Las bicis se han convertido en una solución para la congestionada movilidad urbana por su sencillez, eficacia en trayectos cortos y su bajo coste, especialmente si lo comparamos con el vehículo particular. No obstante, siguen representando un reto no apto para todos los públicos en caso de recorrer distancias más largas o con cierto desnivel. Un punto donde los usuarios más deportistas, como los de carretera, buscan especialmente.

Las bicicletas eléctricas se suman a la carretera

Como tal, el objetivo no es otro que seguir aumentando el número de kilómetros que puede recorrer una bicicleta sin necesidad de encontrar un enchufe. Este representa un aspecto fundamental para los compradores de e-bikes, sobre todo por su buena adaptabilidad independientemente del terreno o condiciones.

De esta forma, los que planean involucrarse de lleno sobre estas tiene muy en cuenta que su autonomía requiere de una respuesta algo más compleja que una simple cifra. De hecho, los más aventureros como los que pueden ser de montaña, también se dirigen a ellas a través de la búsqueda sobre una respuesta más efectiva que las de uso por ciudad.

O lo que es lo mismo: una bicicleta eléctrica urbana, para recorrer la ciudad, no se presta de la misma manera que otra que puede ser de montaña o, en su caso, de carretera. Y ya no solo por sus niveles de autonomía, que también, sino ya por su comportamiento, la manera en la que se utiliza la energía, sus baterías y no menos importante, la comodidad del que va montado. Pero, ¿cómo son estas bicicletas eléctricas de carretera y qué tienen de particulares?

Fundamentos básicos

Como decimos, no todas sirven por igual. Por eso es muy importante que atendamos que, en la dirección que escojamos, esa sea la más conveniente para tus actividades. De manera general, y como ya sucede con las convencionales, las bicicletas eléctricas de carretera tienen una presencia distinguida.

Por ejemplo, y diferenciándose muy bien de las de montaña, estas e-‘bikes’ tienen una imagen mucho más física, portentosa y aerodinámica, que es de lo que básicamente se tratan. En este sentido, estas se caracterizan por tener ruedas de 700, un diámetro lo suficientemente fino como para rodar de manera muy ágil por asfalto.

Son bicis relativamente ligeras en comparación a una Mountain Bike, y su finalidad es pedalear por la calle o carretera. Al mismo tiempo, son muy bien vistas porque son bastante sencillas pero fiables y capaces de realizar cualquier tipo de ruta. Otro aspecto importante sobre las mismas es que, de la misma manera que se observan con las más comunes, estas bicicletas eléctricas de carretera emplean cuadros de aluminio y la mayoría de modelos incluyen horquillas de carbono.

Con ello suelen, y como veremos a continuación con sus diferentes modelos, estas pueden contener geometrías bastante cómodas, es decir: pueden disponer de posiciones extremas típicas de la competición, pues van dirigidas tanto al que puede ser un público más adentrado como a uno generalista que se estrena en la carretera… o, simplemente, no quiere invertir más en ello.

Qué tener en cuenta

Muy bien; hemos aprendido cómo son las que están orientadas hacia un público que puede ser más de competición, de asfalto. Pero ¿cómo es su funcionamiento de este tipo de bicis? Y es que no hay que confundir a las bicicletas eléctricas con los scooters o motos eléctricas. Una bicicleta eléctrica es básicamente una bici normal; así como la conoces, con pedales y todos sus elementos, pero equipadas con sistemas electrificados.

Estos son el motor eléctrico, su batería y un controlador. Así, básicamente, la diferencia entre una ‘e-bike’ y una que no lo es que con ella se puede controlar la intensidad del pedaleo y el motor sirve de ayuda muscular. De este modo, tan solo hay que incrementar o disminuir el nivel de asistencia, lo que es especialmente útil en lugares con grandes cuestas que suponen todo un reto para las bicicletas tradicionales. Esto es algo que funciona especialmente bien para las de uso de carretera.

