Esta semana Microsoft ha hecho público los datos de venta de Windows 8, algo que no suele hacer muy a menudo. Y la verdad es que los datos han sido los esperados, teniendo en cuenta los anteriores que había dado la empresa de Redmond. De hecho, el 7 de mayo de 2013 llevaban ya unas 100 millones de copias vendidas, lo que en quiere decir que en 282 días Microsoft ha vendido otras 100 millones de copias. Esto equivale a unas 350.000 licencias vendidas al día.
Si tenemos en cuenta que entre el 27 de noviembre de 2012 y el 8 de enero de 2013 vendieron 20 millones de licencias, 450.000 por día, hay que decir que el éxito del principio se está deshinchando poco a poco.
¿Éxito o fracaso?
Si lo comparamos con su antecesor, Windows 7, el último sistema operativo de Microsoft no tiene argumentos para plantarle cara, ni ahora ni en un futuro. Hay que recordar que Windows 7 ha conseguido vender hasta la fecha 450 millones de licencias, lo que le convierte en el sistema operativo más exitoso de la empresa de Seattle.
Eso sí, todo tiene un matiz y un contexto. A parte de ser el mejor sistema operativo hecho por Microsoft, según la mayoría de expertos, hay que recordar que Windows 7 vino después del mayor desastre de los de Redmond, Windows Vista, lo que le hizo un SO muy popular desde sus inicios.
Además, hay que tener en cuenta que Windows 8 ha llegado en un momento del mercado en donde la venta de portátiles y ordenadores de sobremesa ha caído en picado a favor de las tablets. Por ello Microsoft ha diseñado Windows 8 como lo ha diseñado, adaptándose a un mercado que también tiene más competidores, sobre todo iOS y Android.
Es por ello que, personalmente, no veo un fracaso estrepitoso en los números que ha hecho públicos Microsoft. 200 millones de licencias vendidas en 15 meses, con el mercado tal y como está, la cantidad de críticas recibidas y con Windows 7 como antecesor, no me parece un mal resultado.
Fuente: TechCrunch | softzone