Comprar un monitor plano o curvo es una de las decisiones a las que se enfrentan muchos usuarios para mejorar la experiencia de uso en su PC. Mientras que ya hay muy pocos fabricantes que hagan televisores curvos, en PC la tendencia es casi al revés, donde cada vez hay más que los hacen curvados. Vamos a ver las ventajas e inconvenientes de este tipo de paneles en PC.
No siempre necesitamos el ordenador para lo mismo. Por ejemplo, puede que quieras un gran monitor para jugar, pero también puede ser que exclusivamente lo necesites para la edición de fotografía y vídeo. Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de elegir entre monitor curvo o plano es: ¿para qué vamos a usarlo? Si solo retocas una imagen cada dos o tres meses te dará igual, pero si lo haces de forma profesional verás que sí tiene importancia preguntarte esto antes de elegir. Repasamos sus ventajas, sus inconvenientes o cuáles son algunos de los mejores monitores curvos que puedes comprar ahora mismo.
Ventajas de tener un monitor curvo
Una palabra que se repite entre los fabricantes cuando publicitan un monitor curvo es «inmersión«. Un monitor curvo te introduce más en la acción; sobre todo si el monitor es panorámico. Aquí es donde tenemos claro que un monitor ultrapanorámico ha de ser curvo sí o sí para ser más inmersivo.
En un monitor de 16:9 es normal que puedas tener dudas, y es probable que la duda la tengas si está decidiendo entre elegir uno u otro monitor con esa relación de aspecto. Sin embargo, en cuanto nos vamos a los ultrapanorámicos casi no hay duda: es mucho mejor un monitor curvo, ya que, al haber tanta distancia de una esquina a otra del monitor, encontramos que el contenido queda más alejado de nuestra vista que si lo hacemos con un monitor curvo, lo que reduce la consistencia del color. Esto se nota sobre todo si lo comparamos con un monitor TN.
A diferencia de los televisores curvos, donde verlos ligeramente de lado destroza la calidad de imagen por los reflejos, en los monitores esto no ocurre por el tipo de recubrimiento que usan los paneles, que es mate en la mayoría de casos. Esto permite que incluso puedas poner un monitor curvo de monitor secundario, lo cual te permite tener la imagen más «alrededor» de la cabeza y no tan alejada. Entre los monitores curvados encontramos los que usan una proporción de 21:9, aunque también hay auténticas locuras como el de 32:9 que Samsung tiene en el mercado y que equivale a tener dos monitores de 16:9 juntos.
También depende del tipo de situaciones donde lo vayas a usar, ya que no es lo mismo comprar un monitor para trabajar que para retocar fotografía o jugar. En el caso de comprar un monitor para trabajar y estar utilizando varios elementos de texto a la vez, nos dará igual usar un monitor curvo o plano. Incluso para trabajar puede que nos sea mejor un ultrapanorámico curvo, ya que podremos prescindir de un segundo monitor en muchas ocasiones.
En cuanto a la durabilidad del monitor curvo en comparación con el producto plano, podemos decir que ambos tipos de pantalla son frágiles. Sí es cierto que en cuestiones de transporte es recomendable cuidar especialmente la posición del modelo curvo y asegurarse de que está acolchado correctamente para no forzar el ángulo de su pantalla. Pero, en definitiva, podemos afirmar que podemos esperar de ambos modelos de pantalla el mismo rendimiento, dado que éste depende mucho más de la calidad de sus componentes, fabricante y ensamblaje.
Retocar fotografías
Sin embargo, para retocar fotografías o crear vídeo la cosa cambia, ya que puede que tengamos problemas para corregir perspectivas u otros elementos. Nunca veréis a un fotógrafo profesional usar un monitor curvo, a pesar de que casi todos usen paneles IPS o VA y tengan una buena reproducción de color.
Esto nos lleva a que los monitores curvos reducen la distorsión de la luz, ya que un monitor plano muestra la luz linealmente, mientras que un monitor curvo la dirige más hacia donde estamos nosotros. Esto hace también que cubra un mayor ángulo de visión, por lo que los monitores curvos pueden, y son, más grandes. Por ello, un monitor plano de 27 pulgadas suele tener un equivalente de 31,5 pulgadas en uno curvo, ocupando el mismo espacio vertical gracias a la curvatura.
Juegos
En el caso de los juegos, los claros ganadores son los monitores curvos. La inmersión es inigualable, y tenemos más resolución horizontal en el juego, además de que para consumir contenido podremos ver las películas en tamaño completo sin bandas negras, aunque con los vídeos en 16:9 de las series tendremos grandes franjas negras a los lados.
