Tal vez hayas oído hablar del control parental. Es un sistema que integra una serie de parámetros que puedes configurar en tu teléfono móvil o en el de tus menores. Su función primordial es limitar el uso del smartphone y que el padre tenga el control absoluto de todo lo que se hace en dicho dispositivo.

Si es tu caso y quieres comprarle a tu hijo su primer móvil sin necesidad de llevarte disgustos o tener absoluta tranquilidad cuando le dejas el tuyo a su antojo, deberás aplicar un conjunto de ajustes para tomar el control, extremar las precauciones y restringir cualquier contenido que pueda ser perjudicial en el momento de acceder a Internet y a las redes sociales.

¿Cómo activar el control parental en el móvil?

Antes que nada, debes saber que el control parental está disponible tanto en los móviles Android como en iOS.

Por un lado, todos los teléfonos de Google en su última versión (Android 14) suelen tener por defecto la opción de control parental en la siguiente ruta: Ajustes – Bienestar digital y controles parentales. Una vez lleguemos aquí, deberás empezar a configurar esta aplicación deslizando hasta abajo del todo, donde dice Configurar controles parentales. Pulsa el botón Empezar y sigue las instrucciones. Entre sus opciones, podrás supervisar el teléfono de forma remota haciendo uso de la app Family Link para padres, limitar el tiempo de uso de pantalla para que se bloquee automáticamente o añadir restricciones a los servicios de Google, como tener que aprobar aplicaciones.

En el caso de los iPhones, la cosa cambia, aunque las opciones son similares. En tu teléfono iOS, con todas las versiones, tienes que dirigirte a Ajustes, Tiempo de uso y Límites de uso de apps. En Familia elige el nombre de tu hijo o hija y luego toca en Restricciones y privacidad y si te pide un código de seguridad, introduce uno para controlar el tiempo de uso, así tu hijo no podrá seguir usando el móvil.

Bloquea las compras

Otro de los errores fatales que podemos cometer es dejar a nuestro hijo libremente con la descarga y compra de aplicaciones. Por lo que si queremos evitarlo a toda costa, lo mejor es que restrinjas cualquier acceso que implique cargos en nuestra tarjeta.

En Android podemos utilizar Family Link. Para ello, entra en la app, selecciona el nombre de tu hijo o hija, pulsa en  Restricciones de contenido  y luego en Google Play. En Autorizaciones de compras y de descargas selecciona en Requerir autorización para y deberás elegir una de estas opciones: Todo el contenido, Solo el contenido de pago, Solo compras en aplicaciones o No se requiere autorización. Si quieres hacerlos desde Google Play deberás ir a Ajustes, Familia, Biblioteca familiar. Una vez allí, ir a Autorizaciones de compra y elegir la opción que desees establecer: Todo el contenido, Todas las compras con el método de pago familiar, Solo compras en aplicaciones o No se requiere autorización.

Por último, en iOS es tan fácil como ir a Configuración, Tiempo de uso, Restricciones y Compras en iTunes y App Store.

 

Fuente: adslzone