Aunque el router es un dispositivo físico, la señal inalámbrica no lo es, y su comportamiento es completamente diferente. Sabemos que hay una serie de materiales que generan interferencias y modifican el comportamiento de las ondas en contra de la conectividad, pero ¿como se pueden evitar o aprovechar los materiales en torno al router?

Barreras que interfieren en la conectividad WiFi

Lo primero es identificar qué elementos causan interferencias. Los más problemáticos son el metal, el cristal –blindado o de doble lámina-, el hormigón y la escayola. Y como podrás imaginar, muchas de tus paredes y muebles están fabricados con estos materiales, luego la ‘cercanía’ entre tu router y los mismos puede provocar problemas de señal si no los aprovechamos concretamente. Pero también, aunque menores, provocan interferencias el mármol, el ladrillo y el agua. Y en un último nivel, los cristales simples, la madera y los materiales sintéticos también provocan interferencias sobre las ondas que emite el router.

Coloca bien el router respecto a las paredes y muebles

Ni demasiado cerca del techo, ni demasiado cerca del suelo, que generalmente estarán construidos de algunos de los materiales que mayores interferencias provocan sobre la conectividad WiFi. Pero según lo anterior, tampoco encima de un mueble metálico sería buena idea, y siempre será mejor encima de un mueble de madera, por ejemplo con una pared justo detrás –después matizaremos-.

Ahora bien, no sólo es dónde ubicas el router y cómo, sino también cómo colocas las antenas. La orientación de las antenas está estrechamente ligado a la polarización del cliente y el punto de acceso –router-. Si concuerdan uno y otro, entonces la recepción será máxima, motivo por el cual para abarcar el rango más completo de dispositivos, si el router está sirviendo en varios pisos, es con una antena vertical y otra horizontal –en caso de que sean dos-. Este esquema es el que permitiría la emisión horizontal y vertical según la polarización, pero en el caso de que el punto de acceso vaya a conectar con clientes en una única planta, entonces todas las antenas deberían tener la misma orientación.

Complementos para optimizar la señal

Una vez hayamos cumplido con los anteriores puntos, tanto aprovechar los obstáculos para minizar sus interferencias como colocar las antenas en base a la polarización de los clientes, entonces nos queda una última posibilidad que es utilizar complementos para potenciar la señal. Y hay un truco realmente sencillo y barato, que es colocar papel de aluminio tras el punto de acceso, en el caso de que tenga una ‘situación extrema’.

En cuanto a ‘situación extrema’ nos referimos que esté colocado, por ejemplo, en una esquina tras la cual no hay ningún cliente con el que conectar. De esta forma, considerando la señal como una esfera con la punta de la antena del router como centro, entonces colocaremos en la ‘parte trasera’ respecto a los clientes que conectan con el punto de acceso un recubrimiento metálico con papel de aluminio. Esto va a permitir, teóricamente, que la señal se refleje en el sentido opuesto mejorando la intensidad de señal.

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Las antenas de los clientes también se pueden optimizar

Además de los muebles, como obstáculos, también hay otros obstáculos a tener en cuenta. Las interferencias pueden ser provocadas también, sencillamente, por la saturación del espectro radioeléctrico en una zona determinada. Por lo tanto, un mal aislamiento de la red local o conexión entre clientes y punto de acceso puede jugar también en contra de la conectividad. Saltando al plano de la onda, el punto clave está en elegir los canales de emisión menos saturados para el funcionamiento de la red WiFi. Pero siguiendo los pasos anteriores, también podemos optar por el aislamiento de la antena de los clientes.

En el caso de los ordenadores conectados por WiFi, también encontraremos –en la mayoría- una antena similar a las del router. Y para optimizar su funcionamiento siguiendo este consejo, sencillamente llevaríamos a cabo un recubrimiento metálico exactamente igual al del punto anterior. En este caso lo que debemos tener en cuenta es aislar la parte posterior a la antena, respecto a la posición de las antenas del punto de acceso. Es decir, que si la antena del cliente es A, y la antena del punto de acceso es B, seguiríamos el esquema gráfico siguiente siendo el recubrimiento metálico la apertura de un paréntesis.

( A — B

Lo que estamos considerando es que el recorrido de la onda es lineal, en su forma más gráfica, y con el recubrimiento de aluminio estamos provocando que la recepción pueda producirse –‘físicamente’- sólo desde la orientación frontal, y que desde la trasera se reflejen las ondas de la orientación contraria. Por lo tanto, aunque simplificado al máximo posible, este esquema daría un aislamiento posterior a la antena.

 

Fuente: adslzone