El fabricante de procesadores para los teléfonos inteligentes de Apple, TSMC –que también fabrica chips para otras compañías- se ha visto afectado por un virus informático. No se han dado demasiados detalles al respecto, pero desde la firma han confirmado el problema y el cierre temporal de algunas de sus plantas de producción. Parte de ellas han reanudado la actividad rápidamente, pero algunas otras no recuperarán sus operaciones hasta el domingo, cuando estamos a apenas un mes de los nuevos teléfonos inteligentes de Apple.
Apple no ha hecho aún oficiales los nuevos iPhone de 2018, y tampoco uno de sus componentes de hardware principales: el procesador. De momento no sabemos su nombre, pero es muy previsible que se llame Apple A12, y este es el componente que se ha visto afectado por el virus informático dirigido en contra de TSMC. En mayo de este año, según filtraciones, el fabricantes de semiconductores arrancó la producción en masa de esta ‘pieza’ fundamental de los iPhone de 2018, pero a medida que va acercándose la fecha de presentación y lanzamiento, el ritmo de producción se acelera, así que en estos momentos deberían estar a pleno rendimiento.
TSMC ‘congela’ su actividad: un virus informático contra el fabricante de procesadores de los iPhone
Desde TSMC han explicado que un virus informático ha afectado a varias de sus plantas de producción, y que este es el motivo por el que han cerrado de forma temporal algunas de sus fábricas. Han recordado que no es la primera ocasión en que ocurre algo así, pero que sí es la primera vez que han tenido que pausar su actividad para resolver el problema. Por otro lado han señalado que algunas de las plantas afectadas han vuelto rápidamente a su actividad, pero que otras no volverán a fabricar hasta el domingo, probablemente, puesto que no les ha afectado le problema de la misma manera.
Como es evidente, en el comunicado oficial que han hecho público no han aclarado si esto afecta a los iPhone de 2018, por el procesador que están fabricando. No obstante, una ‘pausa’ de apenas dos días en la fabricación no debería suponer ningún tipo de perjuicio en el calendario de los próximos teléfonos inteligentes de Apple.
