Con fechas cercanas como el Black Friday o la Navidad, la posibilidad de comprarnos un portátil, o pedir a alguien que nos lo regale, aumentan. Por ello, te vamos a ayudar un poco a saber si realmente necesitas adquirir un nuevo equipo.

Ya no recibes actualizaciones

Esto es crucial. Si tu ordenador va a quedarse sin actualizaciones debido al cambio de Windows 10 a Windows 11, aunque todavía habrá soporte extendido, sería un momento ideal para cambiar de portátil. Es posible que, no obstante, recibas actualizaciones de seguridad, pero que no consigas ninguna novedad a nivel de usuario en tu ordenador. Debido a esto, es muy probable que quieras cambiar a un equipo nuevo.

Si bien lo más importante es la seguridad, estar al día con la última tecnología disponible en Windows también es un buen motivo para actualizarse a un PC totalmente nuevo.

La memoria siempre está llena

Otra señal de que el portátil necesita un cambio es que el disco duro siempre esté dándote mensajes de error porque se encuentre lleno y no tenga espacio para instalar nuevos programas, actualizaciones o incluso para descargar algunos archivos grandes.

Esto se puede deber a dos motivos. El primero es que tu disco duro no sea demasiado elevado. Lo más probable es que el próximo ordenador que compres lo tenga más grande y que, de esta forma, no tengas que preocuparte de nada. El segundo es que el disco ya esté un poco deteriorado y haya perdido parte de su capacidad, lo que coloca al usuario en una situación delicada. Si incluso borrando archivos o enviándolos a la nube tienes problema con el almacenamiento, será un motivo claro para cambiar de ordenador.

El encendido del portátil es lento

Sufrir usando el ordenador es uno de los principales motivos para hacer el cambio. Porque lo cierto es que no merece la pena que estemos sufriendo debido a su escasa velocidad. El aspecto donde primero lo sufriremos será en el inicio. Si ya te has acostumbrado a dejar el PC en modo de “Suspender” porque no quieres que se apague y tener que esperar al inicio, seguramente ya sepas que está cerca el cambio a un equipo nuevo.

Lo mismo se puede decir si tu PC funciona lento en procesos como apertura de programas, navegación web o si se suele saturar en algunos momentos y quedarse parado mientras lo estás usando. Esa falta de velocidad es un síntoma clave de la necesidad de cambiar.

Batería deteriorada

Cuando compramos un nuevo portátil, disfrutamos de una batería de máximo rendimiento cuyo periodo de vida útil se encuentra al 100%. Pero a medida que hacemos recargas de la batería o que pasamos tiempo con el ordenador conectado a la red, la batería va perdiendo capacidad. Con el paso de los años, es lógico que la duración de la batería ya no sea, ni de cerca, la que tuvimos en el momento en el que lo compramos.

Si has llegado al punto en el que la batería ya no dura nada y siempre tienes que tener el portátil conectado a la electricidad, sabrás que, sin duda, habrá llegado el momento.

Demasiado calor y ruido

Por último, esta es la prueba definitiva: el aumento del calor en el portátil y el ruido que genera. Es posible que puedas limpiar el interior y sacar todo el polvo que tiene el ventilador para que haga menos ruido, pero lo más probable es que el problema de calor continúe.

Y aunque puedes ponerle un ventilador de escritorio apuntando al ordenador, lo cierto es que solo es un pequeño parche hasta el momento en el que el portátil comience a reiniciarse o apagarse sin venir a cuento. Como todas las demás señales, es una clave para saber que el cambio de portátil está cerca.

 

Fuente: adslzone