La última tendencia en movilidad unipersonal y sostenible son los patinetes eléctricos. Estos vehículos más pequeños que una bicicleta se engloban dentro de los denominados como Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Un tipo de transporte que se antoja como la opción más popular para moverse por la ciudad en nuestras rutinas diarias.

Los patinetes eléctricos más allá de sus baterías

Los mismos tienen la forma de un patinete tradicional, pero se les ha añadido una batería eléctrica recargable que los impulsa sin necesidad de que su conductor tenga que hacer esfuerzo. Al moverse de forma autónoma, es necesario también que estén equipados con unos buenos frenos.

Una apuesta segura tanto para aquellas personas con movilidad reducida como para trabajadores, estudiantes y personas cuyo objetivo sea desplazarse fácilmente de un lugar a otro en un corto periodo de tiempo, ahorrando en gasolina y billetes de transporte público. En eso entra su mecánica; una forma distinta de lo que podemos acostumbrar, pero de la que sirve perfectamente bien para todos los usuarios.

Aspectos tan importantes en ellos como la batería son los que ganan todo el protagonismo, especialmente porque de ella depende que tengamos la energía final, así como que luego podamos recorrer más o menos distancias con unas autonomías más o menos longevas. Pero no; no todo se centra en ello, ni mucho menos. Porque sí, las baterías conforman una pieza clave, aunque, ¿qué sería de los patinetes eléctricos sin sus motores? Prácticamente nada.

De qué trata su mecánica

Además, ya no es necesario que los usuarios compren uno, sino que cada vez hay más empresas de micromovilidad que permiten, a través de diferentes aplicaciones, encontrar y usar el patinete dentro de la ciudad siempre que lo necesitemos. En definitiva, una opción que cada día va ganando más usuarios y adeptos, y representa un sector al alza que está creciendo, con impulso y popularidad.

Inicialmente, bien es cierto que hasta hace no más de dos décadas atrás, los que eran modelos comerciables eran simples tablas de madera que permitieran direccionar los ejes de las ruedas para efectuar giros. Éstos se llevaban a cabo realizando una maniobra de inclinación del cuerpo hacia el lado al que se deseaba girar.

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Posteriormente a ello, estos poco a poco vieron como sí que era posible añadirles según qué elementos, cuando entonces se les añadieron los manillares giratorios, frenos traseros… y más recientemente las baterías y los propios motores, dando un salto de estos patinetes eléctricos bastante importante. Su mecánica no era la misma; había evolucionado, y muy bien, además.

Pero empecemos por el principio. Para entender cómo funciona tenemos que establecer la cadena de acciones. El movimiento empieza en el acelerador del manillar, con el que calibramos qué potencia le pedimos al motor. El motor se alimenta de la batería para coger potencia, y la transmite después hasta la rueda a través de la transmisión. En ese momento, se convierte la potencia en movimiento.

Cómo es el motor de los patinetes eléctricos

Por tanto, sí; al igual que ocurriría con cualquier otro vehículo, los motores es una de las partes de los patinetes más importantes. Es entonces cuando nos empiezan a surgir diferentes preguntas: ¿cómo son? ¿qué tienen en común con otros que podemos hallar en los coches? ¿O no tienen nada que ver? ¿Los hay de más de un tipo?

Ante esto, tenemos que decir que sí: hay más de un tipo. Concretamente dos, pero eso lo desgranaremos más adelante. Por su parte, con estos sistemas de propulsión la fiabilidad no debe ser un factor que nos preocupe, ya que la vida útil de estos será siempre muy superior a la del resto de componentes del mismo vehículo.

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De hecho, es fácil decir que las otras piezas, como las ruedas, rodamientos, transmisión, frenos, o incluso las mismas baterías, suelen tener una duración mucho más corta que los motores. Por tanto, el propulsor debe ser el último componente en fallar de este tipo de movilidad. Al ser eléctrico, está formado por sistemas compactos que hacen de él todo un descubrimiento. Ello, ya desde un inicio, genera una suavidad de funcionamiento considerable, así como una simplicidad mecánica superior. Utilizados a menudo también por bicis electrificadas, dentro de los patinetes descubrimos dos variantes de motores:

  • Tipo escobillas. Se trata de un propulsor que ofrece una alta fiabilidad a un precio económico. Como dice su nombre, portan escobillas en sistema, y a pesar de que muchas veces pueden ser reemplazadas, esto significa que debe hacérsele mantenimiento más pronto.
  • Sin escobillas. También conocidos como Brushless, estos tienen dos diferencias: son bastante más pequeños que los anteriores, más ligeros y tienen un precio más elevado (aunque hacen del vehículo uno mejor considerado). La disminución de las dimensiones y el peso es posible gracias a que tienen menos rozamiento, lo que hace que puede girar con muchas más revoluciones y tener un consumo realmente bajo.