La curvatura del monitor también depende, ya que una curvatura ligera puede ser más que suficiente para jugar y no notarla tanto. Hay varios tipos de curvatura siendo 1800R o 2300R los más comunes. Esa cifra indica el radio de la curvatura medida en milímetros. Así, 1800R (que es la ideal en monitores curvos) es una curvatura más pronunciada que 2300R. A diferencia de los televisores, la curvatura de los monitores no necesita ser muy grande porque están más cerca de los ojos y porque los paneles son más pequeños.
Ocupan menos espacio en horizontal
Una de las ventajas que tienen estos televisores es que, con las mismas dimensiones, ocupan menos espacio si tenemos en cuenta este aspecto. Podrás aprovechar mucho mejor el espacio con el que cuentas para trabajar. Como suelen contar con mayor superficie de pantalla, podrás además recurrir al uso compartido sin que tengas que utilizar un segundo monitor, algo que es muy interesante si sueles utilizar esta función.
Tendrás más espacio en formato horizontal para trabajar, por lo que si trabajas con vídeos, hojas de cálculo con diferentes columnas o varias ventanas lo verás una gran ventaja. Esto lo puedes apreciar especialmente porque los monitores tradicionales tienen un formato 16:9 y los curvos pueden llegar a tener un formato 21:9. Si solo trabajas con una ventana, puede que no sea una gran ventaja para ti sino todo lo contrario. Sin embargo, podemos decir que es una gran ventaja y te permite ahorrar el coste que te supondría comprar un nuevo monitor y el espacio que necesitarías para ello. Así, tendrás más espacio hacer lo que quieras, tanto en la pantalla como en la mesa de escritorio.
En este sentido, también debes saber que los monitores curvos ultrapanorámicos se están erigiendo como una alternativa superior a la opción tradicional de juntar varios monitores. Lo que ocupa bastante más espacio que si adquieres una sola unidad de un monitor curvo. Además, aporta una clara ventaja, la cual es que solo se necesita adquirir un único dispositivo y que el precio no es tanto, teniendo en cuenta también que no se pierde la continuidad de la imagen entre monitor y monitor.
Desventajas de tener un monitor curvo
Por ello, suponiendo que no vayas a retocar fotografías, ¿por qué no deberías comprar un monitor curvo? Pues hay otros motivos que también hay que tener en cuenta.
Precio
En primer lugar, tenemos el precio. Los paneles de los monitores curvos son más caros, así como también hacen más complejo el proceso de diseño y montaje. Cada vez lo hay más baratos, pero por regla general suelen ser algo más caros, sobre todo porque la mayoría de los curvos usan paneles VA, mientras que los planos gaming suelen ser casi todos TN en las gamas de precio más bajas.
Es cierto que la tendencia es a que se equiparen los precios o al menos se acerquen más debido a la tendencia del aumento de la demanda de monitores curvos en el mercado. Así que puede que en un futuro tengan el mismo precio o similar, pero en la actualidad este es uno de los principales aspectos a considerar en su compra si tienes un presupuesto limitado.
Tiempo de respuesta
Esta diferencia nos lleva también a que estos monitores tienen un tiempo de respuesta mínimo de 4 ms, a diferencia de los TN de 1 ms, pudiendo presentar también algún que otro problema de ghosting. Otro aspecto importante es dónde vayas a colocarlo, ya que un monitor curvo quedará bastante mal en una pared con respecto a un monitor plano, aunque dependerá de diversos factores.
El tiempo de respuesta es el indicador referente al tiempo que tarda la imagen en reflejar un movimiento, o un píxel en cambiar de colores. Este se mide en milisegundos. Cuanto menor es, mejor, así que esta puede ser una de sus principales pegas en ciertas funciones como en juegos online, etc.
Montarlos en la pared
Además de la dificultad para anclarlo en la pared, puesto que son necesarios soportes específicos para estos monitores y no son tan habituales. Además, estos suelen ser más costosos debido a que no hay muchas opciones entre las que elegir, y si vas a comprarlos te encontrarás con que en algunos sitios no los hay.
Hay que tener en cuenta que sí que hay soportes VESA compatibles, por lo que debes fijarte en la distancia entre los tornillos de fijación del televisor para encontrar el más adecuado para él. LO normal es que en pantallas pequeñas la distancia sea de 75×75, pero en las más grandes puede ser de 400×400. Es un aspecto en el que debes fijarte a la hora de tu adquisición, además de en el peso máximo que es capaz de aguantar con el monitor de pantalla curva.
