En primer lugar, invertir la carga de la prueba no parece una medida muy justa. A usted y a mí nos van a duplicar el precio del CD ante la "posibilidad" de que copiemos música, aunque sólo lo utilicemos para guardar nuestras fotos. Es como si compra un piso y le plantan un recargo del 10% por si se le ocurre alquilarlo; o como si abre una cuenta corriente y el banco le duplica la comisión de apertura en prevención de que usted pueda invertir sus dineros en Bolsa.

El canon, además, no revierte en la sociedad, en la mejora de servicios públicos, sino en el bolsillo de un sector. La SGAE recaudará más de 100 millones de euros anuales. Seguirá montando fastuosas sedes en terreno público, en las que usted no podrá entrar si no es previo pago. Pero no se apure, no se trata de ánimo de lucro sino de la "defensa de nuestro rico acervo cultural". El término tributum proviene de tribu e indica en cierto modo su origen impositivo a las hordas dominadas por Roma, a las que se obligaba a pagar un impuesto de guerra. Tal es el trato que recibimos los consumidores, convertidos en paganos de un imperio que no conoce límites.

OPINIÓN DE JESÚS FONTENLA PERIODISTA EN EL CORREO GALLEGO .ES