Dentro de todas las ramas de Inteligencia Artificial que han ido desarrollándose, y presentándose, durante los últimos meses, la Inteligencia Artificial generativa ha sido una de las que más ha llamado la atención. Especialmente a raíz del papel protagonista que está alcanzando OpenAI de la mano de su modelo de lenguaje, ChatGPT. Con ella, podemos ahorrarnos tiempo en una gran cantidad de tareas: redacción de documentos, elaboración de informes, diseño de logos… Pero, ¿realmente sabemos cómo obtener el máximo rendimiento de ella?

La respuesta, probablemente, sea un no. Y este ha sido el motivo por el que OpenIA ha decidido publicar las seis estrategias que todos deberíamos tener en cuenta para poder conseguir mejores resultados en nuestras interacciones con ChatGPT.

Las instrucciones, cuanto más claras mejor

ChatGPT puede ofrecernos una gran cantidad de resultados en función de las órdenes que le damos. Pero, para conseguir centrar la búsqueda, necesitamos escribir instrucciones claras y precisas a la herramienta. Podemos pedirle, por ejemplo, que asuma el rol de experto en alguna tarea para que la respuesta sea más detallada y concreta. O, en el caso de que necesitemos que el lenguaje utilizado sea más sencillo, podemos hacer lo contrario y solicitarle que asuma el rol de un niño de 12 años. 

Además, también debemos proporcionar todos los datos que van a ayudar a que su respuesta se asemeje a nuestra necesidad: como el número de palabras, los pasos que son necesarios que tenga en cuenta para elaborar el documento o, incluso, proporciónale ejemplos que utilice de guía.

Textos de referencia

Cuando solicitamos que realice un artículo o un logo, por ejemplo, debemos evitar dispersiones o que tenga que buscar en toda la red para encontrar referencias. Podemos introducirle nosotros las referencias con un texto de referencia para evitar respuestas incorrectas. Un documento en World o una URL en concreta es todo lo que necesitamos para que trabaje sobre un tema concreto.

Tareas simples, no complejas

Es posible que necesitemos que ChatGPT nos realice una tarea compleja, como puede ser un plan general de marketing, por ejemplo. O un libro completo sobre recetas de cocina. No obstante, cuando le pedimos tareas tan complejas, su tasa de error aumenta de manera considerable. 

En su lugar, podemos optar por simplificar las tareas y dividir las tareas generales en etapas más simples que permitan disminuir el porcentaje de error. Por ejemplo, podemos pedirle que escriba documentos por partes o que realice, de manera individual, un cierto número de recetas. Que, a posteriori, juntaremos manualmente en un libro, siguiendo con el ejemplo anterior. 

No es instantáneo

Para que ChatGPT pueda solucionar todas nuestras peticiones de manera correcta, necesita tiempo para pensar, al igual que requeriría una persona. Siguiendo con las indicaciones de OpenAI, podemos ofrecerle una cadena de pensamiento que sea capaz de entender que le permita razonar de un modo fiable. De este modo, irá razonando de manera más simplificada y será capaz de extraer sus propias conclusiones sobre un estudio final. 

El uso de herramientas externas

ChatGPT permite instalar plugins que ayuden a mejorar sus funciones. Y, en muchos casos, son necesarias para obtener las respuestas deseadas. Pese a que no es la opción que más se conoce, la realidad es que no por ello es menos útil.

Los cambios globales son los que importan

OpenIA afirma que es posible que, si modificamos la forma en la que ejecutamos ciertas preguntas u órdenes, las respuestas concretas pueden ser mejores en un tema en particular. Sin embargo, la realidad es que debemos encontrar la manera de trabajar para que ChatGPT nos ofrezca una buena experiencia a nivel global, no solamente en las preguntas específicas.

La empresa afirma que evaluar los resultados cuando hacemos ciertos cambios en el modo de realizar las preguntas nos va a permitir identificar cuál es el mejor resultado para obtener resultados concretos.

 

Fuente: OpenIA | adslzone