El TDT, mala opción de cara al futuro

El sistema audiovisual alemán está basado en el satélite. Eso quiere decir que cualquier usuario puede coger su antena, viva donde viva, orientarla al satélite (Astra normalmente) y disfrutar de todos los canales que ofrece la televisión, ya sean abiertos o cerrados (habiendo que pagar para estos últimos), y en HD o SD.

En España se optó por la TDT, que tiene un ancho de banda con menor capacidad, lo que obliga a aplicar una mayor compresión a los canales. Además, la TDT no es capaz de cubrir el 100% del territorio nacional como sí es capaz de hacer el satélite. Además, la TDT ha generado infinitud de problemas tanto para repartir y reordenar las frecuencias como a los edificios, comunidades y casas individuales para adaptarse a los cambios, además de haber dado una posición dominante a Mediaset y a Atresmedia en el reparto de la publicidad y la audiencia.

El satélite baja de 1 millón de abonados por primera vez en el siglo XXI

Lo que parece que en España se está postulando como la alternativa más popular y con más crecimiento es la televisión a través de Internet. Este modelo de pago no para de ganar usuarios mes tras mes, habiendo alcanzado ya casi 5 millones de abonados (4,83) en nuestro país en el tercer trimestre de 2016, por los 2,8 que tenía dos años antes, tal y como podemos ver en los datos que ha publicado hoy la CNMC.

El satélite ha sufrido un proceso a la inversa, y mientras tenía 1,58 millones de abonados en el tercer trimestre de 2014, en los últimos datos publicados por la CNMC del tercer trimestre de 2016 el satélite ha bajado por primera vez de un millón de abonados en el siglo XXI para situarse en 950.000 abonados, perdiendo en el último trimestre 60.000(280.000 en el último año), aquejada también por el pirateo. En las ciudades la mayoría de clientes de fibra se pasa a la televisión por Internet, siendo el satélite la única opción para tener televisión de pago en HD en zonas que no tienen todavía fibra en nuestro país.

La mala calidad de las retransmisiones de TDT, así como la compresión (algo menor) que hay que aplicar al satélite, ha hecho que los usuarios estén prefiriendo disfrutar del contenido que ofrecen los operadores en la televisión de pago a través de Internet, donde el 4K está empezando a abrirse paso gracias a la fibra óptica y al cable gracias a las apuestas de Movistar, Vodafone y Orange, con una calidad que no es posible ofrecer ni con TDT ni con el satélite. En la TDT las retransmisiones no pasan de 720p (o 1080i), mientras que en el satélite no hay ningún canal en 4K en España en estos momentos.

De cara a los próximos años, está claro que el 4K va a tomar un gran protagonismo, pero muy probablemente no gracias a la TDT. En el caso de que se implante el códec HEVC, podremos ver, con suerte, emisiones en 1080p reales pero con una gran compresión, quedando limitado el 4K a la televisión por Internet y probablemente al satélite. Se habla incluso de que para 2020 se abandonará toda emisión que no sea en 4K, para acabar de una vez por todas con la dualidad de canales y su calidad de visionado.

 

Fuente: adslzone