El impacto de la ciberdelincuencia en la sociedad es tal que incluso la Policía Nacional cuenta con una unidad de elite dedicada a la investigación y resolución de todo tipo de delitos online: la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional. Un equipo de profesionales cuya labor es cada vez más importante en la resolución de todo tipo de investigaciones y conflictos, puesto que la vertiente tecnológica actúa como uno de los grandes ejes transversales que tienen como denominador común la mayoría de ellos. Desde ADSLZone hemos podido visitar sus instalaciones y compartir parte de su jornada y, en este artículo, te contamos todos los detalles.

Impacto nacional e internacional

Antes de pasar a describirte cómo trabajan y cuál es su día a día, es importante conocer el alcance de su desempeño. La Unidad Central de Ciberdelincuencia, UCC en adelante, lleva a cabo trabajos tanto en el interior de nuestras fronteras como en el exterior. En el plano nacional, se encarga de la investigación, y posterior resolución, de todo tipo de delitos en los que se requiere su presencia. Como veremos más adelante, y gracias a que cuentan con la última tecnología disponible en el mercado, su papel es clave para la resolución de una gran cantidad de investigaciones.

Sin embargo, su trabajo no acaba ahí. En el plano intencionalidad, trabajan y cooperan constantemente con cuerpos internacionales como el FBI y la Europol para ayudar en el desarrollo de sus casos. Además de estar a la vanguardia de las últimas amenazas que no solo están impactando en nuestro país, sino todas aquellas que surgen en otros territorios. De este modo, siempre se encuentran constantemente alerta de todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

La organización

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Como ocurre con otras unidades, la UCC se compone de tres brigadas. Cada una de ellas está especializada en un ámbito de acción concreto. En nuestro caso, hemos podido asistir al día a día del Grupo Técnico Operativo, que pertenece a la Brigada Central de Seguridad Informática y se especializa, principalmente, en la investigación de todos las ciberataques e investigación en criptomonedas que se producen utilizando los sistemas de telecomunicaciones.

Su trabajo consiste, entre otras muchas tareas, en ofrecer apoyo técnico y forense informático a todas las unidades de la Policía Nacional que lo requieran de una forma transversal. Una de sus funciones más delicadas consiste en la gestión y administración de la red y de los servidores propios de la UCC. En estos servidores es donde se almacenan todos los datos de las investigaciones que llevan a cabo los diferentes cuerpos de la Policía Nacional. Por lo tanto, encontramos información que va más allá de los delitos estrictamente informáticos y cuyas pruebas digitales pueden ser clave para la resolución de cada investigación. También se encargan de las entradas y registro tanto en empresas como en domicilios de particulares que han cometido algún tipo de delito.

Además de la ya mencionada, es importante conocer que hay dos brigadas más: la Brigada Central de Investigación Tecnológica que se encarga tanto de todo lo que tiene que ver con los delitos que sufren los menores, como de las estafas o delitos que se producen a través de las redes sociales. Y la Brigada Central de Fraude Informático, que estudia los fraudes online, por un lado, y los delitos relacionados con los medios de pago, por otro.

Un laboratorio forense

Como ya hemos anticipado previamente, una de las múltiples tareas que el Grupo Técnico Operativo de la UCC tiene que realizar es el apoyo técnico y forense informático. Y, para ello, se sirve de un laboratorio de análisis forense equipado con la última tecnología disponible para poder acceder a toda la información que se guarda en los dispositivos requisados.

En este espacio, la tecnología disponible es fundamental, puesto que se trata de un trabajo muy laborioso hasta superar los diferentes, y complejos, escenarios a los que se enfrentan. Y es que los cibercriminales, conscientes de la gran cantidad de información que guardan en sus dispositivos electrónicos, se protegen con las últimas medidas de seguridad disponibles para encriptar la información que hay en su interior. Y, en último término, no dudan en llevar a cabo cualquier acción que aumente sus posibilidades de salir inocentes en caso de investigación. Pudimos comprobar en primera persona como un grupo de agentes estaban tratando de recuperar la información que había en el interior de un ordenador que los delincuentes habían tirado por la ventana cuando apareció la Policía Nacional.

La inmensa mayoría de los trabajos que realiza el Grupo Técnico Operativo se realizan desde el interior de las instalaciones de la Policía Nacional. Sin embargo, en función del caso concreto, es posible que sea necesario acudir a una cámara limpia para desmontar las piezas y proceder a su sustitución para, de este modo, acceder a toda la información que es necesaria para seguir investigando el caso.