Normalmente, las bicicletas eléctricas tienen varios modos de asistencia. La mayoría de los sistemas tienen tres. Uno de ellos que proporciona poca ayuda al pedaleo, por lo tanto la batería de la bici durará más; otro que proporciona una ayuda media, y otro que proporciona gran potencia y ayuda, pero la batería se agotará antes.

Ninguno de estos funcionará si se para de dar pedales. Es decir; que sí que es necesario pedalear para que el motor entre en funcionamiento y nos ayude a la hora de completar la pedalada. A través de ello, el motor se alimentará a través de una batería recargable que generalmente se aloja en el tubo transversal del cuadro de la bicicleta.

Tienen diferentes capacidades (de lo que depende la autonomía), distintos pesos y materiales. Las más recomendadas son las fabricadas en ion litio, que tienen una mayor durabilidad, menor peso y ocupan menos espacio que las tradicionales baterías de plomo. Estas, por cuestiones de mayor ligereza y resistencia, son las más apropiadas para las que son estas bicicletas eléctricas de carretera.

Tipos y modelos principales

Al mismo tiempo, debemos pensar el uso que le vamos a dar. Más allá de que le demos una utilidad u otra, hay que atender que las hay para fondo, de contrarreloj, para trayectos largos, de competición… así, la oferta destinada al ciclista de carretera se ha incrementado casi al nivel que hizo años atrás la disciplina del mountain bike.

De esta forma en la actualidad las mejores marcas de bicicletas eléctricas, también de carretera, ofrecen modelos orientados a diferentes perfiles de usuario y prácticamente todos los fabricantes tienen en su catálogo diferentes tipos de bicis. Esto también se ha hecho de una manera más completa con la llegada reciente del gravel al mercado. Son las siguientes.

  • Bicis escaladoras (o de carretera común). Con distintas mejoras a lo largo de los años, esta bici es la más reconocida para nuestra actividad. Son las bicicletas más polivalentes de todas y las que tienen una mayor cuota de mercado. Su intervalo de precios va desde los 500-600 euros de los modelos más básicos de aluminio hasta los más de 10.000 euros de los modelos más avanzados de carbono.
  • Competición Aero. Un poco más avanzada, sus cuadros son un híbrido entre la bici de contrarreloj (el diseño más aerodinámico posible) y la bici convencional de carretera. Se trata de buscar el mayor compromiso entre una postura relativamente llevadera y el máximo rendimiento aerodinámico. Son muy usadas para los que hagan ciclismo y triatlón y no dispongan de un presupuesto suficientemente grande
  • Gran fondo. Este tipo de bicicletas eléctricas son las bicicletas asociadas a las largas distancias y como su nombre indica van ligadas a jornadas de resistencia deportiva. Su diseño y geometría están orientadas a ofrecer la máxima comodidad posible, en detrimento de la extrema ligereza o las grandes prestaciones aerodinámicas a alta velocidad.
  • Gravel. Reconocidas como un híbrido entre las de gran fondo y cross o de montaña, es un modelo que no está pensado para la competición, sino para las largas distancias y terrenos sin asfaltar y de poco nivel técnico.

Orbea Gain

Con seguridad, podemos decir que bicis como la Orbea Gain son las mejores. Y no por nada en particular, sino porque en su conjunto demuestra una polivalencia para ejercitarse con ellas que no encontraremos fácilmente en otras. Con una autonomía que alcanza los 150 kilómetros de recorrido, cuenta con un motor en el buje de la rueda trasera que da una ayuda extra.

Con base de carbono, esto hace que no supere los 12 kg, lo que no hace perder la esencia de la clásica bici de carretera. Es más; su batería está perfectamente integrada en el tubo diagonal del cuadro. Es incluso posible añadir una segunda batería similar a un bidón si se necesita más electricidad.

En cuanto a su motor, está alojado en el buje de la rueda trasera. Además, en el tubo horizontal, cerca de la potencia, se ha ubicado el botón de control del rendimiento y entrega de batería a través de un sistema de luces led. Como curiosidad, la asistencia eléctrica se ajusta automáticamente con un sistema de imanes que detectan la cadencia de pedaleo. El motor es un Ebikemotion X35, limitado por ley a 25 km/h y su batería tiene una capacidad de 25oW-36 V.

