La carga rápida, una segunda oportunidad para el coche eléctrico

Recargar un coche eléctrico es un proceso muy sencillo, pero va más allá de enchufarlo a la corriente sin más. Y es que realizar las recargas de forma adecuada hará que el estado de la batería de nuestro coche sea siempre el óptimo, y por tanto el rendimiento del coche también.

En el proceso de recarga intervienen factores como la potencia (Watios), la tensión (Voltios) y la intensidad (Amperios), pero también el tipo de batería que lleve el coche, o los cables que conectan el vehículo con el poste, los enchufes o la estación de carga que utilices. En esas, no obstante, ha aparecido una protagonista: la carga rápida para el coche eléctrico.

Son los avances en la tecnología de los cargadores rápidos, que emplean corriente continua para introducirla en las baterías, los que realmente están ofreciendo una segunda oportunidad a los vehículos electrificados (también para los que son los híbridos enchufables). Dos son los desarrollos en el diseño de los cargadores rápidos en corriente continua que más han contribuido a la reducción de los tiempos de recarga: las que se dirigen a controlar las altas temperaturas que se producen en los cables y conectores, y las que disminuyen la intensidad de corriente aumentando el voltaje.

Qué hay que saber sobre ella

La carga rápida del coche eléctrico consiste en alcanzar e incluso superar la barrera de los 40 a 50 kW de transmisión de energía desde el cargador hacia la batería. Esto, en sí mismo, ya es considerado como un nivel de carga rápida para esta clase de vehículos.

Aunque los propios coches también deben incluir baterías que admitan un mayor flujo de electricidad en menor tiempo sin sufrir recalentamientos, como bien hace el Hyundai Ioniq 5, la tecnología de carga rápida se centra principalmente en potenciar las las capacidades de los cargadores, sobre todo en las estaciones de servicio, ya que los cargadores domésticos, por motivos de seguridad, se mantienen con una carga monofásica de entre 2,3 y 7,4 kW de potencia. Pero hay otros aspectos a tener a cuenta.

¿Puede ser dañina?

Esta respuesta no tiene una respuesta única, puesto que, como ocurre con nuestro teléfono, por ejemplo, todo dependerá del uso que realices a tu coche eléctrico. Así, es importante que sepamos que el porcentaje de carga recomendado en los coches eléctricos es entre el 20% y el 80% de su capacidad, es decir; siempre que se pueda mantener la batería entre ambos porcentajes, que no baje del 20% de su carga y no supere la carga del 80%, especialmente si sc va a dejar el vehículo parado.

Dicho esto, en momentos puntuales, superar el 80% de la carga o por el contrario de la batería se descarga por debajo del 20% no va a tener males mayores, pero si que es importante que se mantenga ese rango siempre que se puedas, sobre todo en el uso diario.

En este sentido, realizar cargas puntuales y para realizar viajes en cargadores rápidos no afecta a la salud de la batería de tu coche eléctrico. Tan solo podrá verse afectada la batería si tan solo utilizas cargas rápidas siempre incluso para el día a día, en ese caso probablemente la degradación que sufra la batería sea más rápida y mayor de lo normal.

Se realiza en corriente continua

Al mismo tiempo, y como un punto a considerar sobre la carga rápida para tu coche eléctrico, debemos distinguir entre el modo 4 con recarga ‘super rápida’ y el modo 4 con recarga ‘ultra rápida’. Esta última no es aconsejable para carga diaria puesto que puede dañar la batería si hacemos un uso habitual, como mencionamos.

Está especialmente pensado para las estaciones de uso público exteriores como las electrolineras, donde podemos recargar el vehículo durante trayectos largos o situaciones concretas en las que dispongamos de poco tiempo. Esta es la que se realiza en corriente continua, a diferencia de los modos anteriores, que se realizan en corriente alterna. Los puntos de recarga que usan una carga de este tipo 4, en cualquier caso, no están diseñados ni son recomendables para garajes particulares.

Es importante recargarla cuando la batería esté caliente

Algo no menos importante, y que puede tener una consideración importante, es que cuando la batería está caliente, los procesos químicos se aceleran. Esto significa que, en este estado, al conectarla a un cargador, la electricidad fluirá más rápido y la recarga se acelerará. De hecho, recargar una batería muy fría puede llegar a causar daños en ella.

En la actualidad hay algunos modelos, como los de Tesla, que disponen de una función de precalentamiento de la batería. Si no se dispone de esta característica, es bien recomendable acudir al punto de recarga rápida cuando se llevan conduciendo un par de horas, de manera que, con toda seguridad, la batería se encontrará a una temperatura elevada.

 

Fuente: adslzone