La mayoría de las veces, cuando cambiamos de PC, lo compramos con una nueva licencia del sistema operativo, por lo que no es necesario hacer un cambio entre uno y otro. Los motivos por lo que necesitamos cambiar la licencia pueden ser variados, aunque normalmente tienen que ver con hacernos un ordenador a nuestro gusto y no querer una licencia nueva, o cuando se ha roto la placa base del PC. En estos casos Windows considera que al cambiar la placa base del ordenador, es un ordenador nuevo, y deberemos pasar la licencia de uno a otro.

Lo primero que hay que decir es que lo que no permite Microsoft bajo ningún concepto es tener la misma licencia en dos ordenadores a la vez por lo que si queremos moverla, deberemos eliminarla primero del otro limpiando el disco duro del ordenador.

Terminos-de-licencia-de-Windows-10.png

Esto es lo que permite Microsoft con una licencia

Como hemos dicho antes, Windows reconoce otro ordenador cuando cambiamos la placa base de nuestro PC por otra distinta. Por este motivo, podemos tener problemas a la hora de pasar la licencia de uno a otro. Sin embargo, si la placa base se ha roto, desde Redmond permiten la instalación de la misma licencia en otra placa base. Eso sí, deberemos ponernos en contacto con ellos y explicarles la situación para que lo activen telefónicamente, ya que normalmente el sistema lo impide.

También se puede mover la licencia cuando hemos comprado una versión menor completa, algo que se suele hacer únicamente cuando estamos construyendo nuestro propio ordenador, hemos instalado Windows en un Mac o queríamos utilizarlo en una máquina virtual. En estos casos, Microsoft siempre permite mover esta licencia a otro PC.

Licencia-de-Windows-10.png.png

Esto es lo que no permite Microsoft con la licencia

Cuando compramos un PC con una versión de Windows preinstalada, esta licencia estará siempre atada al ordenador comprado y no se podrá mover bajo ningún motivo, exceptuando, claro está, que se haya roto la placa base del ordenador. Los fabricantes pagan menos por esta licencia intransferible que por una transferible, de ahí la restricción.

Tampoco se podrá mover una licencia cuando se haya obtenido un ‘derecho digital’ para utilizarla. Este ‘derecho digital’ se recibe, por ejemplo, al actualizar de forma gratuita a Windows 10 desde Windows 7 y Windows 8.1. Sí, es cierto que no se recibe una licencia nueva, pero esta se activará cuando volvamos a instalar Windows 10 en ese equipo en el futuro. Y sí, es intransferible, aun cuando la licencia de Windows 7 o Windows 8.1 haya sido transferida a diversos ordenadores.

¿Se os han aclarado las dudas?

 

Fuente: softzone