Teniendo en cuenta que Windows hace uso de un espacio de memoria virtual para almacenar cierta información y que conocemos como archivo de paginación, éste puede ser en ocasiones el responsable de que nuestro equipo ofrezca un menor rendimiento e incluso que haga que el apagado del equipo tarde mucho más de lo habitual.

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Evitar que se elimine el archivo de paginación

Esto se debe a que nuestro sistema puede tener activada la opción de eliminación del archivo de paginación cada vez que apagamos el PC y por lo tanto, cuando este ocupa mucho espacio, hace que el proceso cada vez tarde más y que veamos cómo el equipo requiere de mucho más tiempo para apagarse completamente. Sin duda, esto es una medida que se puede tomar para evitar que determinados datos sensibles almacenados en este espacio de memoria virtual se queden guardados en el archivo de paginación y puedan estar accesibles a otras personas si se hacen con nuestro disco duro y examinan dicho archivo, salvo que tengamos esta información cifrada.

De cualquier forma, si queremos que Windows no elimine el archivo de paginación cada vez que apagamos el equipo y que de esta manera el proceso de apagado sea mucho más rápido, vamos a tener que acceder al registro de Windows y cambiar el valor de una determinada entrada. Para ello, ejecutamos el comando regedit en la ventana Ejecutar de Windows y a continuación navegamos hasta la ruta HKEY_LOCAL_MACHINE\SYSTEM\CurrentControlSet\Control\Session Manager\Memory Management.

Una vez ahí, buscamos la entrada ClearPageFileAtShutdown en el panel de la derecha y nos asegurarnos de dala el valor 0 en hexadecimal si no queremos que Windows guarde el archivo de paginación cada vez que apagamos, con lo que conseguiremos que no tarde tanto en apagarse el equipo o 1 si queremos que lo elimine. Si no existe la entrada, entonces debemos crearla como un nuevo valor DWORD de 32 bits y asignarle el valor 0.

Servicios que retardan el apagado

Otros de los responsables de que nuestro PC tarde mucho en apagarse, pueden ser algunos servicios que se ejecutan en segundo plano y que hacen que se retrase el proceso de cierre. Por lo tanto, vamos a ver cómo podemos comprobar cuáles pueden ser los servicios culpables de esto. Para ello, lo primero que tenemos que hacer es abrir el visor de sucesos de Windows ejecutando el comando eventvwr desde el cuadro de diálogo Ejecutar de Windows.

Una vez hecho esto, vamos hasta la sección Registros de aplicaciones y servicios \Microsoft\Windows\Diagnostics-Performance y hacemos clic con el botón derecho del ratón sobre Operativo, que debemos encontrarlo dentro de la ruta indicada. Seleccionamos la opción Filtrar registro actual del menú contextual y en la ventana que se abre filtramos por el evento con ID 203. A continuación dentro de los resultados obtenidos, debemos fijarnos en los servicios que causaron un retraso en el proceso de cierre del sistema, ya que en caso de que sea por culpa de alguna aplicación instalada podremos tomar las medidas oportunas, mientras que si son servicios del sistema, poco podremos hacer.

Tiempo de espera para el cierre de aplicaciones

Por mucho que queramos acelerar el proceso de apagado de Windows, éste necesita un tiempo mínimo para que todas las aplicaciones abiertas y servicios en segundo plano se cierren de manera correcta sin riesgo a perder datos o provocar errores. De manera predeterminada, Windows tiene establecido un tiempo de espera para que permitir que las aplicaciones abiertas y servicios en segundo plano se cierren, pero es probable que tengamos configurado el sistema para que espere más de lo normal.

Hay algunos valores que gestionan este tiempo de espera, pero hay uno en particular que podemos configurar para reducir el tiempo de apagado del equipo. Para ello, tenemos que abrir el registro de Windows e ir hasta la ruta HKEY_LOCAL_MACHINE\SYSTEM\CurrentControlSet\Control  buscar la entrada WaitToKillServiceTimeout y comprobar su valor. Si se establece en más de 5000, que se refiere a milisengundos, entonces podremos modificarlo y bajarlo hasta ese valor, que es el mínimo que define Windows para evitar que se apague el sistema antes de que lo hagan las aplicaciones abiertas o servicios en ejecución en segundo plano.

Si establecemos un valor por debajo de 5 segundos, nos arriesgamos a que determinados servicios no sean capaces de cerrarse correctamente y provoquemos errores en el sistema.

 

Fuente: howtogeek | adslzone