Tan solo hay que dar un vistazo a la calle de cualquier ciudad: cada vez es mayor el número de personas que se pasan a la movilidad eléctrica. Ya sea por economía o por estar concienciado en el medio ambiente, los usuarios saben que es una forma eficaz de moverse con la gran visión de que son vehículos limpios (y muy apoyados).

Los patinetes son limpios, pero hay que cuidarlos

Hacia esta utilidad, la realidad es que los que lo hacen moviéndose a partir de sus patinetes eléctricos se encuentran en un momento donde su auge es cada vez más creciente y con muchas facilidades para ellos. Porque esta es una forma muy efectiva de trasladarse y que gana ampliamente al que puede ser el transporte público común.

De todos modos, y gracias a que podemos ir con él recorriendo la ciudad de una punta a otra, esto supone también muchos kilómetros al final de la semana, por lo tanto tener un VMP en óptimas condiciones a través de un buen mantenimiento es de crucial importancia para que nos dure el mayor tiempo posible.

En esas, lo cierto, es que aunque sean vehículos muy completos, los patinetes eléctricos no se libran de los fallos, roturas o averías. Bien sea por nuestro propio uso, una utilización más o menos correcta o por la fiabilidad de los fabricantes, sí es verdad que hay usuarios que tienden a no realizar las revisiones periódicas a este tipo de vehículos. Ello lo que hace es generar en el futuro un desgaste de piezas fundamentales y otras piezas que deberían tener un mayor tiempo de vida.

Cómo es su funcionamiento

Pero empecemos por el principio. Antes que nada, debemos saber que estos patinetes eléctricos son vehículos que necesitan relativamente poco mantenimiento, aunque sus problemas se puedan dar por otros motivos ajenos a la práctica. Igualmente, esta técnica para sus cuidados debemos hacerlo periódicamente para garantizar que se conserve en buen estado.

Hacia esta dirección, estos se dan con la forma de un patinete tradicional, pero a los que se les ha añadido una batería eléctrica recargable que los impulsa sin necesidad de que quien los conduzca tenga que hacer esfuerzo. Al moverse de forma autónoma, es necesario también que estén equipados con unos buenos frenos.

Como tal, para entender cuáles pueden ser los fallos más comunes que pueden darse en nuestros patinetes, tenemos que establecer la cadena de acciones. En primer lugar, partimos de que el movimiento empieza en el acelerador del manillar, con el que calibramos qué potencia le pedimos al motor.

Posteriormente, es el motor el que se alimenta de la batería para coger potencia, y la transmite después hasta la rueda a través de la transmisión. En ese momento, se convierte la potencia en movimiento. Asimismo, hay que comprender que sus elementos, aunque puedan parecer corrientes, son los que terminan haciendo porque su desgaste termine siendo más rápido de la cuenta, dando como lugar a que se produzcan averías recurrentes.

Elementos susceptibles

Las características del patinete eléctrico moderno son muy variables. Los hay con dos ruedas, pero los más rápidos pueden llegar a tener tres y hasta cuatro. Su fabricación en aluminio ha reducido su peso, y no suelen pasar de los 20 kg. Además, algunos son muy transportables porque pueden llegar a plegarse.

En otros casos se utiliza plástico para dar forma a su estructura. Las velocidades que pueden llegar a desarrollar son también muy variables, situadas habitualmente no más allá de 30 km/h, aunque algunos pueden ir mucho más rápido. En cuanto a su autonomía, que depende de la batería que utilizan, puede abarcar de 5 a 50 km.

Esto dependerá, naturalmente, del peso que tengan que transportar (hasta unos 100 kg, dado que un adulto pesa mucho más que un niño) y de la potencia de su motor. Todos son elementos que tienen que estar en perfecto estado para que su posterior funcionamiento sea el adecuado; si no es así, podemos tener fallos de los que, si no se toman precauciones, los patinetes dejarán de ser viables y, por tanto, inservibles.

  • Sistema de motorización.
  • Baterías.
  • Frenos.
  • Transmisión.
  • Ruedas.

Qué fallos tienen y por qué pueden darse

Aunque es un vehículo fiable y duradero, los patinetes eléctricos también requieren ser cuidados y son susceptibles de averiarse. Por ejemplo; uno de los inconvenientes más frecuentes es la rotura del guardabarros, unas piezas que son muy sensibles a las vibraciones y a los baches, y que se rompen con facilidad.

Para muchos, que esta pieza que protege el vehículo no es tan preocupante, pero no es tan así. El motivo es, entre otros, que, si este guardabarros se rompe, puede darse la situación de que impacte en la rueda y esta termine sufriendo un pinchazo. En su caso, este puede ser lento y que apenas lo notemos… o que se haga tan grande que tengamos un problema inmediato en la vía.

