Esta semana os hemos hablado de las ventajas de comprar un ordenador nuevo por partes en lugar de optar por un PC de marca ya montado. Pero si hemos llegado a valorar eso es porque o no tenemos ordenador o bien nuestro viejo equipo ya no da más de sí. De cara ahorrar dinero, hoy vamos a incidir en aspectos que tenemos que considerar antes de estar seguros de necesitar comprar un nuevo ordenador.
Existen cientos de razones a cada cual más personal, por las que comprar un nuevo ordenador, pero puede que muchas de ellas tengan una solución que puede ser fácilmente subsanada (y de forma más barata) . Uno de los grandes motivos suele ser el malfuncionamiento del equipo, lentitud y cuelgues continuos.
Comprar un nuevo PC sin duda nos garantizará estrenar de fábrica el PC pero puede que no sea necesario si logramos mejorar el rendimiento general de nuestra máquina actual. Parece trivial, pero si no hemos limpiado el PC por dentro puede que el polvo y la suciedad acumulada en la circuitería estén impidiendo un correcto funcionamiento del equipo, sobrecalentamiento y un excesivo ruido del sistema de ventilación y refrigeración.
Actualizar componentes es más barato que un PC nuevo
Dependiendo del uso que vayamos a dar al equipo puede que salga mucho más barato actualizar un par de componentes clave en lugar de sustituir por completo todo el ordenador. La compatibilidad de dichas piezas será más dudosa en aquellos casos en los que el PC a sustituir sea más antiguo, pero si la placa base y el procesador nos dan ese margen, es posible sustituir o añadir piezas como nuevos módulos de memoria RAM más potentes o una nueva tarjeta gráfica destinada a los juegos y trabajos con más carga gráfica.
También puede que muchos usuarios estén en la tesitura de necesitar un ordenador nuevo porque el actual se queda “corto” en el espacio de almacenamiento. Pero lo cierto es que hoy día existen discos duros externos muy baratos, además de unidades de memoria USB, unidades ópticas o hasta servicios de almacenamiento en la nube que nos ayudarán a contar con mucho más espacio para guardar documentos, imágenes, música o películas, gastando muy poco. Incluso las plataformas en el cloud ofrecen hasta 50 GB de espacio gratis que pueden suponer una alternativa para dedicar exclusivamente el HDD de nuestro PC a la instalación de programas y aplicaciones.
Si tenemos instaladas muchas aplicaciones puede que algunas de ellas generen cuellos de botella en la CPU que mermen el rendimiento del equipo. Para detectarlos podemos lanzar el Administrador de tareas de Windows mediante la combinación Control+Alt+Suprimir que nos mostrará los procesos ejecutándose, el uso de la CPU que realizan y la memoria dedicada. Si detectamos alguna anomalía podemos probar a desinstalar aquellas que no utilicemos o bien actualizar las aplicaciones y programas a la última versión para intentar mejorar el rendimiento.
Si al final estas alternativas no son suficientes, entonces no queda otra que considerar la compra de un nuevo PC, pero eso sí, lo mejor es que te asesores y preguntes cualquier duda para asegurarte que el nuevo ordenador se adapta lo mejor posible al uso que le vayas a dar.
¿Y vosotros cada cuánto tiempo soléis renovar los componentes de vuestro PC?
Fuente: adslzone