Como con tantos otros productos, podemos recurrir al mercado de segunda mano para comprar todo tipo de dispositivos tecnológicos, incluyendo routers WiFi. Como los modelos nuevos pueden costar bastante dinero, comprarlos usados puede hacernos ahorrar bastante dinero. Sin embargo, este dispositivo es mucho más delicado y podría ser un riesgo para la seguridad.

Peligros de un router de segunda mano

Puede que pensemos positivamente y que ese router de segunda mano que hemos encontrado sea de un usuario normal, alguien no experto en tecnología y que solo lo esté vendiendo porque tienen uno nuevo y quieren ganar dinero rápido en lugar de dejar que acumule polvo guardado en algún cajón. ¿Pero puedes poner la mano en el fuego porque sea así?

No hace falta ser un experto en ciberseguridad para tener cierta preocupación a la hora de usar un router que ya ha tenido un dueño anteriormente. Es lícito poder pensar que conectar un router de segunda mano a tu red puede abrir una puerta trasera para los piratas informáticos y que se conecten remotamente. Al fin y al cabo, tu router no es sino el punto de acceso entre el módem proporcionado por su proveedor de Internet (el ISP) y tus dispositivos personales, por lo que cualquier compromiso en la red podría representar un grave riesgo de seguridad.

boton-apagar-router

Aunque está bien que te preocupes, pues eso te convierte en una persona más cautelosa, la realidad muestra que realmente los routers almacenan pocos datos, por lo que el daño potencial a nivel de seguridad que podrían hacernos sería bastante leve. A pesar de esto, nuestra recomendación es que antes de conectar los cables de red al router de segunda manos que acabas de comprar, realices un restablecimiento de fábrica para borrar las configuraciones preconfiguradas, como la contraseña de WiFi y el nombre del punto de acceso (SSID).

La mayoría de los modelos tienen un botón de reinicio dedicado en una ranura, que deberás presionar y mantener presionado durante 10 a 15 segundos con un elemento fino, como un clip o un palillo de dientes. Si tienes un extractor de tarjeta SIM de tu móvil, puede ser la mejor opción.

¿Problemas de rendimiento?

Otra de las grandes preocupaciones que pueden surgir a la hora de comprar un router usado tiene que ver con la degradación que pueda haber tenido. Como en cualquier otro dispositivo tecnológico, hay que verificar que funcione correctamente para que la inversión que hemos hecho, por mucho ahorro que tenga en comparación con comprar uno nuevo, no sea en vano.

En el caso de los routers, aunque su actividad es prácticamente 24/7 (muy pocas personas lo desenchufan por las noches o cuando se van de casa), se deteriora a un ritmo muy lento, incluso después de muchos años de uso diario. Un router es a grandes rasgos un microordenador que se encarga de gestionar la conexión a Internet. Por tanto, podemos decir que o funcionan, o no lo hacen, pero como tal no se va reduciendo su funcionalidad con el paso de los meses.

reiniciar-router

Esto significa que elementos como el ancho de banda de Internet serán independientes de la condición del router siempre que este funcione. Eso sí, dependiendo del tiempo que el dueño anterior lleve sin usarlo, puede que las actualizaciones importantes de firmware no se hayan realizado. Esto tendría solución, pero no el hecho de que se haya quedado obsoleto.

Ese router usado, dependiendo del tiempo que tenga, no ha cambiado, mientras que el resto de los demás dispositivos a su alrededor y la red de su proveedor de servicios de Internet (ISP) sí lo han hecho, evolucionando y mejorando. Por ejemplo, el nuevo estándar Wi-Fi 7 es cinco veces más rápido que Wi-Fi 6, utiliza la banda de 6 GHz y tiene una latencia increíblemente baja. También los routers más nuevos tienen características de seguridad mejoradas, como WPA3 .

Por lo tanto, debido a lo rápido que cambian las cosas en tecnología, solamente sería recomendable comprar un router que no tenga más de dos años. Con más, podríamos considerarlo obsoleto.

 

Fuente: adslzone