A los amantes de la tecnología nos han vendido muchas motos. De dos ruedas, de cuatro, con un cómodo sillín o incluso en formato de sidecar. Hemos visto motos de todos los estilos y colores. El Metaverso es una de las más recientes y una de las que ha impactado con más energía, al menos hasta que se ha ido desinflando hasta llegar a un punto en el que ya no queda claro nada. Porque incluso los especialistas en el metaverso se llegan a preguntar, en ocasiones, si esto existe ya o si todavía está en desarrollo. No queda muy claro.

La existencia del Metaverso

Vamos con lo básico y luego ya, desde ahí, empezamos a ver la situación actual. Todos podemos coincidir en que el Metaverso es un universo digital alternativo. Hasta la RAE menciona que se trata del término que se utiliza cada vez más para definir un universo virtual. Por lo tanto, lo entendemos. No obstante, este concepto chocaría con el de la práctica mayoría de juegos MMORPG, por ejemplo. La diferencia, por lo tanto, es que el Metaverso es una representación paralela de nuestro universo (teóricamente).

Es decir, que en el Metaverso puedes hacer prácticamente cualquier cosa que también puedes hacer en la realidad e incluso te puedes encontrar con los mismos tipos de desafío. Al mismo tiempo, el Metaverso se supone que combina distintas tecnologías y varios estilos de comunicación digital a través de diferentes medios o procesos. En su interior se combina la realidad física, la realidad virtual y la realidad aumentada, todo ello con el uso de Internet como motor para que la existencia persistente del Metaverso pueda seguir activa.

Lo que al mismo tiempo hace el Metaverso es derribar muros y evitar las limitaciones, al menos algunas, que podemos tener en el mundo real. Para movernos dentro del mismo utilizamos un avatar que podemos personalizar a nuestro gusto, aunque variando en cierto modo del servicio al que nos conectemos. No estamos metiéndonos en la película Ready Player One por mucho que nos lo intenten ofrecer con ese concepto. Por ahora, los avatares están muy limitados incluso en el caso de los que ofrece Meta, la empresa liderada por Mark Zuckerberg.

Moviéndonos por el Metaverso puedes llegar a utilizar todo tipo de servicios, acceder a distintos mundos y encontrar todo tipo de personas dependiendo del lugar al que accedas. Suena bien, pero en su concepto y desarrollo hay más palabrería que realidad. Si se deja el lado el hype que generó en su momento, el Metaverso es un concepto que tampoco dista tanto de lo que Habbo Hotel ofrece desde el año 2000. Entonces, ¿qué sentido tiene todo esto?

Decepción y millones perdidos

El Metaverso, por lo tanto, existe desde hace más tiempo del que imaginas. Habbo forma parte del Metaverso, World of Warcraft también y, por supuesto, Second Life. Son experiencias que han estado disponibles mucho más tiempo del que podamos recordar y, en ningún momento, nadie se ha referido a ellas como Metaverso. No obstante, algo cambió en 2019.

Primero, se establece el Consorcio VRM, que tiene la intención de trabajar y unificar el uso de avatares 3D. Su intención abre una nueva vía, puesto que lo que quieren es que los mismos avatares que se generan para una experiencia puedan ser trasladados a otros muchos tipos de metaverso. Es decir, en el momento en el que te creases ese avatar, lo podrías llevar contigo aplicación por aplicación y así mantener una identidad virtual que podrías llegar a considerar “real”. Serías tú y tu versión metavérsica y, con esa versión, te meterías en juegos, en mundos virtuales de citas o en cualquier otra propuesta virtual. Hasta podría llegar el día en el que tu avatar del metaverso estuviera vinculado a tu DNI y que tuvieras dos identidades oficiales y legales.

Esa idea es buena. No se puede decir que no nos genere interés, aunque Nintendo y sus Mii o Xbox con sus avatares de los tiempos de Xbox 360, ya lo hacían a su modo. Creabas tu avatar y lo podías llevar a distintos juegos. Es algo tan “retro” que hasta parece un poco pasado de moda. Pero en cualquier caso, la idea no era mala. Otra cosa es que, claro está, ninguna empresa seria de videojuegos cambiaría sus personajes propios por los avatares del Metaverso. ¿Te imaginas que Blizzard cambia sus personajes de World of Warcraft para que entres con tu cutre-avatar de Meta? No parece muy buena idea.

Como Mark Zuckerberg se debe aburrir mucho y en 2021 ya veía cómo se acercaba la crisis de los 40, decidió hacer un cambio radical en su empresa. Se dejaría de llamar Facebook, porque era un nombre que ya huele a cerrado, y pasaría a llamarse Meta Platforms. Al mismo tiempo, mencionaba que tenía sobre la mesa un plan a 10 años en el que el Metaverso sería el centro de sus nuevos desarrollos (y después de esos 10 años suponemos que volverá a cambiar el nombre de la empresa por otro). Invirtió millones en darle forma a su propuesta y las cosas salieron tan mal, sobre todo con sus ridículos avatares, que tuvo que empezar a dirigir su atención a otras ideas. Hoy día su servicio Meta Horizon Worlds para los headset Meta Quest ha mejorado, pero tampoco es que sea una maravilla y cada día parece que esté más abandonado.

La siguiente moda que se le pasó a Zuckerberg por la cabeza fue la de la IA y es en eso en lo que está concentrando ahora sus esfuerzos. En paralelo menciona que siguen invirtiendo miles y miles de dólares anuales en el metaverso, aunque no convenza con sus palabras. Para rematar, su intención es meter la IA en el metaverso y que así sea la inteligencia artificial la que genere mundos virtuales. También será quien se ocupe de habitarlos con personajes que no existan en la humanidad. Esa no es una mala idea, puesto que, al menos, de esa forma habrá alguien en el metaverso haciendo compañía al avatar de Zuckerberg.

Para resumir, sí, el metaverso es humo, fruto de millonarios haciendo cosas de millonarios: aburrirse y quemar dólares sin descanso. No hay una dirección metaverso punto com donde puedas entrar para visitarlo. Ni tampoco te puedes conectar a un headset y llevar tu consciencia fuera del mundo físico. Es un concepto más fantasioso que realista, otra forma innecesaria de desperdiciar fondos que podrían ser utilizados para algo interesante de verdad. ¿Existirá el metaverso algún día tal y como se concibe? Podría ser, pero es obvio que no con la tecnología ni los medios que tenemos en la actualidad. Lo que existe ahora mismo son aplicaciones y juegos con mundos virtuales, nada especial.

 

Fuente: adslzone