Cada punto de carga tiene una potencia asociada

Hoy en día, el coche eléctrico se puede conectar a un punto de carga ya en casi cualquier escenario o localización, aunque fuera de casa, en la vía pública, la infraestructura disponible es todavía reducida. Cada una de las alternativas tiene una potencia asociada, y es la que determina, entre otras cosas, los tiempos de carga.

Pero también conviene conocer la capacidad de batería del modelo, y el contrato de suministro y la potencia contratada que se tiene en casa. Es por esto que a la hora de realizar la carga de nuestro coche eléctrico es posible que tengamos alguna falta de energía, lo que hará por su parte, que los tiempos se hagan a velocidades más lentas. Pero tiene solución.

En su proceso intervienen factores como la potencia (Watios), la tensión (Voltios) y la intensidad (Amperios), pero también el tipo de batería que lleve el coche, o los cables que conectan el vehículo con el poste, los enchufes o la estación de carga que utilicemos. Por eso, además de seguir las indicaciones del fabricante en cuanto a revisiones, siempre hemos de recargarlo de forma adecuada.

Cómo es

En este sentido, mejor si no dejas que se descargue por completo. Lo más recomendable es recargar el coche cuando el nivel de batería se encuentre por debajo del 30%. Además, cuando adquirimos un vehículo de estas características, además de los cables opcionales, normalmente suele llevar de serie un cable que se conoce como de ‘emergencia’ y que es compatible con un enchufe doméstico (tipo Schuko).

Es ahí donde deberemos prestar atención, porque antes de enchufarlo a este tipo de toma, deberás comprobar que tanto el enchufe como la instalación estén dimensionados eléctricamente para un uso intensivo como es el de la carga de un coche eléctrico.

Será este punto donde habrá que tener en cuenta que realizar el proceso en un enchufe doméstico en lugar de utilizar un punto de recarga específico siempre conllevará más tiempo de recarga. De todas formas, es verdad que si lo hacemos en casa implicará más tiempo de espera, pero también la más accesible. Las tomas domésticas suelen aportar 2,3 kW de potencia, o 2.300 vatios.

Actualmente, estos coches pueden hacerlo desde los 1,2kW. En cualquier caso, con una potencia de 3,45kW podríamos recargarlo con tranquilidad, pues contando con unas diez horas tendríamos una carga de 34,5kWh permitiendo esta carga realizar una autonomía de más de 250km.

Sí, se puede aumentar la potencia de carga

Aún con todo (si lo hacemos en casa), salvo viviendas realmente antiguas, tanto la instalación interior como la de enlace, la del contador, en la mayoría de los casos están preparadas para contratar potencias más elevadas, lo que refuta que haga falta cambiar el propio contador, pero el que se pueda subir la potencia sin problema no quiere decir que sea necesario.

De todos modos, en caso de que optemos por hacer esto, y como hemos mencionado anteriormente, es importante conocer que nuestro vehículo no varía mucho de cualquier otro aparato eléctrico. Si es así, no es tan recomendable aumentar esa potencia.

Una vez conocido esto, y en el caso de que la potencia contratada sea baja, podemos tomar como opción instalar un cargador confiable y adaptarlo a la potencia disponible. En este caso, cabe la posibilidad de instalar un punto de recarga más rápido, es decir, entre 7,4 hasta 22kW. Entonces, si deberemos aumentar la potencia contratada. Al mismo tiempo, si poseemos en casa de una potencia de 3,7kW ya será suficiente para recargar tu vehículo eléctrico completamente durante toda la noche. Todo esto siguiendo la capacidad de la batería del coche algo primordial para la tarea.

 

Fuente: softzone