Uno de los motivos más comunes es que alguien está conectado a nuestra red sin permiso, gastando ancho de banda y poniendo en riesgo la seguridad de nuestros datos. Afortunadamente, existen formas de saber si esto está ocurriendo y de cómo actuar para solucionarlo rápidamente.

¿Alguien se ha conectado a tu red WiFi?

Lo primero es identificar si hay dispositivos desconocidos en tu red. Muchos routers modernos ofrecen aplicaciones móviles que permiten ver todos los equipos conectados. Al abrir la app de tu proveedor de Internet o acceder a la configuración del router desde un navegador, encontrarás una lista de todos los dispositivos con acceso activo. Cada dispositivo suele aparecer con un nombre o dirección MAC. Si ves algo que no reconoces, probablemente alguien está usando tu WiFi sin autorización. Otra opción es mirar el consumo de datos. Si notas que tu internet va más lento de lo normal sin que nadie en casa esté usando la red de forma intensa, puede ser un indicio de intrusos.

Una vez confirmado que hay conexiones sospechosas, el siguiente paso es proteger tu red y echar a los intrusos. Cambiar la contraseña del WiFi es la forma más efectiva y rápida. Asegúrate de elegir una contraseña larga, combinando letras, números y símbolos, evitando nombres evidentes como tu dirección o tu fecha de nacimiento. Tras cambiar la contraseña, todos los dispositivos tendrán que reconectarse, lo que automáticamente expulsará a cualquiera que estuviera conectado sin permiso. En caso de que tengas invitados frecuentes o dispositivos inteligentes en casa, conviene acordarse de esos dispositivos y anotarlos para no bloquearles.

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Si tu router lo permite, también puedes bloquear dispositivos específicos mediante la lista de direcciones MAC. Cada aparato conectado a la red tiene un identificador único, y añadiendo la dirección MAC del intruso a la lista negra, impedirás que se conecte incluso si conoce la nueva contraseña. Algunos routers ofrecen también la opción de activar una red de invitados separada, que limita el acceso a tus archivos y configuraciones principales.

También es recomendable es revisar periódicamente la configuración de tu router. Debes mantener el firmware actualizado para que, además de mejorar el rendimiento, también se corrijan vulnerabilidades de seguridad que los hackers podrían aprovechar. Además, desactivar funciones innecesarias, como la administración remota del router, reduce las posibilidades de que alguien acceda sin autorización desde fuera de tu hogar. Para quienes quieres aún más seguridad, configurar el WiFi con cifrado WPA3 es la mejor opción, ya que protege la información que se transmite en la red frente a los intrusos.

Para terminar, es importante adoptar hábitos que eviten que vuelvan a conectarse. Para ello:

  • Nunca compartas la contraseña de tu WiFi en lugares públicos o redes sociales.
  • Cambia la clave periódicamente, aunque no detectes problemas.
  • Revisa de vez en cuando los dispositivos conectados y el consumo de datos para detectar cualquier irregularidad a tiempo.

Con estos pasos, harás que tu conexión sea solo tuya, protegerás tu información personal y te estarás asegurando de que tu red funcione con la velocidad y seguridad que necesitas.

 

Fuente: adslzone