Si tienes más de 30 años habrás usado una cámara Kodak en tus excursiones con el colegio, con el instituto. Pero si naciste en los noventa es posible que nunca hayas disfrutado de ir a revelar un carrete o de sufrir que no quepan más fotos en la película. En cualquier caso, la fotografía analógica está de moda y comparamos sus diferencias, ventajas, desventajas y virtudes.

Fotografía analógica

La de siempre: necesitas un carrete o película y necesitas revelar las imágenes. Casi siempre interviene un proceso químico y hace décadas que usamos estas cámaras.

Qué es y en qué consiste

La fotografía analógica es la que recuerdas de hace años y el concepto llega cuando empieza a popularizarse la fotografía digital. Es decir, es la fotografía de siempre pero empieza a acuñarse como “analógica” a todo aquello relacionado con técnicas no digitales para tener las imágenes. También conocida como fotografía tradicional, como fotografía argéntica o química porque hay un proceso en el que los elementos químicos son fundamentales para la obtención de la imagen final y no intervienen procesos digitales como con tu cámara réflex o tu cámara mirrorless. Es decir, lo que ha ocurrido siempre antes de la popularización de las cámaras digitales. La cámara de siempre que usabas en los ochenta, en los noventa… Y que hoy sigue de moda.

Es, además, un tipo de fotografía que no se consigue o no se concibe sin una película fotográfica, negativo o carrete que necesitamos para poder hacer y guardar las imágenes. Este carrete puede ser en color o en blanco y negro. La película que usamos en fotografía analógica tiene una sensibilidad concreta que puede ser 100, 200, 400 ISO y cuanta más sensibilidad, menor cantidad de luz necesita la imagen para que se aprecien los detalles. En la fotografía digital el ISO varía de una foto a otra que la cambias desde los ajustes de la cámara o simplemente se cambia automáticamente en el caso de tener el modo “auto” activado pero en la fotografía analógica depende del carrete que tengas dentro del aparato y las necesidades de las fotografías que vayas a hacer en ese momento. Por ejemplo, utilizamos películas rápidas con ISO 400 o más cuando buscamos fotografiar objetos en movimiento o cuando buscamos disparar en días nublados con poca luz.

Orígenes de la fotografía analógica y cambios

Aunque los orígenes de la fotografía se remontan al siglo XVI y hasta alrededor de 1820 no se empezaron a hacer fotografías “como tal” a través del daguerrotipo de Louis Daguerre (considerado como divulgador de esta) fue a partir del siglo XX cuando las fotografías se popularizaron, especialmente gracias al fotoperiodismo en los conflictos bélicos o con artistas como Robert Doisneau, Robert Frank, Henri Cartier-Bresson o con Endre Ernö Friedmann y Gerda Taro (juntos, Robert Capa)

En los años siguientes se populariza la fotografía, se lanzan las cámaras compactas de fabricantes como Kodak, Olympus…

La fotografía analógica en la actualidad

A día de hoy podemos hacer fotografías de una excelente calidad con un teléfono móvil, una cámara compacta, una réflex. Es lo habitual en usos profesionales como fotoperiodismo, reportajes fotográficos de bodas o bautizos o sesiones de foto. Pero la fotografía analógica sigue existiendo y se populariza entre los jóvenes que rescatan este tipo de disparo como arte, como una experiencia que va más allá y que no solo nos permite ese “toque vintage” sino que nos permite experimentar con creaciones únicas gracias a revelados, a lentes de plástico, a la doble exposición.

La fotografía analógica es una moda que ha vuelto y los jóvenes buscan carretes en tiendas especializadas en las que ha aumentado la demanda para disparar apostando por la nostalgia, por un resultado atractivo, por algo mucho más complejo que pulsar el botón del teléfono y disparar. Algo que va más allá de la cantidad y apuesta por la calidad de hacer tiros únicos y no fáciles de conseguir para personas que nacieron en tiempos de cámaras digitales, de tarjetas SD.

