Pero la realidad es que en la mayoría de las ocasiones no es posible utilizar mensajes de WhatsApp como prueba durante un juicio. Existen varios motivos para que esto sea así, pero el principal es que las conversaciones se pueden falsificar y por eso un juez no podrá darlas por válidas directamente.

Antes de poder admitirlas, el juzgado solicitará un peritaje de la conversación para acreditar su veracidad. Para hacer estos los peritos necesitan, no solo uno de los dispositivos en los que está el mensaje; necesitan tanto el emisor como el receptor.

Cuando tienen los dos dispositivos pueden comprobar que la marca de hora de envío del mensaje corresponde con la de la recepción y ahí tienen una pequeña prueba de que el mensaje no ha sido modificado.

El problema es que esto no siempre es posible. Si una de las dos personas elimina la conversación de su dispositivo o no hace copias de seguridad habitualmente, es imposible comprobarlo en ambos dispositivos. Lo mismo ocurre si una de las dos partes cambió de dispositivo o simplemente desinstaló la app de WhatsApp por cualquier motivo y la volvió a instalar más tarde.

Además, a este problema se suma que WhatsApp no guarda copias de los mensajes en sus servidores; una vez que son entregados al dispositivo son eliminados de la nube, por lo que no se puede solicitar una copia a la compañía como sí ocurre con los mensajes de Facebook, Instagram u otras apps de mensajería instantánea. Un punto a favor de la privacidad del servicio, aunque negativo en caso de ser necesario recurrir a los mensajes enviados en un caso legal.

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En este caso la única copia disponible es la que está en los smartphones de los usuarios del servicio y si, como decía, han borrado alguno de los mensajes por el motivo que sea no hay forma de recuperarlos.

En definitiva, una conversación de WhatsApp raramente será una prueba válida en un juicio. Sí es posible que sea aceptada como indicio de una presunta culpabilidad, pero esto no es lo mismo que un prueba y nunca tiene el mismo peso en el desarrollo del caso.

¿Es tan fácil modificar una conversación de WhatsApp?

Quizá a estas alturas te estarás preguntando si realmente es tan fácil modificar una conversación de WhatsApp? La respuesta es que no, todas las conversaciones se almacenan en una base de datos SQLite dentro de los archivos del sistema del smartphone a los que no se puede acceder sin hacer root o Jailbreak.

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Además, el sistema de WhatsApp se ocupa de que todos los mensajes almacenados en la base de datos sean numerados de forma correlativa y si faltase algún número entre medios sería evidente que ha habido una modificación.

Otra medida de seguridad es que la app guarda información sobre las conversaciones en ubicaciones y archivos diferentes. No las conversaciones en sí, pero sí registros como el número de mensajes enviados o recibidos de un terminado contacto y otra información que puede demostrar una manipulación como cambios de tarjeta de memoria, ubicación, conexión por WiFi o datos móviles, etc, etc…

Entonces ¿si es tan complicado modificar una conversación de WhatsApp porque no son aceptadas en un juicio? El motivo es que salvo la doble comprobación de la que hablábamos sería imposible demostrar si realmente ha habido modificación o no y los jueces solo aceptan pruebas contundentes.

 

Fuente: adslzone