Si tienes un coche eléctrico o piensas tenerlo, debes tener en cuenta cuánto va a durar la batería ya que se trata de un asunto primordial antes de decidirte. Por lo general, la cobertura de la batería de un coche eléctrico por parte de la garantía suele ser ocho años pero esto varía depende del modelo, el fabricante o el país. Sea como sea, asumamos que hay motivos que hacen que se degrade. Pero la pregunta es: ¿por qué se degrada una batería de un coche eléctrico y en qué nos afectaría a la hora de elegir?

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Degradación de la batería

La degradación de la batería de un coche eléctrico es un proceso que va realizándose poco a poco y que, como su propio nombre indica, hace que la cantidad de energía que puede almacenar sea cada vez menor. Al contrario de lo que puedes pensar en un primer momento, la degradación de la batería en un vehículo de este tipo no es lo mismo que el alcance del mismo. En el primer caso, se trata de cuánta energía podemos conseguir con esa batería (en kWh) y en el segundo caso se trataría de cuánta distancia podemos recorrer con esos kWhs que nos ofrece de autonomía pero en la que también hay todo tipo de factores que ya conocemos como la carga en el vehículo, la temperatura, la topografía de la carretera o incluso cómo estemos acostumbrados a conducir habitualmente.

La batería suele ser uno de los principales elementos que “sufre” más en un coche de este tipo y suele reducirse a medida que lo usamos. La autonomía de las baterías suele durar, aproximadamente, durante unos ocho años en un estado óptimo. O, al menos, es lo que la mayoría de fabricantes garantizan: ocho años de autonomía óptima y unos quince o veinte años de vida media aunque esto puede depender de infinidad de factores o de cómo “tratemos” a la batería de nuestro coche eléctrico. Por lo general, se considera que una batería está en buenas condiciones cuando mantiene el 80% de la capacidad original.

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La degradación de las baterías no es lineal a lo largo de toda la vida útil ni tampoco es proporcional al uso que hacemos de los coches. Es decir, por usar más un coche eléctrico no va a estropearse la batería del mismo antes que en uno con un menor uso. Tampoco se mantiene en el tiempo: normalmente es estable en en los tres o cuatro primeros años y a partir del quinto comienza a acelerarse la degradación de las baterías. Se estima que a los seis años y medio o siete años, las baterías suelen rondar un 90% de su capacidad inicial, perdiéndose más rápido en años sucesivos.

Las baterías de los coches eléctricos se degradan, sí, pero la mejor forma de evitarlo o alargar su vida útil es seguir una serie de consejos y cuidados bastante sencillos como cuidar los ciclos de carga, evitar la exposición a un calor excesivo, no dejar el vehículo cargando más tiempo del necesario en caso de mucho calor o evitar circular en reserva para que esa vida útil se alargue un poco más de lo habitual.

Diferencias entre modelos

Aunque podamos analizar por qué se degrada la batería de un coche eléctrico, los motivos no siempre se aplican en el mismo porcentaje a todos los vehículos del mercado. La compañía Geotab realizó en 2019 un estudio con información de 6.300 vehículos eléctricos de más de 20 modelos diferentes y resulta interesante comprobar las grandes diferencias que hay entre algunos de los modelos analizados.

La media de degradación de las baterías es de 2,3% de capacidad cada año aunque los primeros años se mantiene mucho más estable y la pérdida se dispara a partir del cuarto o el quinto. Pero no solo hay diferencias entre años (o el uso que le damos) sino entre modelos concretos, por ejemplo.

En el caso del estudio de Geotab, podemos comprobar que un Tesla Model S sufre una degradación de las baterías de un 5,7% en tres años mientras que un Nissan LEAF alcanza una degradación de su batería de 11,6% en el mismo periodo. En el caso del modelo LEAF, lo haría mucho más rápido, como podemos ver en el siguiente gráfico. Por su parte, un vehículo KIA Soul EV sólo perdería un 2% en treinta meses,

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El estudio también hace hincapié en la diferencia en coches eléctricos con respecto a los coches híbridos enchufables. Estos últimos ven cómo la degradación de las baterías es mucho menor ya que tienen una menor potencia de carga aunque también influye que se trata de vehículos que pueden ser cargados con menos frecuencia que los anteriores. Siguiendo el análisis, un Audi A3 e-tron no perdería ni un 1% de su capacidad de batería en dos años y medio. Un Toyota Prius Prime, por ejemplo, sólo perdería un 3,3% de la batería en este periodo. Cifras muy alejadas del más de 10% del modelo mencionado anteriormente en un tiempo similar.

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Factores que influyen en la degradación

Aunque es inevitable, en la mayoría de los casos, hay factores que influyen.

