El peso de las actualizaciones de nuestro sistema operativo nos pueden provocar ciertas ralentizaciones y problemas de rendimiento en nuestros equipos. Microsoft, conscientes de esta situación, lleva tiempo trabajando en optimizar al máximo los paquetes de actualización para evitar este tipo de situaciones. En Windows 11, de hecho, llegó a reducir el tamaño de las actualizaciones de seguridad y experiencia de usuario hasta en un 40%.

Una vez asentado este cambio, ahora es turno de Windows 10 en la versión 22H2. La compañía tecnológica está incorporando un sistema de actualizaciones muy similar al que usa en Windows 11 para poder reducir el tamaño de las nuevas versiones disponibles y que estas sean mucho más sencillas a la hora de descargarlas. Imprimiendo una mayor velocidad en todos sus dispositivos.

captura windows 11 pcpal 1

Una reducción significativa

El objetivo de Microsoft es, como expone en este mismo documento, que Windows 10 se parezca cada vez más a Windows 11. Al menos, en todo lo que tiene que ver con la eficiencia que demuestran instalando nuevos paquetes de actualización. Y parece que algunos cambios ya ha comenzado a notarse. Por ejemplo, la versión del paquete publicada el 9 de abril (KB5036892), tenía un peso de 830 Mb. Sin embargo, la que se publicó apenas dos semanas más tarde, el 23 del mismo mes (KB5036979), redujo su peso hasta los 650 Mb. Esta fue la primera versión en la que Microsoft comenzó a aplicar la optimización del paquete de descarga.

La compañía de Redmond ya explicó en la misma publicación mencionada previamente citada la forma en la que ha llevado a cabo esta optimización de paquetes. Sin embargo, gran parte de esta reducción pasa por la eliminación de diferenciales inversos en cada nueva versión.

Las ventajas de las actualizaciones más ligeras

Microsoft es consciente que una actualización demasiado pesada puede llegar a ser un problema para multitud de usuarios. Especialmente en entornos que no cuentan con un ancho de banda suficientemente potente como para poder descargar grandes volúmenes de datos.

Además, a medida que el trabajo híbrido y en remoto ha ido aumentando su penetración en el mercado laboral, muchos trabajadores de grandes empresas no tienen la misma conexión a internet que tenían en sus oficinas. Y, por ende, el tamaño de las aplicaciones que descargan también se deben reducir y adaptarse a las necesidades domésticas. Todo ello, sin renunciar a la necesidad de estar siempre a la última en materia de seguridad.

Reducir el peso de los paquetes de actualización se convierte, por tanto, en uno de los objetivos para la tecnológica para poder continuar ofreciendo a sus clientes una solución que cubra todos sus necesidades. Incluso cuando se trata de versiones de Windows que ya llevan un tiempo en el mercado, pero que continúan teniendo una gran cantidad de usuarios en todo el mundo.

 

Fuente: adslzone