Esta empresa ya cuenta con antecedentes en este sector, ya que fue la primera del mundo en hacer en Europa pisos de una, dos y tres plantas. También fueron los encargados de hacer una turbina de viento gracias a una impresora 3D.

En tiempo récord

Tan solo han sido necesarias 18 horas para imprimirla, lo que se considera una gran velocidad. Esto supone una gran noticia para el país y para todas las familias que se verán beneficiadas de las construcción de este nuevo colegio.

El edificio cuenta con unas dimensiones de 56 metros cuadrados y lo que caracteriza a este modelo de impresora es que puede hacer bloques de hormigón de unos diez metros de largo y ancho por otros tres de altura.

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Este centro educativo lleva operativo desde el 21 de junio, del cual el director de educación del país se siente impresionado. En general en el continente africano existe una gran falta de escuelas, incluso las hay flotantes.

Concretamente en Malawi faltan unas 36.000 clases, que se podrían llegar a construir en unos 70 años con la tecnología tradicional, lo cual como es obvio es inviable. Sin embargo, gracias a la tecnología que aportan las impresoras 3D este déficit podría subsanarse en menos de una década.

La importancia de la educación

Es un edificio con una estructura que impresiona mucho tanto por la forma en la que está diseñado como por todo el tiempo que estará en el país, además de tratarse de una gran novedad. Ninguno de los jóvenes estudiantes ha podido contar antes en su vida con un edificio educativo de estas características lo que hará que muchos de estos chicos y chicas vuelvan a los estudios.

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Se espera que con esta tecnología se pueda dar solución a algo que es muy necesario e importante en la vida de cualquier persona, sobre todo desde tan jóvenes. La empresa responsable quiere imitar esto por el continente africano y ya hay en marcha planes en países como Zimbabue y Kenia. También en la isla de Madagascar está planeado un proyecto de construcción de un colegio hecho gracias a una impresora 3D, pero de otra compañía.

Esto demuestra que las impresoras 3D tienen un uso doméstico y podemos hacer uso de ellas desde nuestras casas para fabricar prácticamente lo que queramos, pero siempre se puede ir un paso más allá y ayudar a la gente gracias a esta tecnología en la que colaboran empresas y compañías que solo quieren un mundo mejor.

 

Fuente: adslzone