Otra de las desventajas es que requieren ciertas instrucciones de montaje y posicionamiento específicos y suelen requerir más espacio si los vamos a colocar en la pared. Además, tienes que valorar otros aspectos como el margen de maniobra, de movimiento para ajustar bien el ángulo de visión y que tiene espacio suficiente para cables y demás elementos. En este caso, hay que fijarse en muchos más aspectos que en los planos porque hay que considerar las posibilidades y ventajas de estos para aprovechar su potencial al máximo para cualquiera de los principales usos que vayas a darle. Además de eso, debes hacer una valoración entre su calidad y precio, ya que son mucho más costosos que los que hay para monitores planos.
Mareos
En los monitores curvos es interesante utilizar la regla de los monitores TFT para utilizarlos desde una distancia prudente, porque es probable que causen mareos y cefaleas cuando son demasiado grandes y no nos ponemos a la distancia correcta. La causa es muy sencilla, si estamos demasiado cerca del monitor perdemos las referencias de los marcos.
Por ello, no tenemos referencia del plano horizontal y se nos puede «ir la cabeza» un poco. Es algo que no pasa a todo el mundo, pero es cierto que puede llegar a suceder en ocasiones. Al menos hasta que los usuarios se acostumbren a su uso ya que, en un primer momento, no se está acostumbrado.
Compatibilidad Ultrawide 21:9
Los monitores curvos no tienen por qué ser ultrapanorámicos pero es lo recomendable para tener esa inmersión que ofrece una experiencia mucho más satisfactoria. Esta ventaja es a la vez un inconveniente. El formato UltraWide 21:9 es una resolución menos habitual y para la cual no todos los videojuegos están diseñados.
Esto quiere decir que aún tendremos muchos videojuegos que nos mostrarán unas franjas verticales negras a ambos lados de la pantalla por la falta de compatibilidad. Lo cierto es que comprar un monitor 21:9 para tener que ver franjas negras no es muy satisfactorio precisamente.
Percepción de textos, colores e imágenes
Los monitores curvos tienen la ventaja de darte una sensación de inmersión en los juegos increíble, sin embargo, si vas a usarlo para edición es muy probable que tengas problemas de percepción. En este caso y contexto de trabajo o hobbie, no es la mejor opción para hacerlo.
La curvatura de la pantalla hace que las formas de textos, cualquier tipo de figura geométrica, incluso la percepción de los colores sea diferente. Todas las formas que tengan líneas rectas, incluidos los textos, o geométricas no van a ser fieles en pantalla, es por eso que te puedes llevar muchas sorpresas a la hora de exportar tus trabajos y visualizarlos en otro tipo de monitores o cuando lo lleves a imprimir.
Reflejo interior
Siempre hemos sabido que lo recomendable a la hora de utilizar un monitor (para ordenador, consola, televisión, etc.) es que siempre tengas algo de luz en la habitación, salón u oficina. Por lo que no es recomendable estar completamente a oscuras por temas de vista cansada, siempre viene bien que haya fundamentalmente luz natural.
Entonces, teniendo en cuenta la necesidad de colocar una fuente de luz que nos ilumine el espacio cercano al monitor, y la forma cóncava de la pantalla, es muy fácil que suframos deslumbramientos y reflejos incómodos. Un monitor plano refleja la luz en una sola dirección, los monitores curvos lo hacen en multitud de ángulos.
Ejemplos de monitores curvos Samsung
Para que tengas mucho más claro en qué consisten, cuáles son las ventajas y principales características de los monitores curvos, vamos a mostrar algunos ejemplos de modelos de monitores que te permitirá hacerte una idea, desde los más básicos a precios competitivos a los más avanzados para que accedas a las mejores prestaciones. Puedes colocarlos en tu escritorio, aprovechando espacio, o incluso puedes colgarlos en la pared y aprovechar sus posibilidades con un soporte adecuado. En un primer momento, te vamos a comentar algunos modelos de monitores de la marca de referencia Samsung.
Samsung LC24F390
Hay monitores curvos de todo tipo de precios y prestaciones. Entre los más básicos, tenemos algunos como el Samsung LC24F390 de 24 pulgadas y Full HD, con una tasa de frecuencia de 60 Hz, 1800R y sistemas FreeSync y Flicker-Free. Con un precio realmente económico con respecto a otros modelos, incluso no curvos, y una curvatura 1800R, nos da una experiencia inmersiva que merece la pena probar. Su brillo de pantalla es de 250 cd/m².
Además, tiene un consumo de energía máximo de 25w y modo Eco. Debemos destacar para aprovechar mucho mejor su instalación es que su interfaz de montaje VESA 75 x 75 mm. Su ángulo de visión vertical es de 178°. Al ser de una marca reconocida, destaca por sus garantías y confiabilidad.
Actualizado el 18 de mayo, 2022
Fuente: adslzone