Un cobro de peajes por entrar al centro

El plan de Zonas de Bajas Emisiones incluido en la Ley de Cambio Climático llevaba tiempo anunciado, pero tras la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible por el Consejo de Ministros se fija oficialmente su puesta en marcha desde el pasado mes de enero.

Un proyecto, no obstante, que incluye una medida para restringir la circulación: cobrar una tasa o peaje para entrar al centro de las ciudades. Esto, como tal, entra dentro del plan de Zonas de Bajas Emisiones, que nace con el objetivo de mejorar la calidad del aire.

Son áreas delimitadas donde se restringe el acceso, la circulación y el estacionamiento de los vehículos más contaminantes. «Esta habilitación legal permite que los municipios que así lo deseen puedan introducir una tasa por la circulación de vehículos que superen los límites o categorías máximas de libre circulación estipuladas en las zonas de bajas emisiones”, expone la ley.

De qué trata

De todas formas, lo que tenemos es algo distinto con la otra medida de peajes en carretera, la cual sí se busca implementar lo antes posible. En esta ocasión no es prohibir su uso, sino abrir la puerta a que las ciudades impongan un peaje a aquellos conductores que circulen por el centro y su coche no cumple ciertos requisitos.

Una iniciativa, como vemos, que ya empieza también a dividir a los conductores, posicionándose a favor y en contra. Mientras que algunos encuentran el exceso en esta medida, otros lo ven como una buena alternativa a las zonas de bajas emisiones, de circulación exclusiva para vehículos más ecológicos.

«El inicio de la medida contempla el inicio del régimen sancionador a los vehículos infractores de la normativa, es decir, los vehículos que, a pesar de tener restringido el acceso al área, circulan por su interior», explican desde la Dirección General de Tráfico (DGT).

Será en función a la mayor o menor tasa de contaminación de cada uno

En esta idea, y de forma similar a la propuesta sobre el también nuevo sistema de peajes en carretera que prevé su entrada en este 2023, se están realizando las primeras pruebas piloto, donde hay puntos en los que ya están empezando a analizar en tiempo real mediante un sensor remoto las emisiones de cada vehículo que pasa para poder aplicar una tarifa variable en función a la mayor o menor contaminación de cada uno.

De todos modos, bien es verdad que no todos los municipios están a favor de la misma, sino más bien de otro tipo de alternativas. Por ejemplo, son varios los ayuntamientos que apuestan más por aplicar otras medidas como establecer moratorias horarias, de días o por episodios de contaminación atmosférica o una combinaciones de todas, prohibiendo la entrada a las ZBE excepto en ciertas ocasiones, pero sin tener que pagar.

Así, estas pueden decidir su extensión y lo estrictas que serán, aunque existe la posibilidad de que sigan el ejemplo de las ZBE de Madrid o Barcelona, que prohíben la entrada de coches sin etiqueta, limitan la circulación de aquellos con distintivo B y C y no afectan ni a los que tienen ECO ni a los Cero.

Por último, el modelo de tasas o peajes que se busca es el que se encuentra en Londres, en activo desde 2003. Alli, actualmente cuesta 15 libras (unos 17 euros), aunque hay descuentos del 90% para residentes.

 

Fuente: adslzone