La gran incursión de Volvo hacia los eléctricos

Volvo es una de las marcas que más rápido está apostando por acelerar su transición hacia el vehículo electrificado Prueba de ello es que casi la mitad de sus ventas en Europa ya se corresponden con modelos enchufables, pero la firma sueca ha de seguir implementando cambios en su gama. Un aspecto importante teniendo en cuenta que su incursión a la variante es reciente y prácticamente nueva.

De todos modos, no es de extrañar su gran incursión, puesto que siempre se han mostrado (y mantenido) como una de las firmas más fuertes en cualquier campo. Gran parte de esa culpa la tienen sus nuevas tecnologías con las que han sabido adoptar a sus vehículos con las últimas prestaciones para otorgar a sus vehículos un rendimiento de gran nivel.

Es más; la marca sabe que la conectividad, la automatización y la electrificación serán los tres pilares sobre los que se sustente el sector del automóvil. Asimismo, el futuro de Volvo pasa por una gama compuesta exclusivamente por coches eléctricos, y estos vehículos deben contar con un equipamiento tecnológico superior a los que tenemos disponibles en este momento. Y en ello se refieren sus propulsores y los variados tipos.

Cómo son

Como tal, el planteamiento de la automovilística no es otro que prescindir completamente de los motores de combustión. La dirección se dirige hacia el año 2030, fecha en la que buscará que todos sus modelos sean coches electrificados. Para logar este importante paso, la marca ya busca nuevas soluciones que tienen mucho que ver con los sistemas que ya equipan actualmente.

Entre los aspectos más profundos que se hallan, está en que han puesto el acento en una nueva plataforma exclusiva para esta clase de coches eléctricos, pero también en la fabricación de sus propias baterías de nueva generación que mejorarán en autonomía, con la meta puesta en los 1.000 km, y tiempos de carga reducidos.

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Esta búsqueda lo hemos visto de una manera muy sustancial con modelos tan protagonistas como el Volvo XC40 Recharge, un modelo de los 100% eléctricos que sorprendió a todos porque lleva un motor eléctrico para cada eje, siendo por lo tanto un coche de tracción a las cuatro ruedas. De hecho, el reparto de energía es del 50:50. Y es que los motores desarrollan la misma potencia de 150 kW (204 CV), ofreciendo un rendimiento máximo conjunto de 300 kW (408 CV) y 660 Nm de par motor. Este es el paso siguiente del XC40 híbrido enchufable.

Pero, por si esto no fuera suficiente, en el añadido incorporaron un añadido que se basa en un único motor con accionamiento en las ruedas, y que se presentó este año como la segunda variante tras la primera versión. Este, en concreto, desarrolla una potencia de 170 kW (231 CV) con una batería de 69 kWh.

La marca quiere más autonomía

A través de esto, como decíamos, las nuevas tecnologías están muy presentes. Es cierto que, de momento, los suecos solo tienen estos dos coches eléctricos puros Volvo, más los siete restantes híbridos enchufables. Pero los pasos van bien encaminados para que su gama pueda incorporar más y más modelos.

Hacia ello enfocan la unión con el fabricante de baterías de Northvolt, una alianza que les permitirá contar ya a mediados de esta década con baterías que mejoren en un 50 % la densidad energética en comparación a las actuales. Esa tarea traerá la rotura de la barrera de los 1.000 Wh/l para alcanzar una autonomía real de 1.000 km entre cargas.

En estos momentos, también se está siguiendo la estrategia con el próximo C40 Recharge, la evolución crossover coupé de los XC40 y XC60 y XC60. Este será el concepto más nuevo de la casa, el cual equipará dos motores eléctricos, uno en cada eje, alimentados por una batería de 78 kWh que, mediante una toma rápida, puede ser recargada hasta el 80% en unos 40 minutos. Su potencia alcanzará los 300 kW (408 CV).

 

Fuente: adslzone