La digitalización nos ha traído una gran cantidad de beneficios a los ciudadanos y a las empresas de nuestro país. Sin embargo, a medida que los grupos organizados de delincuentes han descubierto las posibilidades que brinda el canal online, no son pocos los que se encuentran constante explorando todas las vías que existen para poder tratar de ganarse la confianza de sus víctimas y, a posteriori, robar todos nuestros datos.

Y esto es precisamente lo que ocurre con una de las últimas estafas detectadas. Aunque, en este caso, parece que su objetivo no son los usuarios particulares, sino las empresas. Con independencia del tamaño de las mismas, es habitual que en este tipo de entornos siempre encontremos facturas a proveedores que ya han sido abonadas o que se encuentran pendientes de hacerlo. Y es precisamente este último caso el que intentan aprovechar los amantes de lo ajeno para tratar de introducir un tipo de malware escondido tras un archivo adjunto.

Cuidado con los pagos retrasados

Los correos electrónicos que se han detectado siempre cuentan con el mismo asunto o, al menos, uno muy similar: pagos retrasados, facturas pendientes, factura restante, etc. Suelen dirigirse a cuentas de correo corporativas de perfiles que han sido seleccionados previamente por ocupar ciertos puestos de trabajo: personas que trabajan en departamentos de administración y contabilidad, operaciones o finanzas.

El mensaje que recibimos puede tener diferentes variantes. Sin embargo, en todos ellos nos comunican que tenemos una factura pendiente con ellos y que procedamos a liquidarla de inmediato, invitándonos a abrir el adjunto que se encuentra en el correo. En el que, en teoría, se encuentra la factura. En algunos casos, de hecho, afirman que en caso de no resolver la situación en un breve lapso de tiempo, tomarán medidas legales al respecto e interpondrán una denuncia. De este modo, tratar de apremiar lo máximo posible al destinatario del correo electrónico para crear una falsa sensación de urgencia y no comprobar si se trata de, efectivamente, un proveedor con el que se haya trabajado en algún momento.

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El archivo adjunto

Como ya hemos anticipado, en el archivo adjunto se encuentra la clave del correo electrónico. Con independencia de la nomenclatura del mismo, debemos evitar abrirlo a toda costa. Ya que en su interior se encuentra un tipo de malware que, al ejecutarlo, trata de acceder al mayor número de datos posibles para, a la postre, comercializar con ellos e incluirlos en posibles nuevos ataques similares o de cualquier otro tipo.

Si recibimos uno de estos correos, lo primero que tenemos que hacer es tratar de evitar abrirlos. En caso de hacerlo, no debemos interactuar con el archivo adjunto. Y, si lo hacemos, deberemos comunicarlo a las autoridades pertinentes y, además, proceder a cambiar todas las contraseñas, además de borrar el correo en cuestión. Ante cualquier acción similar, siempre debemos tratar de tener paciencia y evitar abrir correos electrónicos de remitentes que desconocemos y que pueden ser sospechosos.

 

Fuente: La Razón | adslzone