Estabilización óptica: la lente de tu cámara se mueve

La estabilización óptica, abreviada normalmente como OIS (Optical Image Stabilization) por sus siglas en inglés, es un tipo de estabilización que está presente de manera física en el hardware de tu cámara o móvil. En ella, el sistema tiene un motor interno que mueve uno o más elementos de la lente que ayuda a estabilizarla; tanto cuando estamos enfocando como cuando estamos moviéndonos, ya que contrarresta el movimiento y temblor que introducimos.

Esto hace que el vídeo que grabemos con ellas sea más estable y definido, mientras que para las fotos nos ayuda a poder tomar capturas en situaciones de menor luminosidad sin que la imagen salga movida.

El mecanismo de estabilización cuenta con una especie de gimbal de cuatro ejes similar al que ofrece una Steadicam, pero dentro de la cámara. Un estabilizador externo basado en giroscopios es mejor y mejora la calidad final de lo que grabemos, pero el hecho de llevarlo incluido en el objetivo o en lente es más cómodo.

La estabilización óptica suele presentar como inconvenientes que es más cara de fabricar, lo que aumenta el precio de las lentes o de las cámaras de los móviles, además de aumentar el peso y la complejidad interna, lo que puede dar lugar a más averías.

Aunque inicialmente sólo se utilizaba en cámaras de gama alta, ahora este sistema está en las réflex de gama media, mirrorless (donde el sensor el que se encarga de la estabilización), y en las cámaras de nuestros móviles. De hecho, si os pegáis el móvil a la oreja y lo movéis ligeramente, podréis oír la lente moviéndose dentro en el caso de que la de vuestro terminal tenga OIS. Este tipo de estabilizadores no ofrecen las mismas funcionalidades que los de las cámaras réflex, pero sí son una gran ayuda para tomar fotos y vídeo con mayor estabilidad.

Lens-Stabilization-vs-Sensor-Stabilization-Illustration

Estabilización electrónica, o estabilización digital: todo por software

Si el vídeo original no está estabilizado, es posible estabilizarlo posteriormente mediante software en el propio móvil o con programas de edición. El principal inconveniente que esto presenta es que el vídeo pasa a ser recortado, dando sensación de mayor estabilidad, además de ir moviéndose la imagen con respecto a un horizonte estable que se mantiene fijo, por lo que es necesario “borrar” parte de los bordes para que dejar la parte común.

Esto hace también que la resolución final de lo que estemos grabando baje. En el siguiente vídeo podemos ver varios ejemplos de estabilización hecha de manera manual.

Más allá de eso, software como Premiere, After Effects, Final Cut Pro o Sony Vegas tienen diversos métodos de estabilización incluidos, además de poder usar software de terceros con resultados impresionantes (como ReelSteady o SteadXP), o herramientas más mundanas como el Warp Stabilizer y el Tracking de After Effects.

Todo esto, como vemos, tiene también sus inconvenientes. La imagen que obtenemos no es tan estable y requiere ser recortada, mientras que con un estabilizar óptico también tenemos la opción de pasar la estabilización digital para hacerlo aún más estable. Además, la estabilización por software no se puede aplicar a las fotos, ya que ésta depende de recortar varios fotogramas mediante las zonas comunes que va habiendo entre uno y otro. Por ello, si nuestra cámara no tiene estabilizar óptico, no podremos beneficiarnos de poder hacer fotos con más estabilidad en condiciones de baja luminosidad.

Una muestra de hasta dónde se puede llevar la estabilización electrónica es la GoPro HERO7. El último modelo de la compañía cuenta con la mejor estabilización de una cámara de acción en el mercado, pudiendo prescindir completamente de gimbals externos, como podemos ver en el siguiente vídeo.

La cámara no tiene ningún tipo de estabilizador óptico, sino que todo lo que vemos en sus vídeos está hecho de manera digital dentro de la cámara y de manera automática. Lo único que estamos perdiendo al utilizarla es en torno al 10% de los bordes del vídeo. La estabilización lleva presente en las cámaras de la compañía desde la Hero5 Black, pero no ha sido hasta el modelo de este año cuando lo han llevado a la máxima expresión. El sistema no es perfecto, pero sí que mejora notablemente la calidad final de los vídeos.

En el caso de los móviles, terminales como el Pixel cuentan con la mejor estabilización por software del mercado, llamada EIS, o Electronic Image Stabilization. Cada fabricante de móviles Android también aplica algún tipo de estabilización de software unida a la de hardware que incorporan la mayoría de terminales de gama alta para un mejor resultado final.

Por tanto, lo más recomendable es que el vídeo que grabes sea lo más estable posible en la propia cámara para luego hacerte la vida más fácil si quieres estabilizarlo. Si compras una cámara de acción, intenta que tenga algún tipo de estabilización electrónica, ya que lo agradecerás mucho cuando vayas a ver los vídeos en casa.

 

Fuente: adslzone