La carga rápida

Uno de los principales factores que más “daño” hacen una batería es la carga rápida de la misma. Según el mencionado estudio, la carga frecuente del vehículo no afecta en la pérdida de capacidad pero sí puede acentuarse en el caso de usar cargadores rápidos que utilizan corriente continua para la carga. Con carga rápida perderíamos un 10% en cinco años y sin ellas la batería perdería menos del 2% de su capacidad en el mismo periodo de tiempo. Si las cargas rápidas se realizan una, dos o tres veces al mes conseguiríamos una degradación de las baterías superior al 8%.

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El nivel de batería

Más allá de cómo cargarlo, también es importante cuándo cargar el vehículo. Según los expertos, se considera óptimo que la batería se mantenga siempre entre un 20% de la carga y un 80% y que no esperemos a una descarga completa. En los extremos de la batería, el coche no podría entregar la potencia máxima y podría cambiar la forma en la que conducimos o en la que responde el vehículo por lo que esto no sólo es importante por la salud de la batería sino por la “seguridad” del coche en sí.

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El kilometraje

Lejos de lo que podría pensarse, el kilometraje tiene poco que ver con la degradación de la batería de un coche eléctrico. No influirá que hagas más o menos kilómetros. Según el estudio de Geotab, no hay diferencias significativas entre vehículos que superan los 25.000 kilómetros al año y vehículos que recorren menos de 8.000. Eso sí, hay que tener en cuenta que un mayor uso o un uso intenso puede conllevar un mayor número de cargas rápidas y esto sí afectaría a la degradación de la batería.

Uso

Altas temperaturas

Uno de los principales problemas de las baterías en coches eléctricos son los climas especialmente calurosos. En el caso de exponerse a excesivo calor durante varios días al año tendremos una degradación mucho mayor que en vehículos que están en climas mucho más templados.

Consejos para evitarlo

Si has decidido comprar un coche eléctrico o ya tienes uno, podemos resumir todos los puntos anteriores en unos cuantos consejos que debes seguir y cuyo cumplimiento no te supondrá ningún esfuerzo extraordinario. La batería acabará degradándose, sí, pero será mucho mejor si conseguimos ralentizar el proceso.

  • Mantener, como decimos, la batería siempre entre un 20% y un 80% del total de su capacidad máxima. Sólo cargarlo al completo en caso de que lo necesites para un viaje muy largo pero no mantenerlo aparcado con cargas inferiores a un 20% o con una carga total.
  • Evita la carga rápida. Si evitas este tipo de carga, verás que la degradación es mucho más lenta. Intenta planificarte con antelación o usa apps para coches eléctricos en las que tendrás localizados los puntos de carga en tu trayecto.
  • Cuidado con las temperaturas extremas… No puedes evitar que haga mucho calor en determinados momentos pero sí puedes elegir dónde aparcas, dejar el vehículo en aparcamientos cubiertos o a la sombra y no al sol.

Baterías reutilizadas

Una vez que el vehículo ha bajado la capacidad de su batería más del 80%, no es interesante que sigamos utilizándola para darle vida. Pero esa batería no está muerta del todo, aún tiene una gran capacidad y puede emplearse en otros usos. Algunos fabricantes ya están investigando cómo dar uso a las baterías una vez que no son útiles para los coches y así evitar que se conviertan en residuos, por ejemplo.

En la actualidad, empresas de automóviles como Toyota, Nissan, Renault o BMW ya están colaborando con empresas y proveedores para contribuir al sector energético con estas baterías que ya no van a usarse. Por ejemplo, algunos de los nuevos usos para baterías reusadas es proporcionar energía a edificios y hogares. Una batería que no sirve para un coche sí puede servir para dar luz en un apartamento durante un día entero en España. También se están planeando como opciones para suministrar energía para el alumbrado público, como reciclaje para nuevos usos en vehículos eléctricos o incluso para alumbrar estadios: el Johan Cruyff Arena de Holanda utiliza baterías reusadas de Nissan Leaf junto con 4.200 paneles solares que hacen que se suministre energía suficiente.

Otras averías y cuidados

Más allá de por qué se degradan las baterías en un coche eléctrico, debes tener en cuenta algunas claves o asuntos en el mantenimiento de un coche eléctrico si estás pensando en comprar uno nuevo. Te resultará más asequible si te preocupan las continuas visitas al taller pero eso no quita que requiera un cuidado y mantenimiento:

  • El líquido refrigerante de las baterías será específico para este tipo de vehículos y debe cambiarse cuando indique, según el modelo o el fabricante, aunque es normal que ronde los 80.000 kilómetros para el primer cambio.
  • Los frenos sufrirán menos en un vehículo de estas condiciones. ¿Por qué? Los coches eléctricos aprovechan un sistema de frenada regenerativa que hará que las pastillas se desgasten menos y tengas que cambiarlas con menos frecuencia que en un coche normal. Eso sí, deberás cambiarlas.
  • Los neumáticos necesitarán el mismo mantenimiento.

 

Fuente: adslzone