Tras el susto del pasado mes de abril con la famosa tabla de aranceles presentada por Donald Trump, la bolsa estadounidense no solo se ha recuperado, está en máximos históricos y el dinero corre a raudales. Sin embargo, hay un sector que ha convertido en multimillonarios a muchas personas que hace apenas un año habían perdido prácticamente todo su dinero. Las compañías que se dedican a la computación cuántica han multiplicado por 30, por 40 e incluso por 50 su capitalización en apenas un año con simples promesas. No hay fundamentales que explican las subidas porque todas pierden dinero, pero los inversores quieren estar posicionados en el futuro.

Rigetti Computing

Fundada por Chad Rigetti, ex investigador de IBM, ha experimentado una de las subidas bursátiles más impresionantes de los últimos años. Hace apenas 365 días cotizaba a 78 céntimos de dólar. En la actualidad supera los 40 dólares lo cual implica una revalorización superior al 5000% y eleva su valor a cerca de 14.000 millones de dólares. La empresa tiene unos números que espantarían a cualquier inversor “value” y es que apenas ingresa 1,5 millones de dólares al trimestre. ¿Por qué sube tanto? La empresa promete desarrollar procesadores cuánticos y ofrecer acceso a ellos a través de una plataforma en la nube desarrollada por la propia compañía.

Según los datos que se pueden consultar en su página web, las aplicaciones de su tecnología son de lo más variopinto. Por ejemplo, en el ámbito de la química se podrá diseñar y optimizar moléculas con actividad biológica gracias a los súper ordenadores. En finanzas, permitirá organizar las cuentas de las clientes respaldadas por decisiones muy precisas gracias a la computación. Inteligencia artificial promete ahorrar en costes o incluso en automoción promete optimizar las rutas en el ámbito del transporte.

En definitiva, promesas muy prometedoras que hoy en día no son realidad. Algunos usuarios en las redes sociales han mencionado que la sede social de la compañía no se corresponde con una empresa de tal calibre y además mencionan que sus directivos no han dejado de vender acciones en los últimos meses.

D-Wave Systems

Otra de las joyas de la corona en la bolsa americana. La empresa cotizaba hace un año a 90 céntimos de dólar y en la actualidad supera los 35 dólares capitalizando cerca de 12.000 millones de dólares. A nivel financiero la compañía reportó unas ventas de 15 millones de dólares el primer trimestre de 2025 gracias a la venta de hardware mientras que en el segundo trimestre sus ingresos bajaron hasta los 3 millones. Se trata de otra empresa cuántica que pierde dinero pero que tiene una caja sólida que le permite financiar sus desarrollos. El objetivo de esta compañía es ejecutar algoritmos más rápidos que una supercomputadora.

D-Wave trabaja por ejemplo en ordenadores capaces de procesar datos masivos simultáneamente y aplicar las soluciones en sectores tan crecientes como el transporte en la última milla optimizando las rutas o en la carga de mercancías optimizando el espacio para aprovecharlo al máximo calculando el peso, dimensiones, compatibilidad de objetos, etc. Igual que en el caso anterior, no son pocos los usuarios que se preguntan cómo es posible que una empresa de tal envergadura tenga una sede modesta en una calle cualquiera de Nueva Jersey.

IonQ

Otra compañía cuántica cotizada que en un año ha obtenido unas plusvalías cercanas al 800%. En este caso hablamos de una empresa de más de 25.000 millones de dólares, prácticamente el valor total que tiene Telefónica, una operadora con 350 millones de clientes y con ingresos millonarios.

La empresa ha reportado dos trimestres que a nivel financiero son preocupantes, pero dicen que el papel lo aguanta todo. En el primer trimestre de 2025 ingresó 7,6 millones y perdió más de 32 millones. En el segundo trimestre los ingresos bajaron a 20 millones, pero las pérdidas se dispararon hasta los 177 millones. De cara al próximo “Q” como dicen los americanos, podría ingresar entre 25 y 30 millones.

A diferencia de sus rivales, la compañía tiene muy buena prensa porque se ha posicionado como “la Nvidia de la computación cuántica”, además Morgan Stanley tiene una participación en la cotizada del 7% lo cual genera confianza a los inversores.

A nivel de producto, usa iones atómicos reales (átomos cargados) atrapados y manipulados con láseres. Traducido a la utilidad, ofrece por ejemplo una nube cuántica para que sus clientes ejecuten procesos muy complejos sin necesidad de disponer del hardware. La empresa indica que ofrecerá servicios en áreas como las finanzas, cadenas de suministro, transporte, siempre buscando la máxima eficiencia en los productos.

La sede de la empresa tampoco aparece en imágenes y solo señalan que la dirección es 4505 Campus Drive, College Park, MD 20740. No son pocos los usuarios que muestran sus recelos sobre la ausencia de instalaciones avanzadas para el tamaño que tiene.

¿Es una burbuja?

Los números dicen que sí, el interés de los inversores muestra lo contrario. A principios de 2025, el CEO de Nvidia señaló que estas empresas necesitarían al menos quince años para desarrollar productos funcionales con gran utilidad. Eso provocó un desplome importante en los mercados.

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Diez meses después las compañías están en máximos históricos y la fiesta sigue en Wall Street. La pregunta es, ¿hasta cuándo?

 

Fuente: adslzone