El último día de junio de este año se estrenará la reforma de la Ley de Telecomunicaciones. ¿Qué significa esto? A pesar de que en 2022 se lanzó una Ley que establecía ciertos comportamientos en telemarketing, no han sido suficientes. Ya no solo es que se tengan en cuenta las horas prohibidas para llamarnos, sino que es realmente molesto recibir llamadas de números fijos o móviles que no conocemos. ¿Servirá de algo la reforma?

No te llamarán si no eres cliente

Entre las grandes novedades tenemos que no nos llamarán si no somos cliente de esa empresa. Esto evitará que la competencia se ponga en contacto con nosotros para ofertarnos mejores tarifas o para conocer las condiciones de un servicio contratado. En el Artículo 66 de la Ley se recoge:

«Con el fin de proteger en mayor medida los intereses legítimos de los consumidores y usuarios, queda prohibida la realización, por parte de los operadores, de llamadas telefónicas no solicitadas por el consumidor y/o usuario con el objetivo o efecto de promocionar o vender bienes o servicios. No será de aplicación la restricción anterior siempre y cuando exista un consentimiento previo del propio consumidor y/o usuario para recibir comunicaciones comerciales que habilite al propio«.

Esto quiere decir que si nos hemos negado a recibir notificaciones del operador contratado, tampoco podrán ponerse en contacto con nosotros. Este tipo de cláusulas se firman con el contrato. Y, en el caso de hacerlo por vía telefónica, también tendremos que dar o denegar el permiso. En cualquier caso, esto es algo que se puede modificar en un futuro si nos arrepentimos.

Sólo afectará si están en España

Sin embargo, la reforma no es tan ideal como parece. Aunque podría aparentar que se van a acabar las llamadas de spam, hay que tener en cuenta un dato: solo afecta si el call center hace las llamadas desde España. Es decir, si el operador tiene contratados teleoperadores en otros países, como los de América del Sur, esta Ley no tiene por qué cumplirse.

Aunque cada vez hay menos empresas que apostaban por este tipo de contratos, podría ser el momento ideal para recuperarlos. Además, aunque haya operadores que anuncien que todas las llamadas serán atendidas por comerciales españoles, estos podrían estar en cualquier parte del mundo. Por lo que su efectividad sería nula.

Técnicamente si los operadores enrutan la llamada desde un numero español (+34), debería contar como llamada realizada desde España. Sin embargo, no hay nada claro aún. Como es imposible prohibir las llamadas desde el extranjero, la única solución sería prohibir que las empresas contraten a call center que vivan fuera de nuestro país.

Esta nueva medida podría poner en peligro los puestos de trabajo de los teleoperadores españoles, en caso de que las empresas decidan apostar por trabajadores de otros países.

 

Fuente: adslzone