Los coches podrán resolver problemas en las ciudades

El 5G va camino de cambiar nuestras vidas. Lo hace ya trayendo nuevas formas de comunicación, sobre todo entre máquinas, la cual ha sido ya una de las promesas de la nueva conectividad desde el principio. Y en este ámbito, quizá el más destacado sea el intercambio de información entre vehículos en las carreteras.

Es lo que se llama el V2V (vehicle to vehicle). Pero también se podrá ir un paso más allá. Es lo que se ha dado con la tecnología C-V2X, aún estándar, que no solo permitirá a dos coches hablarse, también hará posible que estos reciban y envíen datos a semáforos, señalización electrónica, parkings. Todo un conjunto de elementos relacionados con el entorno vial que servirán para hacer más eficiente la circulación.

En un principio, y tal y como fue formulada, esta se trataba de que los coches crearán una «conversación» con datos a los que podrían acceder en tiempo real las autoridades o responsables locales para resolver problemas en las ciudades del futuro. Entre los distintos casos, por ejemplo, se situaría el poder descongestionar las urbes, y que ahora tiene todo el sentido.

Recibirán y enviarán datos con la tecnología C-V2X

En este sentido, esto se hace con la mencionada tecnología C-V2X, que es un sistema de comunicación basado en la red 4G LTE, pero de la que ahora, con el 5G en sus primeros pasos, está teniendo una optimización para ser usado por los coches autónomos (aunque también puede usarse en los vehículos convencionales).

Literalmente significa Vehículo Celular-con-todo-el-mundo, es decir, un sistema de comunicación inalámbrica que permite a un coche comunicarse con cualquier cosa que se ponga a su alcance: otros vehículos, personas (a través del móvil), pero también con la carretera, estaciones de servicio, señales, semáforos, peajes, y otros muchos elementos.

Así, los vehículos autónomos actuales (como podrán hacerlo los eléctricos del día a día en los próximos años), utilizan sensores y cámaras para ver lo que hay a su alrededor. Con la tecnología C-V2X lo que hacen es obtener la capacidad de oír, «de manera parecida a cómo nuestra percepción auditiva complementa nuestra visión”, en palabras de Don Butler, director de la plataforma de coches conectados de Ford.

¿Cómo podrán ‘ hablar’ los coches?

A su vez, el 5G y este tipo de conexión inalámbrica tienen potencial para crear operaciones más eficientes, pero también para ofrecer nuevos servicios. Y esto podría derivar en modelos de negocio novedosos dentro del propio entorno. Es lo que tiene que ver con cómo se comunican los coches entre ellos.

Porque, si los vehículos se comunican entre sí para no chocarse en un cruce, también lo harán con, por ejemplo, el mobiliario de la carretera. Lo vemos en la que puede ser la comunicación semáforo-coche, donde el primero informa de sus ciclos a los vehículos. Así, estos ajustan su velocidad para no tener que parar y no formar atascos.

Como explican los ideólogos de esta tecnología C-V2X, es que la red se puede ver como que está dividida en una posible rejilla de recursos, que se asocian con las estaciones base. Estas les dicen a los vehículos en qué zona de esa rejilla de recursos tienen que comunicar. Y los coches saben, entonces, que cuando tienen que enviar información deben hacerlo con una determinada frecuencia y tiempo. Con todo, los vehículos siguen una serie de protocolos estandarizados, que dicen que, ante una intersección, el vehículo 1 tiene que mandar, en el instante 0, este u otro mensaje.

 

Fuente: adslzone