Ahora podrás entrar a estas zonas restringidas

La Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica obliga desde el pasado 1 de enero a todos los ayuntamientos con más de 50.000 habitantes a colocar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para reducir la contaminación de los vehículos en sus centros urbanos.

Actualmente esto afecta en mayor o menor medida a los ciudadanos de nada menos que 149 municipios españoles, debido a que en esas ZBE únicamente pueden acceder modelos con etiqueta medioambiental.

Pero, ¿hay alguna forma de entrar a estas zonas restringidas si nuestro coche no dispone de una etiqueta de ZBE? La realidad es que sí, y todo de manera totalmente legal. Para ello podemos recurrir a una serie de disposiciones que harán porque este trámite se haga para todos, incluso si el nuestro es un vehículo más antiguo.

Cómo podemos hacerlo

Por ejemplo. En ciudades como Madrid hay dos Zonas de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP): una denominada Distrito Centro y otra que se llama ZBEDEP Plaza Elíptica.

En la primera se autoriza el acceso de todos los vehículos con pegatina B, C, ECO o 0 emisiones de los que dispongan las personas empadronadas en ese ámbito territorial en propiedad (aunque únicamente si está de dado de alta en el municipio de Madrid en el Registro de Vehículos de la DGT), usufructo, renting, leasing, arrendamiento, retribución en especie o como vehículo de sustitución.

Con todo, y para distinguir y organizar el parque móvil español las autoridades crearon hace ya un tiempo un sistema de distintivos ambientales que, en función del potencial contaminante del motor, permiten distinguir entre los vehículos cuyo funcionamiento es más limpio. Hoy en día las etiquetas más favorables son las ECO (que se otorgan a vehículos fundamentalmente híbridos no enchufables) y las CERO, que se otorgan a vehículos 100% eléctricos. Y, aunque tenga más años a nuestras espaldas, nuestro coche también puede tenerlas por conversiones.

Convierte tu coche a gas GLP o GNC

Algunas marcas de coches ofrecen en sus gamas versiones que ya están adaptadas para funcionar indistintamente con gasolina o gas. Es el caso de Renault, Dacia, Hyundai, Fiat, Ford, Jeep, SsangYong o Subaru, que disponen entre sus modelos mecánicas de este tipo. Y no solo ahorran en combustible: como son híbridas, obtienen la etiqueta ECO de la DGT.

Por eso podemos optar por una conversión de nuestro coche de combustión a uno de gas. Se trata de hacerlo hacia los coches bifuel, que disponen de una autonomía superior. Al sumar dos depósitos de combustible, gasolina y GLP, superan en algunos casos los 1.000 kilómetros sin repostar.

Los vehículos susceptibles de realizar esta adaptación a GLP son principalmente los de gasolina. En los diésel por lo general se desaconseja, ya que resulta más complejo y costoso.

En el caso de los motores de gasolina tampoco todos son aptos. Quedan excluidos los más potentes y solo se podrán convertir a GLP los que cumplan la certificación de emisiones Euro 3. Debidamente homologado, será un taller quien deba instalar el depósito para el gas, un circuito (con un inyector específico, válvulas, filtros y sensores), una centralita electrónica y un control en el puesto de conducción. Al convertirlo, nuestro coche podrá recibir la etiqueta ECO de la DGT y acceder a las zonas ZBE.

Matricúlalo como histórico

Igualmente, si tenemos un coche con ciertos años, en España se puede catalogar de tres formas: coche viejo, coche clásico y coche histórico, este último el gran beneficiado para entrar a las zonas restringidas de las ciudades.

Esto es porque la DGT entiende que sus propietarios no emplean estos vehículos a diario o con la misma frecuencia que uno convencional. Entonces, matricular nuestro coche como histórico es la opción más asequible, donde hacerlo suele costar unos 600 euros, si bien el proceso burocrático es tedioso. Asimismo, este debe cumplir una serie de requisitos:

  • Tener una antigüedad mínima de 30 años.
  • Estar incluido en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español.
  • Estar declarado bien de interés cultural, tener un interés especial o estar considerado de colección.

Conviértelo a eléctrico

El objetivo de las Zonas de Bajas Emisiones es limitar el acceso y circulación a los coches más contaminantes. O lo que es lo mismo: a aquellos que no tienen el distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico. Por eso, otra forma de conseguir la ansiada etiqueta, es convertir nuestro coche de combustión y contaminante… a uno electrificado.

Esta es una operación que será una manera de modernizar y adaptar un coche común a los tiempos y regulaciones actuales para que puedan seguir circulando sin restricciones. Con precios que rondan los 10.000 y los 15.000 euros, siempre será más asequible que comprar un vehículo nuevo de baterías.

 

Fuente: adslzone