Las plataformas digitales tienen sus propios sistemas y políticas sobre la gestión de la información, y conviene conocerlas antes de dar por hecho que todos tus datos desaparecerán de internet. Así que solo con borrar la cuenta de TikTok de tus hijos no estarás logrando nada.
Cuidado con tus datos en internet
Cuando borras una cuenta, lo primero que hay que entender es que no todos los servicios funcionan igual. En algunas rredes sociales, existe la opción de desactivar temporalmente tu perfil, lo que en realidad lo deja en pausa pero mantiene todos los datos guardados, esperando a que vuelvas a iniciar sesión para reactivarlo. En otras, la supresión es más completa, aunque esto no significa necesariamente que tu información desaparezca al instante. Muchas compañías mantienen los datos durante un periodo de tiempo, que puede ir de semanas a varios meses, alegando motivos legales, de seguridad o incluso de mejora de su servicio. En este tiempo, aunque el perfil no esté accesible públicamente, la plataforma aún conserva toda la información vinculada a tu cuenta.
Otro aspecto clave es que, aunque elimines tu cuenta, lo que has compartido no siempre desaparece automáticamente. Los mensajes enviados a otros usuarios, los comentarios en publicaciones o el contenido compartido en grupos puede seguir estando disponible porque ya no depende únicamente de ti. Esto significa que la huella digital que dejas en la red puede ser mucho más difícil de borrar por completo. Y aunque hayas eliminado tu perfil, si otra persona guarda capturas de pantalla, copias o se descarga tus fotos, algo que en X (Twitter) puede hacerse fácilmente, esas publicaciones seguirán circulando fuera de tu control.
Las redes sociales también suelen conservar algunos datos por obligación legal. Dependiendo de la normativa de cada país, pueden almacenar ciertos registros vinculados a cuestiones fiscales, investigaciones judiciales o cumplimiento de normativas de seguridad. Por tanto, incluso después de cerrar tu cuenta, la compañía tiene la capacidad de acceder a cierta información durante un tiempo que no es poco. Además, en algunos casos, los datos se utilizan de manera anónima para análisis estadísticos, mejorar algoritmos o entrenar sistemas de inteligencia artificial, haciendo que sea todavía más difícil saber dónde va a parar nuestra información.
Por otro lado, no hay que olvidar el tema de las copias de seguridad. Las grandes compañías tecnológicas suelen hacer respaldos periódicos de todos los datos para protegerse de fallos o ciberataques. Esto quiere decir que tu información puede seguir almacenada en servidores internos mucho tiempo después de haber eliminado tu perfil. Aunque esas copias no están disponibles públicamente ni deberían usarse, la realidad es que demuestran hasta qué punto resulta casi imposible eliminar nuestra huella digital.
Lo que sí es cierto es que, tras borrar tu cuenta, los datos dejan de estar disponibles de forma pública. Eso quiere decir que nadie podrá buscar tu perfil, ver tus fotos o acceder a tus publicaciones, lo que es una diferencia importante. Aun así, es importante entender que esto no quiere decir que toda la información desaparezca de los servidores. La mayoría de plataformas incluyen esta información en sus términos y condiciones, pero pocos usuarios se detienen a leerlos con detenimiento antes de crear una cuenta.
En la práctica, lo que significa borrar una cuenta en redes sociales es cortar la relación activa con esa plataforma y eliminar tu presencia en esa plataforma, pero no necesariamente estarás garantizando que todos los datos desaparezcan. Por eso, antes de dar ese paso, conviene realizar un repaso manual de todo lo que has compartido, descargar una copia de seguridad de tus datos personales, borrar manualmente tus publicaciones antiguas y revocar accesos de aplicaciones de terceros. Estas medidas no aseguran que nada quede guardado, pero sí reducen la cantidad de información que seguirá circulando sin tu control.
Fuente: adslzone