Ha sido bautizada como SnorCall y es una herramienta creada por un grupo de científicos que saben que pueden aportar algo más en la lucha contra el spam. Destacan que, mediante esta app, será posible llegar a tener mucha más información de las llamadas que se realicen, incluyendo las que tienen objetivos criminales.

Rozando los límites de lo legal

El principal problema con el que se enfrenta la industria de la telefonía, tal y como el propio máximo responsable de la herramienta comenta, es que los operadores no quieren exponerse a problemas de privacidad escuchando o monitorizando llamadas. Nadie quiere meterse en camisas de once varas si no hay alguna cláusula legal que les dé apoyo en posibles denuncias por parte de los usuarios.

Pero Brad Reaves, que es el principal autor de SnorCall, menciona que no hay vuelta de hoja y que poder escuchar las llamadas es necesario. Argumenta que es necesario que la industria se posicione contra las llamadas de spam cuanto antes, en especial contra todas aquellas que están relacionadas con fraudes y otros delitos. La solución es monitorizar, pero de una manera en la que solo se rocen los límites legales.

Así funciona su sistema

Por ahora SnorCall ya está funcionando y aportando unos buenos resultados. Pero las pruebas que se están haciendo no han recurrido a la escucha de números de teléfono privados. Para poder demostrar que su app funciona se han usado 60.000 números que solo se han dedicado a este objetivo, para lo cual el equipo de desarrollo ha colaborado con un operador telefónico conocido como Bandwidth. Con ello han podido ver, registrar y demostrar que su aplicación funciona y que podría cambiarlo todo.

La cuestión es, ¿cómo funciona? Dicen que lo primero que hace SnorCall es comparar los audios de las llamadas de spam para poner en un mismo grupo todas aquellas que estén formadas por el mismo mensaje por parte del emisor. Es decir, buscan un mensaje de spam pregrabado que se repita llamada tras llamada. Una vez han agrupado las llamadas consiguen eliminar de la ecuación una gran cantidad de ellas que se confirma que no eran de spam, al menos no de un spam robotizado.

Después de esto, esas llamadas que sí se consideran spam pasan a ser analizadas y transcritas por un software conocido como Snorkel. En este punto se buscan determinados datos de una forma automatizada que permita crear unos registros de spam sobre los que trabajar posteriormente. La información que se analiza reúne datos como: nombres de empresas, servicios o programas del gobierno, solicitud o no de dinero, petición de datos personales y otros posibles aspectos de interés. Esa información pasa a engrosar un archivo en el que se va contabilizando todo para intentar detectar mejor el spam y los delitos con la intención de luchar contra ello.

Entre los motivos de la monitorización de las llamadas se encuentra uno tan importante como poder rastrear a los delincuentes y entidades que se encuentran detrás del spam. Tal y como se sabe, estas personas pueden ocultar el número real desde el que están llamando y eso hace difícil seguirles la pista. Pero lo que no pueden hacer es ocultar el número de contacto que dan a sus víctimas. Y lo que hace SnorCall es tomar nota de ese número, agruparlos en listas y crear registros de amenazas y spam que sean más valiosos para los usuarios. También argumentan que, analizando las conversaciones, pueden anticiparse a las tendencias de estafa y así ayudar a los ciudadanos.

No obstante, la privacidad sigue siendo un tema delicado. Ahora que la herramienta ya existe, lo que está en el aire es si las operadoras y otras piezas fundamentales de la industria aceptarán su uso a fin de poder evitar las llamadas de spam. Para los usuarios podría ser una forma de evitar estafas y peligros, aunque está claro que se trata de una app que genera muchas dudas en cuanto a la privacidad de las llamadas. Por ahora es posible leer más acerca de esta herramienta desde el estudio que han publicado sus autores.

 

Fuente: Futurity | adslzone