Con todo, y como si fuera un automóvil corriente, a estos patinetes hay que someterlos regularmente a una revisión para que estos fallos no se hagan costumbre y, sobre todo, seguir las instrucciones de los fabricantes en cuanto a su cuidado se refiere. Además de que este proceso debe ser periódico durante todo el año, también es posible que el calor de las altas temperaturas afecte a algunos componentes más que a otros, como a la batería o a los neumáticos. A continuación, conocemos estos y otros fallos más comunes y repetidos que tienen y por qué motivos puedan darse.

Pinchazo en las ruedas

Sin duda, la avería que se repite con más frecuencia es el famoso pinchazo de las ruedas del dispositivo. En ocasiones se hacen casi imperceptibles. De hecho, es frecuente que los llevemos por cualquier otro motivo sin prestar atención a que son las ruedas las que han motivado a que su funcionamiento empeore.

Esto es algo que tenemos que cuidar. Es más; entre las situaciones más repetidas se dan que los usuarios, al no percatarse del pinchazo de sus ruedas, siguen circulando durante días. Esto es algo preocupante, ya que pueden dañar otros componentes del patinete. Entre los motivos más regulares de este problema son los cambios de asfalto y el mal estado de las vías. Un consejo muy útil es comprobar y revisar la presión recomendada por el fabricante y tener repuestos.

Holguras en el manillar y problemas de dirección

Este es uno de los fallos que afectan, principalmente, a los que son patinetes de pequeño tamaño. Está relacionado con el uso diario; evitando frenazos podemos retardar su aparición, pero con el tiempo es común que se de este problema. En la mayoría de los casos esto podría provocar un cambio en la dirección.

Esto haría, al mismo tiempo, que su respuesta no sea la correcta, a la vez que se hagan más duros de dirigir y controlar, así como que el manillar termine por descolocarse, impidiendo poder maniobrar.

Inoperancia de los frenos

Sea que se trate de frenos de resorte en patinetes eléctricos de menor calado, frenos de guardabarros flexible o frenos de disco en patinetes de mayor rango y, por tanto, velocidad, el mecanismo de freno tiende a desgastarse en las piezas que ejercen precisamente la labor de frenado.

La causa más común es el desgaste del resorte, que es el elemento central del sistema. Mientras que cuando se trata de frenos de guardabarros flexible, si bien son más duraderos, también la barra de metal que ejerce presión sobre la rueda para frenar se desgasta o desajusta.

En el caso de los de mayor potencia, y por ende de mayor velocidad, se utilizan frenos de disco. Este tipo de frenos consta de un bloque que incluye varias piezas susceptibles a desgaste, como el disco, mandíbulas o almohadillas, siendo estas las que se desgastan más frecuentemente. Por otra parte, cualquiera de los sistemas de frenado puede fallar por tornillos flojos o cables sueltos. Lo mejor que podemos hacer para evitarlo es revisar toda la totalidad del sistema en busca de tornillos flojos o cables sueltos.

Roturas y doblamientos

Suelen ser consecuencia de golpes y caídas. Partiendo de la base de que cualquier componente metálico y estructural que sufra un daño (la barra vertical del manillar, por ejemplo) debe ser sustituido para evitar peligros en la conducción, necesitaremos que nuestro vendedor o servicio técnico tengan acceso a piezas originales para asegurarnos un perfecto funcionamiento de vehículo.

Como decimos, en los patinetes eléctricos se pueden dar fallos en forma de roturas en materiales y compuestos como el guardabarros. En este sentido, esta pieza habitual en la mayor parte de los vehículos, es la parte de la carrocería que enmarca la rueda. Su objetivo es evitar que la aspersión de arena, lodo, piedras, líquidos y otros residuos del camino sean lanzados al aire por el neumático al rotar.

Daños en la batería y averías en el puesto o sistema de carga

Un inconveniente muy común con estos vehículos está relacionado con el rendimiento y la duración del almacenamiento de la energía, sus baterías. Aunque las principales causas por las que una batería se daña son por condiciones de humedad, golpes o accidentes, la más frecuente y evitable suele ser debido a un mal uso reiterado.

Estos son los ciclos de carga incompletos, uso continuado en porcentajes de carga bajos o el mantener el equipo conectado al cargador después de la carga completa la deterioran prematuramente, causando una pérdida gradual y a veces irreparable de la autonomía. Asimismo, las condiciones climáticas tienen una influencia muy importante, ya que pueden afectar a su vida útil. Las altas temperaturas del verano y el frío del invierno hacen que sus capacidades disminuyan, haciendo que la carga dure cada vez menos.

 

Fuente: adslzone