El papel de este grupo de élite no acaba únicamente en los ordenadores. A medida que el uso del smartphone se ha extendido y, con él, realizamos una mayor cantidad de tareas, la Policía Nacional también ha tenido que equiparse a nivel tecnológico para poder acceder a estos dispositivos. Usando una serie de aparatos específicos, logran penetrar en cualquier sistema operativo y acceder a su interior.

Un trabajo de extracción crítico

El trabajo de extracción de los datos que se encuentran en todo tipo de unidades de almacenamiento es crítico. Y, por ende, se debe realizar con el máximo cuidado posible. Cuando se lleva a cabo la extracción de evidencias, debemos tener en cuenta que la Policía no puede modificar o escribir ningún tipo de dato que se encuentre de origen. Por lo tanto, se trabaja para crear imágenes forenses de las diferentes unidades de almacenamiento. De este modo, al exportar la información a discos duros propios, únicamente se tiene en cuenta aquella que puede ser relevante para la investigación en concreto. Los discos duros originales, por su parte, se precintan hasta que se lleve a cabo el juicio correspondiente.

La precisión a la hora de trabajar con las unidades de almacenamiento de origen es clave para el devenir de cualquier investigación. Por este motivo, la UCC cuenta con diferentes aparatos a los que conectan unidades de almacenamientos y traspasan la información del disco duro de origen al disco duro de la Policía. Incluso pueden conectar unidades de almacenamiento con medidas de protección extra, como la escritura bloqueada, y extraer igualmente los datos.

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Conviene tener en cuenta, por ejemplo, que el marco legal que existe impide a la Policía poder incautar, por ejemplo, un servidor de un investigado. Por lo que el día a día de estos grupos de élite pasan por tener las herramientas y conocimientos adecuados para poder realizar una extracción a tiempo real para su posterior análisis. Siempre respetando las firmas digitales que deben estar presentes en cada operación.

Una vez los procedimientos judiciales concluyen, la mayoría de los discos duros se destruyen por haber quedado obsoletos. El año pasado, por ejemplo, llegaron a destruir más de 200 discos duros de menos de 250 GB de capacidad. En aquellos casos en los que sí que se pueden reutilizar, se procede a su borrado y posterior uso.

Dónde se almacena la información de las investigaciones

Una vez hemos conocido cómo se organizan, cuáles son sus objetivos y la tecnología disponible, el siguiente paso es saber dónde se almacena toda la información. En este caso, la respuesta la tiene el Centro de Procesamiento de Datos, conocido como CPD. La UCC no corre riesgos confiando en nubes privadas, sino que todo se almacena en local, con las más amplias medidas de seguridad. Como demuestra, por ejemplo, que ninguno de sus servidores tiene conexión a internet.

La UCC es consciente de que su Centro de Procesamiento de Datos también puede ser objetivo de ataques por parte de bandas organizadas. Y, para protegerse, todas las redes de sus servidores están aisladas entre sí físicamente y no se conectan a ninguna red. El CPD cuenta, además, con un sistema de varios armarios rack que minimizan cualquier riesgo al respecto. Estos armarios están formados por servidores de tipo rack, encargados de almacenar la información, cabinas de disco que guardan esta información y realizan copias de seguridad con scripts propios y un conjunto de routers que dan acceso a las diferentes brigadas que componen la UCC.

Además, todo está pensado para que nada pueda generar un imprevisto que comprometa la seguridad de las instalaciones. Por ejemplo, para evitar cortes en el suministro eléctrico, cuentan con Sistemas de Alimentación Ininterrumpido y, en caso de ser necesario, incluso un generador externo de gasoil. De este modo, pueden suministrar la electricidad necesaria para poder continuar funcionando en cualquier momento.

Como hemos podido comprobar, la Policía Nacional trabaja de manera diaria, a través de la Unidad Central de Ciberdelincuencia, para minimizar las continuas amenazas que se suceden en el ámbito online por parte de los grupos ciberorganizados. La tecnología disponible y los conocimientos de sus profesionales han sido dos de los ingredientes que le han permitido consolidarse como una unidad pionera y líder de su campo.

Agradecemos a la Policía Nacional la oportunidad de visitar la Unidad Central de Ciberdelincuencia, y poder enseñaros cómo trabajan y actúan frente a los ciberdelitos que se cometen diariamente.

 

Fuente: adslzone