Es el caso de los robots con forma de ser humano en Japón, a los que se les está antojando bastante complicado buscar un sitio en el que los acojan. La compañía de robótica nipona SoftBank comunicó el pasado martes que paraliza la fabricación de sus robots humanoides ya que la gente no los está pidiendo para comprarlos.
Una tecnología inusual
Es normal que ese tipo de productos no triunfen en el mercado ya que no estamos acostumbrados a interactuar con este tipo de robots humanoides. Aunque es cierto que nos pueden ser de gran utilidad, no nos terminamos de fiar de estas formas tecnológicas tan futuristas.
Además, otro factor a tener en cuenta a la hora de decantarnos por adquirir un robot humanoide es que al tratarse de algo nuevo, puede contar con fallos en el sistema que le impida realizar su trabajo de forma correcta. No sería la primera vez que una empresa saca al mercado un producto que en un principio no funciona y no ha sido hasta futuras actualizaciones y versiones futuros cuando se ha obtenido la optimización perfecta de los productos.
Uno más en la familia
Pepper es el nombre que recibe uno de estos robots nipones diseñado por Softbank. Esta máquina ha realizado tareas de ayuda en comercios de este grupo y también colabora en trabajos como atención de la salud o atención de ancianos. Tiene habilidades muy útiles que le convierten en un gran compañero con el que poder interactuar.
Estos robots cuentan con reconocimiento facial y pueden sentir igual que una persona, a la vez que puedes hablar con él sobre varios temas. De hecho, cuenta con capacidades como que, si por ejemplo si estas triste, esta máquina tratará de levantarte el ánimo hablando o emitiendo imágenes que tiene a través de una pantalla que posee en el pecho.
La compañía lanzó a la venta en el año 2015 los robots con un precio bastante elevado, ya que para reservarlo había que abonar 2.000 dólares. Los robots podrán ser usados en centros médicos, colegios, zonas de ocio o diferentes comercios.
Esto no quiere decir que sea el fin de los robots con forma humana, sino que tan solo hay que ganarse la confianza de los clientes con un buen producto y seguro que en un futuro este tipo de producto será muy común en muchas casas en todo el mundo.
