Si prestamos atención a nuestro alrededor, cada vez es más extraño encontrarse a alguien que se disponga a llamar a un número de información en lugar de encender el ordenador, smartphone o tablet y consultarlo directamente en la red. Los hábitos han cambiado y la lógica invitaba a pensar que este tipo de servicios tenía los días contados con la expansión de Internet.

La evolución del sector deja patente estas conjeturas de hace un tiempo, y ve como año tras año las cifras de uso y ganancias se ven reducidas drásticamente. Una tendencia que comenzó hace más de un lustro, en 2008, cuando comenzó a agravarse la crisis económica en España el número de llamadas a estos servicios de información superaba los 17,73 millones.

Los datos revelados por el último informe de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y Competencia) apuntan que el número de llamadas alcanzado durante el tercer trimestre de este año es de 3,56 millones, casi un 80% menos que en 2008 y un 27,5% menos que durante el mismo periodo de 2012, una cifra históricamente baja. De igual manera, el número de minutos totales se ha reducido en unos porcentajes similares al del número de llamadas.

Los ingresos han sufrido la repercusión de esta caída que ha reducido enormemente el volumen de negocio para las empresas implicadas. Las ganancias de estas compañías han pasado a ser de 9,20 millones de euros, un 23,5% menos que las obtenidas durante los meses de julio, agosto y septiembre del año anterior. Servicios como 11811, 11888 o Atento han visto cómo sus beneficios se han hundido literalmente.

Se veía venir. Estos servicios estaban abocados a desaparecer en el momento en el que las conexiones a Internet fueran totalmente accesibles para cualquiera, como ocurre ahora mismo. La llegada de smartphones y tablets se han unido a los buscadores como Google a la hora de facilitar el acceso inmediato a la información.

De hecho, estos servicios parecen dirigidos exclusivamente a personas que por edad o desconocimiento, todavía no se sienten cómodos utilizando un ordenador o un teléfono para realizar una consulta, y cada vez quedan menos personas que encajen en este perfil.

 

Fuente: Cinco Días | adslzone