No conectar salvo necesidad

Esto puede parecer un mal un consejo pero la realidad es que casi todo el mundo cuenta con una tarifa de datos en su smartphone. Los smartphones pueden compartirla con tus otros dispositivos, como el portátil o la tableta. En el caso de que vayamos a hacer una consulta puntual, lo más recomendable es que no nos conectemos a las redes WiFi públicas y utilicemos nuestra propia conexión de datos.

Si conectas, protégete

La limitación de las tarifas de datos de los móviles hará que en muchas ocasiones tengamos que conectarnos obligatoriamente a las redes WiFi públicas si no queremos que vuelen los megas contratados. Lo primero que debemos hacer, es contar con un dispositivo protegido.

Tener un dispositivo protegido no sólo pasa por una solución antivirus, firewall, etc., también es muy importante que tengamos actualizadas las aplicaciones. Algunas versiones antiguas pueden contener brechas de seguridad que se corrigen con las nuevas actualizaciones. Por supuesto, el sistema operativo actualizado también es crucial.

Usa redes oficiales y protegidas

Debemos huir de las redes libres que encontremos y si estamos en algún establecimiento como un bar, siempre preguntaremos por la red WiFi que ellos ofrecen, ya que puede que el dispositivo encuentre muchas más. Preferiremos conectarnos a redes con contraseña WPA2 antes que a otras.

No compartas datos privados

Salvo extrema (muy muy extrema) necesidad, no realices transacciones bancarias o compartas información confidencial utilizando estas redes. Exponer nuestros datos de forma innecesaria puede suponer un gran riesgo. Mejor desconectarse de la WiFi pública y operar desde nuestro móvil con la conexión de datos, y mucho mejor, esperar a llegar a casa.

Autentificación en dos pasos

Muchos servicios de Internet ofrecen verificación en dos pasos. A grandes rasgos, tendremos que introducir la contraseña y además un código que, o bien se genera en otra aplicación del móvil o bien se recibe por correo o SMS. Google, Twitter, LinkedIn y Dropbox, entre otros servicios ofrecen esta característica de seguridad en sus cuentas.

Una contraseña por servicio

Esto no es un consejo únicamente para conectarnos a redes WiFi públicas, sino algo que deberíamos hacer siempre. Mucha gente, por comodidad principalmente, utiliza la misma contraseña en todos sus programas y servicios. Esto no es nada recomendable, ya que en caso de que “nos roben” una contraseña, tendrán acceso a todo lo que utilicemos.

Utiliza un VPN y olvídate de problemas

VPN, de las siglas en inglés de Virtual Private Network (red privada virtual) permite que todas nuestras conexiones se realicen a través de una red protegida, mucho más segura y muy difícil de acceder. A grandes rasgos, añadirá una seguridad adicional a la conexión independientemente desde donde la realicemos, incluso una red WiFi pública. Desde RedesZone nos cuentan los servicios VPN anónimos más seguros.

 

Fuente: adslzone