma. De acuerdo con las declaraciones, entre 2019 y 2022, grupos de empleados de Tesla compartieron en privado, a través de un sistema de mensajería interno, videos e imágenes captadas por las cámaras de los vehículos. Si bien algunos eran inocuos (y aún así queda violada la cláusula de privacidad), otros no lo eran tanto.

Por ejemplo, algunas de ellas muestran a los propietarios en situaciones embarazosas. Un ex empleado describió un video de un hombre acercándose a un Tesla completamente desnudo. También se habrían enviado, según relatan los testimonios, numerosos choques y accidentes. En uno de 2021, por ejemplo, se vería a un Tesla conduciendo a alta velocidad en un área residencial golpeando a un niño que montaba en bicicleta. El menor voló en una dirección, la bicicleta en otra. El video se difundió en una oficina de Tesla en San Mateo, California y corrió «como un reguero de pólvora», según el ex empleado.

“Podíamos ver el interior de los garajes de las personas y sus propiedades privadas – dijo otro ex empleado –. Supongamos que un cliente de Tesla tiene algo en su garaje que es distintivo y fácil de identificar… ya sabes, la gente publicaría ese tipo de cosas”.

Vehículos autónomos y cintas de vídeo

«Este aparente desprecio deliberado por la privacidad de los clientes de Tesla es inaceptable y plantea serias dudas sobre las prácticas de gestión de Tesla – afirma la carta firmada por los senadores – . Lo instamos a que tome todas las medidas necesarias para garantizar que cualquier imagen o video recopilado de forma consensuada de los vehículos Tesla esté sujeto a estrictas medidas de protección de la privacidad».

Por su parte Tesla asegura a los millones de propietarios de sus vehículos eléctricos que su privacidad “es y siempre será enormemente importante» para ellos y que las cámaras que incorporan los vehículos están “diseñadas desde cero para proteger su privacidad”.

De hecho, en su «Aviso de privacidad del cliente», Tesla afirma que sus «grabaciones de cámara permanecen anónimas y no están vinculadas» al comprador ni a su vehículo. Pero siete ex trabajadores señalaron que se podía ver la ubicación de las grabaciones, lo que potencialmente podría revelar dónde vivía el propietario de un Tesla.

La carta de Markey y Blumenthal, le da a Musk hasta el 5 de mayo para responder una serie de preguntas, incluyendo si los ejecutivos de Tesla estaban al tanto de la práctica, por qué las políticas internas no lograron prevenirla y si la empresa se comprometerá a garantizar que las grabaciones de las cámaras de los vehículos no identifiquen la ubicación de los clientes de Tesla.

A esta convocatoria hay que sumarle que esta semana el propietario de un Tesla de California presentó una posible demanda colectiva en San Francisco, acusando a la empresa de violar la privacidad de los clientes. Alegó que los empleados de Tesla accedieron a los datos de los clientes para «entretenimiento de mal gusto y tortuoso» y «la humillación de aquellos registrados subrepticiamente”.

Todo este tema recién empieza y sin duda no va ir rodado para Elon Musk.

 

Fuente: adslzone