Más que nada, porque sin ir más lejos, podría estar ante la decisión de su vida. Ya, desde hace un tiempo, vamos oyendo rumores que dejan caer la posibilidad de que Vodafone apostará finalmente por vender su red de cable con tecnología HFC. Especialmente, es vital que llegue a reaccionar. Básicamente porque se ha quedado atrás sin poder entrar en una operación de concentración y, sobre todo, porque la fusión de Orange y MásMóvil deja en una posición complicada a la compañía.

Las alternativas de Vodafone para el futuro

De cara al futuro, la situación de Vodafone no puede seguir por el mismo camino. Más que nada, porque se ha quedado bastante atrás de sus competidores. Situación que ha llevado a que la operadora ya tenga en mente la opción de vender su red de cable HFC (híbrido de fibra coaxial) en España, formada por unos 7,5 millones de accesos, además del resto de su red de banda ancha (3,5 millones de hogares urbanos). Y, de esta manera, usaría la red de Movistar.

Algo que no nos debe pillar por sorpresa, puesto que durante el año pasado ya vimos cómo estaba la opción de usar la red FTTH de Movistar o, incluso, de Onivia. En su momento, Telefónica dejó claro que llegaría a ofrecer, supuestamente, un precio muy competitivo a largo plazo.

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Aunque, antes de apostar finalmente por esta primera opción, también tiene sobre la mesa otra carta a tener en cuenta, venderla de forma parcial con el objetivo de que el inversor llegue a financiar el cambio de cable coaxial a fibra y así construir una fiberco mayorista con ella.

Pero, hay una tercera vía, que cada vez está más lejos. Invertir en la modernización de su banda ancha sin llegar a venderla. Puesto que el precio por renovar su banda ancha por hogar sale bastante caro. Los expertos creen que sería un gasto de entre 150 y 300 euros por hogar. Por lo que supone una inversión de cientos de millones, además de que, durante el cambio, pueden perder una importante cantidad de clientes.

¿Cuál es la mejor opción?

Sin duda alguna, la que parece menos probable es la modernización de su cable HFC a fibra, básicamente porque es difícil que encuentren un inversor capaz de aportar todo el capital que va a tener que pagar Vodafone para lograrlo. Además, si se liga a largo plazo a una nueva fiberco, sería prácticamente imposible que tenga la posibilidad de optar a una fusión en un futuro. Más que nada, porque dicha fusión estaría bloqueada por el contrato con la red mayorista de fibra óptica.

No obstante, la llegada de una fiberco de este calibre, con los 11 millones de acceso en los hogares españoles que dispone actualmente, supondría elevar claramente su grado de competitividad actual frente al resto de operadores. Por lo que esta podría ser su gran apuesta de futuro. O, también, llegar a vender su red de cable y aprovechar la supuesta oferta de Telefónica para usar su red FTTH. En cualquier caso, ninguna de estas opciones es fácil de elegir-

 

Fuente: Expansión | adslzone