Lo que es una realidad es que el precio de los paneles solares de segunda mano es suficientemente atractivo como para atraer posibles compradores que buscan ahorrarse un poco de dinero sin que la eficiencia y la calidad de los mismos se vea reducida drásticamente. Hay los que son de la opinión de que lo barato sale caro a la larga y los que piensan que merece la pena. Es por ello que vamos a analizar los pros y los contras de comprar paneles solares de segunda mano.

Procedencia de los paneles solares usados

Esta debería ser una de las preguntas que tenemos que plantearnos si estamos pensando en adquirir placas solares de segunda mano. La respuesta a esta pregunta nos va a dar una pista del riesgo que puede conllevar comprar estos paneles.

En la mayoría de los casos proceden de instalaciones fotovoltaicas que han tenido problemas de producción, es decir, que han dejado de ser rentables por su baja eficiencia y el objetivo es recuperar parte de la inversión inicial para cambiarlas por unas nuevas. Por otro lado, las placas solares de segunda mano también pueden proceder de particulares, pero en menor medida. Por lo tanto, estamos partiendo de la base de que suelen ser de mala calidad y/o su rendimiento no es óptimo.

En el caso de optar por comprar paneles solares de segunda mano, es importante asegurarse de que funcionen de manera eficiente y que el proceso de instalación se va a realizar correctamente. Si te arriesgas a comprarlos y quieres instalarlos tú mismo, te expones a perder el tiempo y el dinero si tus conocimientos y tu formación técnica no son los adecuados.

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No tienen garantía y su rendimiento es menor

A priori comprar paneles solares de segunda mano puede parecer una buena idea para ahorrar dinero, pero nada más lejos de la realidad. Hay que tener en cuenta una serie de detalles muy importantes como que no disponen de garantía o que son productos sensibles y frágiles, por lo tanto, es probable que contengan daños que disminuyan drásticamente su eficiencia.

Los paneles solares nuevos están respaldados por la garantía del fabricante. Esto quiere decir que si tienes algún problema durante el periodo de garantía, los fabricantes tendrán la obligación de sustituirlos de forma gratuita. Cabe destacar que reparar un panel solar dañado, en la mayoría de los casos, no merece la pena y es mejor reemplazarlo por uno nuevo.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que las células fotovoltaicas son muy frágiles y si no se manipulan correctamente y están dañadas, su rendimiento no va a ser el esperado. Estas micro roturas son muy frecuentes en paneles solares usados y son imposibles de ver a simple vista. Son roturas a nivel microscópico siendo una de las principales razones por las que una placa solar puede dejar de funcionar. Algunos de los daños que podemos encontrar a la hora de comprar paneles solares de segunda mano pueden resultar evidentes, pero la mayoría de ellos van a ser inapreciables hasta pasado un tiempo. Además, luego entra en juego que, como es obvio, su vida útil será más corta.

Conclusiones

En definitiva, comprar placas solares de segunda mano puede acarrear más problemas que beneficios, aunque su precio sea inferior al de un panel solar nuevo. La inversión a largo no te va a salir rentable y, si no eres un experto en la materia, vas a necesitar del asesoramiento de un profesional para analizar las condiciones de tu vivienda, hacer un presupuesto y llevar a cabo la consiguiente instalación.

 

Fuente: adslzone