Las dos personas, que formaban un matrimonio, han sido detenidas en Daganzo de Arriba (Madrid) por operar varias páginas web que anunciaban como servicio oficial de plataformas rumanas, pero en las que en realidad ofrecían canales IPTV y decos modificados. La Policía Nacional inició la investigación a finales de 2019 después de que LaLiga presentase la denuncia contra este portal por vender los decodificadores modificados en los que se permitía ver, entre otros contenidos, el fútbol español.

Vendían decos y líneas CCCam, además de líneas IPTV por separado

El método usado por estos decos era el cardsharing, mediante la cual un usuario con tarjeta legítima la adjunta a un ordenador o dreambox con conexión a Internet, a través de donde facilitan las claves de descifrado en los decodificadores manipulados. Gracias a eso, los usuarios pueden ver el contenido sin pagar a través de los decos pirata.

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El cardsharing se castiga actualmente con hasta dos años de cárcel y con una multa de hasta 300.000 euros para quienes operen este tipo de servicios. Quienes facilitan las claves están cometiendo dos delitos: uno contra los servicios de radiodifusión televisiva de carácter condicional y otro contra la propiedad intelectual, lucrándose en el proceso.

Cada deco costaba 50 euros y venía con líneas

Los operadores de este servicio habrían obtenido un beneficio económico de más de 100.000 euros anuales, con una ganancia estimada durante los alrededor de tres años que han estado operativos de unos 320.000 euros. Cada decodificador modificado se vendía por 50 euros, cobrándoles además una cuota mensual de mantenimiento del servicio a cambio de ver tele gratis. También ofrecían la posibilidad de contratar solo las líneas CCCam por separado, y también vendían líneas IPTV para ver contenido a través de Internet, aunque la mayoría de sus clientes adquirían los decodificadores como accesorios para televisores.

Todas las modalidades eran publicitadas, además de en sus propias webs, en otras webs de terceros donde se hacían pasar por un proveedor oficial en España de los principales operadores de televisión rumanos, los cuales no tienen ninguna licencia ni posibilidad de operar en España porque los derechos de emisión se gestionan por país y no pueden distribuirse en otro; y mucho menos hacerlo sin tener permiso del dueño de esos derechos.

La gran mayoría de ventas de los decos se hacían en persona para realizar el pago en mano, aunque también tenían cuentas bancarias en las que recibían el pago mensual de los usuarios. En la redada autorizada por el juez se intervinieron casi 200 decodificadores, 2.400 euros en efectivo, así como también móviles y una tablet que los detenidos usaban para publicitar los servicios y mantener un registro de sus clientes. En el domicilio también tenían un taller en el que manipulaban los descodificadores, a los cuales les introducían las líneas mediante pendrive.

 

Fuente: Policía Nacional | adslzone