Hay muchos virus que, para evitar ser detectados y borrados del sistema, optan por deshabilitar el antivirus que tenemos instalado y, además, aplicar ciertas restricciones para evitar que podamos bajar e instalar otros.
Estos virus suelen bloquear todas las páginas de descarga y de seguridad para que no podamos acceder a ellas. Y también suelen aplicar restricciones a la hora de intentar instalar ciertos programas. Algo tan fácil como comprobar la firma digital del desarrollador e impedir su ejecución si se trata de una firma de seguridad.
Cuando esto ocurre tenemos varias opciones. La más eficaz, drástica y poco práctica sería formatear el ordenador. Sin embargo, muchas veces no es necesario recurrir a esos extremos.
Intenta descargar el antivirus en otro PC y ejecutarlo desde un USB
Si desde nuestro ordenador no podemos descargar el antivirus, entonces intentaremos bajarlo desde otro lado. Si tenemos otro ordenador a mano, podemos intentar bajarlo desde él, copiarlo a una memoria USB e intentar instalarlo en el ordenador a través de esta memoria USB. Incluso si no tenemos otro ordenador a mano, podemos descargar el instalador en nuestro móvil, conectarlo al PC y buscar dentro del almacenamiento el instalador del software de seguridad.
Lo más seguro es que al intentar ejecutar el instalador del antivirus veamos una ventana que nos pedirá permisos de administrador. Se los concedemos.
Ahora simplemente debemos seguir el asistente para instalar el antivirus en el ordenador. En cuanto esté instalado, lanzaremos un análisis completo a todo el sistema para pillar y eliminar la amenaza que estuviera haciendo de las suyas en nuestro PC.
También podemos optar por usar un antivirus portable para poder ejecutarlo en el PC sin tener que instalar nada. Muy útil para no llamar la atención del virus y poder detectarlo y eliminarlo.
El Modo Seguro muchas veces nos ayuda a evitar los bloqueos de los virus
Puede que el malware sea de los más avanzados y, además de no dejarnos descargar un antivirus, también nos impida instalarlo en nuestro PC.
Llegado este caso, lo mejor que podemos hacer es reiniciar el ordenador en Modo Seguro. Cuando hacemos esto, Windows carga solo con los controladores y servicios mínimos, los únicos que están firmados por Microsoft y los básicos para que pueda funcionar. Si nuestro virus arranca al inicio del PC, en Modo Seguro no lo hará.
Así, desde Modo Seguro (es recomendable hacerlo sin acceso a Internet) podremos instalar el antivirus en nuestro ordenador son problemas. Si la instalación tiene éxito, ya solo nos queda reiniciar el ordenador y volver a Windows. Cuando arranque el sistema operativo también lo hará el antivirus, y por lo tanto, detectará el virus antes de que pueda hacer nada.
Si tenemos la oportunidad, es recomendable ejecutar un análisis fuera del sistema (de los que se ejecutan antes de que cargue Windows) para tener mayor probabilidad de detectar el virus y eliminarlo de forma segura.
Puede que la causa no sea un virus, sino un antivirus mal instalado
Los problemas a la hora de instalar un software de seguridad no siempre tienen que ver con un virus. Por seguridad, los antivirus no dejan instalar otros antivirus mientras estos están instalados en el ordenador.
Si ya tenemos un antivirus instalado en el PC es más que probable que no podamos instalar un segundo. Incluso puede que la causa sea que el software de seguridad que teníamos antes se ha desinstalado mal del ordenador. Y en ese caso solo tenemos dos opciones:
- Restaurar el sistema a un estado anterior (antes de desinstalar el antivirus) para volver a intentar borrarlo.
- Usar un desinstalador oficial que borre a la fuerza todo el rastro que haya dejado el antivirus en el PC.
Una vez borrado el antivirus de nuestro ordenador ya podremos volver a instalar el nuevo software de seguridad que queramos sin problemas. Incluso podemos dar una oportunidad a Windows Defender, el antivirus de Microsoft, si somos usuarios de Windows 10.
Fuente: softzone