Los más considerados

Si observamos la propia mecánica, en su interior podemos ver que su funcionamiento es mucho más sencillo que el que puede ser un simple motor térmico, los de toda la vida. Al contrario que los que funcionan por combustible, en los que la energía se da por explosión, en estos el movimiento se produce gracias a interacciones electromagnéticas.

Así, este tren motriz se encarga de transformar la energía eléctrica que absorbe por sus bornes en energía mecánica, transmitiendo esta energía a las ruedas y permitiendo, por lo tanto, el movimiento del vehículo. En este sentido, la velocidad se calcula a partir de la potencia del controlador y el motor. Para afinar más en el cálculo, hay que estimar que 1 caballo de potencia (CV) equivale a 746W.

En nuestros días, la velocidad media aconsejable para un patinete de adulto es de 25 km/h, aunque hay modelos que llegan a alcanzar los 45 km/h, pero dependiendo de su desarrollo pueden alcanzar más. Mientras, en los que son los modelos infantiles (para niños menores de 8 años), es recomendable un vehículo que no exceda los 15-18 km/h. Estos son los mejores que podemos encontrar y que equipan nuestros VMP.

NNXC 350W (Xiaomi, Cecotec)

El primero al que podemos mirar atentamente es el conocido como NNXC, un tipo de propulsor que está funcionando muy bien en todos los que son estos dispositivos de velocidad media, y los cuales se hacen bastante más económicos. Es por esto que, a menudo, las marcas que suelen tener patinetes de un coste menor tengan a bien montarlos.

Como dice su nombre, este NNXC, tiene una potencia de 350W, lo que, unido a las baterías que equipen (aquí sí sus precios pueden ser mayores), podemos tener un resultado más que interesante. Frecuentemente, este propulsor los suele equipar Xiaomi, sobre todo para el M365 Pro Scooter, aunque Cecotec también lo ha querido instalar en el Bonga.

AZSSMUK 250W (Razor, Hiboy, Homcom)

Como estamos viendo, más allá de los que son los motores con o sin escobillas, o más duraderos o frágiles, contamos unas buenas propuestas a nivel mecánico. Una de ellas es la de AZSSMUK, una de las firmas de motores que más suelen estar relacionadas con los patinetes eléctricos. De hecho, y exceptuando los de mayor nivel, la gran mayoría tiende a equiparlo.

También es cierto que, por el momento, no hay mucha variedad de los mismos. Por lo que tampoco es que haya demasiado donde los fabricantes puedan elegir. Aún con todo, si los primeros de NNXC son bastante más económicos, estos pueden darse con precios más caros, también porque presentan tecnologías más duraderas, como sus propulsores de escobillas. Eso sí; tiene un tamaño algo más pequeño, de corriente continua, con potencias que llegan a los 250W. Razor, Homcom y los Hiboy de más alta calidad trabajan con ellos.

Raycool 1800W (Smartgyro, Nanrobot)

En siguiente lugar contamos también con uno de los sistemas que por niveles de prestaciones más sorprenden, pero es verdad que no es apto para los más frecuentes que podemos ver en nuestras calles. Es más; no suelen verse muy a menudo, también porque se presentan con precios que no están al alcance de los que pueden ser patinetes asequibles, y eso que contamos con un mercado más que extenso hoy en día.

Se trata del Raycool 1800W que, como él mismo ya lo dice, es uno de los motores más potentes y fiables que podemos encontrar. Asimismo, por supuesto que no es de mala calidad, sino todo lo contrario. Es un motor resistente y duradero. Es compatible con modelos de rendimientos mucho mayores, como los de Smartgyro, concretamente el Xtreme Speedway, que alcanza los 45 km/h, o en el caso más extremo, el Nanrobot D5, que llega hasta los 65 km/h.

 

Fuente: adslzone