Nadie es inmune a las resacas, tampoco en el coche

Estas reuniones de Navidad son siempre iguales. Tras la ingesta de comida, llega el turno del postre: la fiesta. Una juerga que siempre viene acompañada de alcohol, risas… y un jolgorio que al día siguiente normalmente suele conllevar una resaca importante.

Un proceso que se repite año tras año, con todo lo que ello conlleva. Sin embargo, y bien si somos conductores asiduos en la carretera como si cogemos el coche puntualmente, es importantísimo que no conduzcamos con esta resaca, por mucho que pienses que puedes con ello,

Sí, es verdad que algunas personas pueden sobrellevar mejor los ‘efectos secundarios’ del alcohol, pero lo cierto es que nadie es inmune a las resacas. Tampoco hay forma de evitarlas, por eso es necesario que entiendas algunos de los posibles peligros que esto conlleva.

El conductor no es consciente de sus limitaciones

Como tal, la misma resaca es conocida por ser una sensación de malestar en la que aparecen síntomas variados como dolor de cabeza, anorexia (falta anormal de ganas de comer), diarrea, fatiga, náuseas, alteraciones visuales-espaciales, hormonales y en la circulación de la sangre.

Dependerá de la persona el grado y los síntomas, pero siempre se debe a un consumo de alcohol elevado (o no tanto cuando hay falta de costumbre) y su metabolización.

Así pues, acorde a un estudio realizado por la Universidad de Brunel (Reino Unido), conducir con resaca aumenta muy considerable mente el riesgo de sufrir un accidente, en parte, porque el conductor no es consciente de sus limitaciones en ese estado. Es más; este estudio arrojó datos como que se sobrepasa con mayor frecuencia el límite de velocidad, las invasiones de carril se multiplican por cuatro o que las infracciones relacionadas con semáforos y stops lo hacen por dos.

Claro, el consumo de alcohol se suele realizar en estas fiestas nocturnas (y más en tiempos de Navidad), por lo que nuestro cuerpo puede verse además influido por el sueño y el cansancio. Todo eso afecta considerablemente, sintiéndonos torpes tanto física como mentalmente.

¿La DGT te puede multar en este estado?

Por tanto, la mejor solución pasa por, igual que cuando consumes alcohol, evitar conducir y guardar reposo. No obstante, si por cualquier motivo te ves en la tesitura de ponerte al volante, hidrátate con frecuencia, para a descansar más a menudo e intenta prestar el máximo de atención posible. Ahora bien; ¿qué dice la DGT? ¿Nos pueden multar en este estado?

Las propias autoridades afirman que el pico máximo en cuanto a nivel de alcohol en el organismo se da, aproximadamente, 45 minutos después de haber consumido por última vez. Posteriormente el nivel de alcohol empieza a reducirse, aunque lo hace lentamente y, dependiendo de la cantidad de alcohol que hayamos consumido, pueden pasar varias (muchas) horas hasta que el alcohol se haya por fin metabolizado.

La respuesta a la pregunta la tiene la propia DGT: sólo nos pueden multar si conducimos con resaca si se da alguna de estas dos situaciones:

  • Se supera el límite legal de alcohol en el organismo. Superior a 0,25 miligramos por litro en aire espirado o 0,50 gramos por litro en caso de análisis de sangre.
  • Se practica conducción negligente o temeraria. Si se conducir bajo los efectos de la resaca es posible realizar acciones que, fruto de nuestras molestias o falta de concentración, resulten peligrosas. En caso de ser detectados, podremos recibir una multa de 200 euros por conducción negligente.

 

Fuente: adslzone