Es un poco misterioso a qué se deben estas llamadas sin contestación. De recibirlas en un caso concreto podríamos pensar que simplemente es un bromista, pero si se dan con cierta frecuencia, se acaban convirtiendo en algo desesperante para quien las recibe y no entiende nada.

Los motivos de las llamadas fantasma

La legislación se ha puesto muy seria con las llamadas de spam. Son molestas, no las hemos autorizado y tratan de soltarnos discursos comerciales que no parecen tener fin a pesar de que declinemos amablemente sus ofertas. Por suerte, se avanzó en cuanto al horario en el que estas llamadas comerciales pueden ser realizadas y, a partir de la entrada en vigor de la nueva Ley de Telecomunicaciones, incluso las empresas necesitarán consentimiento del usuario para ser llamado.

Sin embargo, hay un tipo de llamadas que podríamos decir que son todavía más molestas y son aquellas en las que, si cogemos la llamada, no parece haber nadie al otro lado. Si el motivo principal de una llamada es la comunicación, ¿entonces qué interés puede haber en llamar para quedarse en silencio?

Los expertos consideran que estas llamadas las realizan sistemas de marcación automática. En muchos casos, este debería derivar a un operador humano que nos cuente lo que sea que tiene para ofrecer, pero en muchas otras situaciones solamente hay la primera parte. ¿El motivo principal? Comprobar los números activos para usarlos en bases de datos.

El sistema automático de llamadas lo hace indiscriminadamente a un número concreto de numeraciones. En ocasiones, este supera el límite de llamadas que los teleoperadores pueden gestionar en el desvío de la llamada hacia ellos, así que recibes solamente la llamada de la máquina y es por ello que no acabas hablando con nadie; porque realmente estás hablando con la máquina.

La Ley de Telecomunicaciones acabará con ellas

Una vez que hemos visto que estas llamadas fantasma son realmente llamadas spam que no llegan a término, conviene ver cuál es la forma de librarnos de ellas. Desde 2007 existe la Lista Robinson, un mecanismo de la Asociación Española de Economía Digital en el que los usuarios pueden inscribirse para no recibir llamadas comerciales. Existe un reglamento dentro de la ley española de protección de datos que obliga a las empresas a consultar estas listas.

Sin embargo, su eficacia ha quedado constantemente en entredicho por lo que muchos usuarios tienen que bloquear números de forma manual. Aunque muchas empresas respetan el listado y evitan llamar a los números registrados, hay casos en los que las prácticas de spam o marketing agresivo sin pudor eluden estas restricciones. Los castigos por saltarse la Lista Robinson tampoco son precisamente elevados, lo cual no disuade de estas prácticas.

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La nueva Ley de Telecomunicaciones, en vigor desde el 30 de junio de 2023, podría ser la solución definitiva, o al menos eso esperamos. Ahora se protegerá el derecho de las personas usuarias finales a no recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial, según se dispone en la Disposición Final Sexta.

“El derecho de los usuarios finales a no recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial contemplado en el artículo 66.1.b) entrará en vigor en el plazo de un año a contar desde la publicación de la ley. Hasta ese momento, los usuarios finales de los servicios de comunicaciones interpersonales disponibles al público basados en la numeración podrán seguir ejercitando el derecho a oponerse a recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial que se efectúen mediante sistemas distintos de los establecidos en el artículo 66.1.a) y a ser informados de este derecho”.

A partir de ahora, la legislación española reconocerá el derecho de una persona a no recibir llamadas comerciales no deseadas, limitándolas a aquellas personas que hayan dado su consentimiento previo.

 

Fuente: 20 minutos | adslzone