No es la primera vez que ocurre. Una mala práctica bancaria llevó a que el protagonista de la noticia se quedase sin 1.398 euros que quien se hizo con su tarjeta de crédito utilizó en dos compras online. Aunque el banco se intentó librar de su responsabilidad tal y como ha ocurrido en otros casos, la mediación de FACUA ha ayudado a que la historia termine teniendo un final feliz.

Dos compras online sin control

El suceso ocurrió el día 23 de noviembre del ya lejano año 2021. Josu A. B., un ciudadano de Bilbao, miró el móvil al recibir varias notificaciones en las que se solicitaba su autorización para confirmar los pagos. Por desgracia, aunque en ese momento el sistema sí que le había notificado el peligro, para ese momento su cuenta ya había sufrido dos operaciones que no habían requerido identificación. Aunque no era una tarjeta virtual para compras online, su Travel Club Master Card disponía del servicio de compras protegidas de su banco, por lo que esperaba que esto le hubiera protegido. Por desgracia, no fue suficiente para que su tarjeta no se viera comprometida.

Eso ocurrió de madrugada. A la mañana siguiente, Josu se personó en su oficina de BBVA con el objetivo de confirmar todo lo que había ocurrido y comentar que, lamentablemente, había dos operaciones que sí habían llegado a buen puerto. Una de ellas, la de Amazon, tenía un valor de solo 19,99 euros, pero la otra, realizada en Marketplace PC, había supuesto una pérdida de 1.379 euros. No ha trascendido la conversación con BBVA, pero posiblemente no recibió mucho apoyo, puesto que inmediatamente después de visitar el banco se desplazó a la comisaría de la Policía Municipal para dar cuenta de lo que había ocurrido. Como se puede ver, esto siempre es recomendable para que quede constancia de la incidencia y como factor de peso a la hora de futuras disputas con el banco.

La pesadilla no había terminado

Pasan los meses y Josu se encuentra con una desagradable sorpresa: en febrero de 2022 llega al buzón de su casa una nueva tarjeta de débito emitida por su banco. Sorprendido, dado que él no había solicitado ninguna tarjeta, y porque posiblemente no tenía una buena relación con la entidad bancaria visto lo sucedido, acudió a la sucursal en busca de respuestas. Le informaron de cómo esa tarjeta la había solicitado teóricamente él mismo el día 23 de noviembre de 2021. Las fechas coincidían con el momento de la usurpación de su tarjeta original para comprar online. A la vista de lo ocurrido, Josu solicitó al banco que cancelara esa nueva tarjeta de crédito y que automáticamente cerrase la nueva cuenta que se había vinculado con ella.

Eso hizo que la víctima decidiese seguir trabajando a fin de intentar recuperar su dinero. Se puso en contacto con FACUA y le ayudaron a recuperar lo que le pertenecía. Hicieron una solicitud formal a BBVA en marzo de ese mismo año para que el banco le devolviese todo lo que le habían quitado. El motivo estaba claro: su sistema de doble autentificación no había funcionado y eso había comprometido la tarjeta y el saldo de su cliente.

Al final se le ha dado la razón porque es lo que está establecido en la Ley de servicios de pago, en el artículo 36. Como ya te hemos contado en otros casos similares, se establece que una operación queda autorizada en el momento en el que el propietario de la cuenta lo confirma. Pero en este caso, no hubo ninguna confirmación por parte de Josu. El problema es que, incluso con la obviedad de la situación, BBVA decidió aplazar los procesos y alargarlos todo lo posible. Eso llevó a que FACUA elevase la disputa al Banco de España, lo que puso en marcha la maquinaria para que al final todo acabase en buenos términos.

Desde BBVA llamaron a la víctima para confirmarle que le devolverían el importe íntegro y, ahora sí, puede respirar tranquilo después de un larguísimo periodo de tiempo. Su ejemplo sirve para que lo tengamos en cuenta en caso de vernos en una situación similar en la que, la entidad bancaria, intente evitar la devolución del importe sustraído. Las leyes en España son muy claras y siempre están del lado del consumidor cuando se realizan cargos en cuenta que no han sido autentificados de manera correcta.

 

Fuente: adslzone