Canndolale SuperSix

Y si la Orbea ha llamado tu atención, espera a conocer la Cannodale. Esta es un buen ejemplo que dispone del motor en el buje trasero en el que, al disponer además de la batería perfectamente integrada en el cuadro, hacen que esta bici vista de lejos realmente no parezca una bici eléctrica.

La Super Six Evo Neo incorpora un motor con una potencia de 250w, y una batería de 250Wh perfectamente integrada en el cuadro. Además, se puede colocar con facilidad una extensión de batería (Range Extender) a modo de segundo portabidón, lo que aporta un total de hasta 450Wh, utilizada por varias marcas.

Asimismo, el cuadro es de carbono e incorpora un perfil bastante aerodinámico que proporciona una fuerte rigidez y ligereza, como corresponden a este tipo de bicicletas eléctricas de carretera.

Boardman ADV

Esta es una de las bicicletas eléctricas de carretera que se pueden sumar a las de tipo gravel, pues se aclimatan perfectamente a las condiciones de asfalto, pero también de tierra. Conocida por su gran autonomía (de la que es capaz de superar los 90 km), tiene detalles que la hacen muy particular.

Lo vemos en lo que emplea un sistema de transmisión Fazua, discreto y relativamente ligero, que hace que esta bici no supere los 11 kg. En relación con su batería, además de otorgar una autonomía importante, presenta el ‘Breeze Mode’, por lo que es ideal para un largo día sobre el sillín.

Cuenta con un cambio SRAM Apex 1 y frenos hidráulicos. Se trata de una eficaz ‘gravel bike’ que es algo más vertical que las bicicletas de asfalto. No dispone de un sloping o caída agresivo sino más bien suave, lo que será ideal para los principiantes en esta modalidad. El sistema de propulsión cuenta con un motor integrado capaz de producir 250 W de asistencia eléctrica y hasta 60 Nm de par.

Endurance: ON AL Canyon

Con la facilidad de conducción de una bicicleta de carretera clásica, esta presenta una asistencia al pedaleo con hasta 90 km de autonomía y una geometría muy cómoda para largas distancias. Esto la hace ser una de las más completas del mercado, también porque presenta una rigidez bastante ligera.

La principal razón por la que la Endurance: ON AL ofrece un gran rendimiento es por su potente motor. Este ofrece una potencia máxima de 250 W. La velocidad máxima asistida es de 25 km/h. Este motor, además, cuenta con la actualización Black Pepper Performance, que reajusta su rendimiento para exprimir al máximo su potencia y con ello ofrecer sensaciones más naturales.

Además, y al tener un motor, esta también necesita frenos más potentes. Por ello, la bici está dotada de discos de freno de 160 mm y palancas de freno Shimano GRX, que cuentan con una excelente ergonomía que le permite tener una mejor distribución de potencia, control y modulación.

Pynarello Nytro

La Pinarello Nytro es, sin duda, una de las e-bikes más bonitas, pero también más prestacionales. Y es que una de los puntos comunes de casi todas las marcas italianas es la elegancia de sus diseños. Y Pynarello no es la excepción. Por ello, es una de las bicicletas eléctricas de carretera con un diseño muy espectacular.

Pero, además de tener un atractivo diseño, la mecánica de su sistema eléctrico es de otro planeta. En su lugar, esta tiene un medidor de par en el pedalier que detecta la fuerza que se ejerce en la pedalada para regular automáticamente la potencia que tiene que transmitir el motor.

La Pinarello Nytro no dispone de un motor cualquiera, sino un potente propulsor de origen Fazua Evation que es capaz de entregar hasta 400 vatios de potencia en tres modos de funcionamiento:

  • Suave: hasta 125 vatios.
  • Media: hasta 250 vatios.
  • Intensa: hasta 400 vatios.

 

Fuente: adslzone