Fotografía digital

La fotografía digital, como su propio nombre indica, consiste en obtener imágenes utilizando un proceso digital sin necesidad de un proceso químico en un laboratorio. Las cámaras digitales destacan porque podemos ver los resultados de las fotos hechas al momento en una pantalla (al menos en la mayoría de cámaras actuales) y prácticamente todas permiten la opción de transferirlas a un ordenador o a un teléfono móvil a través de un cable o de algún tipo de conexión inalámbrica.

Qué es y qué ventajas tiene

Frente a la fotografía analógica hay muchas ventajas. La primera es que es más sencillo: no dependemos de un carrete, del revelado. Esto también hace que sea más barata porque no necesitamos rollos fotográficos y tenemos una mayor cantidad deopciones para disparar sin necesidad de pagar por el revelado de los mismos. Además, el almacenamiento es mucho mayor y esto es una de las principales ventajas: podemos tener miles de fotos en una pequeña tarjeta SD o microSD frente a las menos de 50 que podíamos tener en un rollo además de poder jugar con formatos, con la compresión de imágenes, etc. Podemos disparar más y más barato.

Otra ventaja de la fotografía digital tal y como conocemos hoy es que es más fácil. Conseguir un buen resultado en fotografía analógica no es apto para todos pero las cámaras digitales nos ofrecen un modo automático que hace los ajustes por nosotros sin que necesitemos hacer nada salvo disparar. O bien, más profesional en caso de expertos que tienen mucha más información o ajustes para la imagen.

Origen e historia

Las primeras cámaras digitales llegaron en los años setenta pero no se popularizaron hasta años más tarde. La primera cámara digital fue de Kodak y creada por Steve Sasson. Era grande y con una muy mala calidad (menos de 0,01 megapíxeles) Una cámara que pesaba más de tres kilos, hacía fotografías en blanco y negro y las guardaba temporalmente. Pero a partir de ahí, fueron mejorando.

Durante los ochenta llegaron otros modelos de Sony o de Fuji que apostaban por discos magnéticos o tarjetas de memoria enormes. En los años noventa empezaron a comercializarse las primeras cámaras digitales conviviendo con las analógicas y aún muy diferentes a los que conocemos hoy: apenas podíamos hacer 10 o 20 fotos en una tarjeta, la calidad era muy baja y los modelos eran caros y escasos.

Actualidad de la fotografía digital

Hoy podemos encontrar cámaras digitales de todos los precios, de todos los tipos y de todos los tamaños. Podemos tener calidad en cámaras réflex o mirrorless pero también hay compactas por menos de 50 euros con pantallas que nos permiten ver las fotografías hechas y con soporte para tarjeta SD en la que podemos almacenar hasta cientos de imágenes sin tener que cambiarlas. Hay cámaras para niños, cámaras sumergibles, cámaras deportivas…

La fotografía digital es parte de nuestro día a día y son muchos los modelos diferentes o tipos de cámaras desde las cámaras réflex o DSLR para profesionales o amantes de este arte, cámaras mirrorless más compactas y ligeras, cámaras digitales compactas para todos los públicos y para llevar a cualquier lado, etc.

¿Qué diferencias hay? ¿Qué cámara es mejor?

¿Es mejor usar una cámara analógica o digital? Depende. Depende del uso, de la persona, de los conocimientos, de la intención. Es obvio que en pleno siglo XXI está totalmente extendido el uso de la fotografía digital y hasta un niño de cuatro o cinco años sabe disparar con uno de estos dispositivos. La principal ventaja es que no tiene que salirnos bien a la primera, podemos repetir la foto tantas veces como queramos, no ocupan apenas espacio en un ordenador o incluso en la nube y es barato a largo plazo porque solo debemos tener una tarjeta que iremos vaciando.

¿Cuándo merece la pena una cámara analógica? Para los amantes de la fotografía, para todos aquellos que no solo quieren hacer fotos por recuerdo o por diversión sino experimentar tanto con el hecho de hacerla en sí como de revelarla. Podemos cambiar de carrete o película según el tipo de imagen, podemos probar filtros o la doble exposición. Podemos conseguir un efecto más llamativo y diferente pero casi siempre por hobby más que a nivel práctico o en el día a día. Puede ser más original pero no es para todos: es más caro, más difícil y más especial.

 

Fuente: adslzone